CAPÍTULO DIECISÉIS

306 53 9
                                    


Habían pasado cuatro días desde que vio como Jungkook fue acorralado y se lo llevaron. Cuando despertó le informaron que estuvo inconsciente dos días, tuvieron que operarle ya que la bala había atravesado el músculo y apenas había rozado su pulmón. Pero lo que asustó a todos era la cantidad de sangre perdida.


Archer había dado la orden de que Carter se quedara con él en la misión, tenía una sospecha de quién era el topo. Cuando tuvieron una pista de uno de sus teléfonos enlazado en una llamada con el número de Pietro Rossi, mano derecha y ejecutora de Genovese. Por lo que habían podido grabar Jeon Jungkook estaba con vida, pero estaban contra reloj ya que la orden de su ejecución había sido dada.


Para rescatarlo tendrían también que usarlo de cebo por lo tanto al reunirse a quienes había convocado dio a propósito malas las coordenadas esperando que el soplón cayera.


Salieron de sus oficinas dejando la información encriptada, eso le llevaría tiempo al llamar y podrían triangular las llamadas y lugares mientras más se tardara la llamada.


Salieron en dirección a un restaurante que había cerca a las oficinas improvisadas y nadie notó cuando se llevaron los equipos. Entonces la llamada esperada se hizo, la voz de Rossi se escuchó mientras las ordenes de Genovese se escuchaban de fondo. Esa noche ejecutarían al modelo ya que Kim Seokjin había muerto el día que atacaron la feria en Harpe.


Cuando la coordenada señaló su origen se dieron cuenta que esta salía del casino de Salvatore Genovese. Pietro Rossi mantenía ahí al modelo, se contactaron con su número interno dando la señal de que una vez colgada la llamada debían detener al topo.


Cuando Timothy Carter abrió la puerta vio la espalda de un uniforme del FBI borrando información incriminatoria.


-Siempre fuiste tu -le dijo Carter a la persona que estaba frente a la laptop.


Margaret Regan era el maldito topo que casi había destruido todo el caso y les había costado tantas vidas.


-¿Dónde están, Margaret? -le dijo Lennox mientras mantenía el arma en alto y entraba con refuerzos sim permitir que Regan pudiese escapar.


-Lo siento, pero Genovese paga muy bien -se mofó. -De todos modos ya acabaron con el un modelo y pronto el único testigo también será exterminado.


-¿Qué puedo decirte?. El estado no me paga lo suficiente.


-Cállate de una vez antes de que meta una bala en tu cabeza -le advirtió Lennox conteniendo su ira.


Carter se acercó, esposó a Regan y se la llevaron. Contactaron a Asher y le comunicaron que tenían al espía, ahora debían coordinar con SWAT el rescate del joven modelo.


Tenía sed, hambre, estaba cansado y adolorido. Le había golpeado al traerlo aquí y no sabía por qué milagro aún no le había matado. No pedían rescate por él así que no tenía idea para qué le mantenían con vida si la mitad de su vida ya se había marchado cuando Genovese le confirmó la muerte de Jin. Había llorado y gritado lo que provocó que los bufones de Salvatore lo golpearan. Al menos sabía que tenía una costilla rota ya que cuando tomaba aire realmente le dolía.


El no quería seguir vivo si Jin ya no estaba en este mundo, no podía. Quería volver a Harper, quería comer pescado frito y papas en el restaurante de Marjorie y Doris, pasar por la confitería de Bernard y llevar naranja y lima confitada para que Jin le hiciera muffins, quería volver a ver los remates en la bodega de Herman, sentarse en la sala de Sarah junto a Cindy para la degustación de quesos y embutidos ahumados, sólo quería volver a los brazos de Jin, al sol de las mañanas en la montaña, ver a Bo correr con Teo y Leroy en el prado de la granja y ver a Taquito en su nueva casa dormitando en la cornisa de la ventana.


Había desperdiciado tiempo valioso alejado de el único hombre que había adorado, que amaba incluso sabiendo que estaba muerto.


Cuando escuchó la puerta donde le tenían oculto trató de enderezarse pero un puntapié en el abdomen le quitó el aire, con los ojos vendados y maniatado no podía defenderse. Una nueva patada hizo que un grito desgarrador escapara de sus labios. Las costillas le pulsaban y se sentía mareado. Una mano jaló su cabello y un puño se estampó en su rostro haciendo que vieran luces en medio de la oscuridad.


-È giunto il tuo momento, maledetto bastardo.


El frío metal del cañón de un revolver se asentó en su cien, conteniendo la respiración pidió al cielo que le reuniera con su amado, pero hubo un fuerte ruido de cosas cayendo, disparos y de repente una voz que él conocía, Timothy Carter.


-FBI, baje el arma ¡Ahora!.


Siiiiiii, llegaron a tiempo.
Pobre mi Kookie🥳🥳🥳
Nos leemos mañana 💜 no se olviden de votar gente linda.

MAL DÍA PARA VERTE (JINKOOK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora