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ACT 01 / DEATH FIFTEEN people to trust
—¿Qué opinas del Diez de Corazones? —le había cuestionado Kinoko a Niragi, tema que se le había quedado en la mente desde la última reunión.
—¿Ah? ¿Por qué la pregunta?
—¿Me crees si te digo que nunca he jugado uno de corazones? —preguntó, desinteresada—. Sería interesante que el Diez de Corazones sea el primero. El Sombrerero está desesperado por encontrarlo.
—Supongo que no será tan difícil. Los juegos de corazones son tonterías —comentó el chico, haciendo una mueca—. La gente los exagera demasiado. Nada de que preocuparse.
—Lo sé, pero... —Por alguna razón, ella tenía un mal presentimiento al respecto. Sus labios se apretaron en una mueca, desviando su mirada—. Nada.
—¿Pero?
—Es que algo raro pasa —explicó en un susurro—. Sólo nos falta el Diez de Corazones. ¿Por qué no aparece?
—Tal vez debemos cumplir alguna condición como dijo Ann —señaló Niragi vagamente.
—¿Cómo cuál?
—No lo sé. Nadie debe saberlo. —Se encogió de hombros. A Kinoko le incomodaba verlo tan despreocupado.
Aún así, asintió con la cabeza y quiso despreocuparse también.
—Acompañaré al Sombrerero a cualquier juego al que vaya. Le ayudaré a encontrar el Diez de Corazones —demandó, decidida.
—¿Por qué? No hace más que humillarnos.
La expresión tranquila y monótona de Kinoko cambió a una algo enojada, frunciendo sus cejas.
—¿Eso piensas de él?
—Es la verdad.
—No, Niragi. Sólo nos detiene cuando nos estamos sobrepasando. Está bien —dijo, en tono serio—. Si para ti ser militar de La Playa es intimidar a los más débiles pues deberías dejar tu papel como tercero al mando.
Niragi se quedó callado unos momentos, atónito.
—¿Cómo dices?
—Somos militares para proteger La Playa y a las personas de aquí. ¡Tú eras de los débiles, Niragi! ¿Cómo te convertiste en esto? —Sintió su corazón pequeño al gritarle, recordando su pequeña conversación en el Seis de Picas.
