A la mañana siguiente no hice más que agachar la cabeza y tragarme las lágrimas. Mis amigas me preguntaban, se imaginaban que había ocurrido algo con Alonso, pero yo no decía palabra, aun no estaba preparada para hacerlo, no podía.
Y al salir de clase, el primero con el que me tenía que cruzar, tenía que ser él.
Alonso me ignoró por completo, pero yo no podía dejar las cosas así
entre nosotros. Me hice fuerte y lo paré, interponiéndome en su camino.
-Déjame explicarte, Alonso
-¿Explicarme el qué?-Preguntó molesto-¿Qué rompiste la promesa?¿Qué has buscado a otro
que pueda ocupar mi lugar? No, gracias-Se hizo a un lado para evitarme, pero volví a plantarme
frente a él, también molesta por la actitud que había adoptado.
-Si no quieres escucharme, me parece perfecto, pero no me juzgues cuando no soy la única que
ya no lleva el collar-Lo acusé señalando su cuello Alonso me miró a los ojos de una manera tan profunda que comencé a creer que pronto tendría
que tragarme las palabras. Se llevó las manos al cuello y una de ellas la metió dentro de la camiseta que llevaba bajo la chaqueta gris y...
¡Mierda! Sacó el collar.
El mundo se me vino encima. En aquel momento me sentí la peor persona del mundo. Ya me había
quedado claro. Mi actitud se había vuelto tan derrotista ante el tono severo de Alonso que el golpe vino directo hacía mi.
Alonso me miró dos segundos más y se dio la vuelta, encaminándose
contrariamente a mí.
-¡ALONSO! ¡ALONSO, ESPERA!-Corrí y lo tome de la mano, pero se soltó con desprecio.
-No, _____. Ya he esperado dos largos años, y ahora sé que no vale la pena seguir haciéndolo.
Se arrancó el collar del cuello con fuerza, cosa que me puso la piel de gallina, y me provocó un nudo en la garganta.
Después tomo mi mano con delicadeza, y depositó el collar en ella.
Una lágrima cayó por mi mejilla y al ver eso, el rostro de Alonso dejó de mostrarse tan duro para
tornarse sensible como siempre había sido. Me limpió la lágrima con su dedo pulgar. Cerré los ojos y después lo escuché decir:
-Lo siento...pero... Donde quedo nuestra promesa?
Y se alejó, dejándome destrozada por completo, pero él no tenía la culpa.
-No...-Dije en un tono suficientemente bajo como para que nadie me escuchara-soy yo la que lo
siente, Alonso.
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Diez minutos después, jugaba con un bolígrafo en medio de clase con los ojos llorosos. Fride,Krissell, Valería (Quien pareció resultar que
también se encontraba en la escuela, pero debido a su problema con la pierna no pudo asistir los
primeros días) y Mafer me habían intentado animar, pero no había manera. Ni siquiera me consolaba
haberme colgado el collar que le regalé a Alonso en el cuello. No servía de nada, pero esta vez iba
a ser precavida y me iba a preocupar de no perderlo.
-Chicas-Habló la profesora-Tengo algo que deciros.
Todas prestamos atención, yo tratando de olvidarme del chico del que realmente estaba enamorada. Alonso.
-Este sábado se celebra una audición donde actúan varias de las estrellas que tenemos en esta escuela. Entre ellos, CD9 y...-No pudo ser de otra manera, tuvo que decir algo que
involucrara a Alonso, genial-Y después de haber estado examinándoos a todas durante estos
primeros días, hemos decidido que como los chicos necesitan la atención de unas buenas
maquilladoras y estilistas, las más calificadas los acompañaran al evento. Y son...-Miró unas hojas
que tenía sobre la mesa-Krissell, Valería, Mafer, Fride y ______.
-¿Q...Que?-Conseguí decir cuando mi corazón se había vuelto a parar al oír mi nombre.
-Sí, ______. Ustedes van a ser las maquilladoras
de Alonso, Bryan, Freddy, Alan y como Jos -Y nos
regaló una sonrisa que todas le devolvieron excepto yo.-Ahora la rayis tendrá que pasar tiempo con loncho a fuerzas e.e pero loncho no la quiere ni ver