Examinó la caja, cuadrada, de metal y llena de polvo. Podría llevar allí arriba más de un año. Sopló un poco expulsando el polvo que había sobre ella y luego trató de abrirla. Ejerció toda la fuerza que pudo y consiguió quitar la tapa, dejando ver el interior. Todo su ser se paralizo, el pulso le fallaba. Todo su cuerpo comenzó a temblar. Metió una mano dentro de la caja y sacó una de las millones de cartas que había en el interior. Temía ver el remitente y el destinatario y que fuera la persona que ella imaginaba. Cerró los ojos y trató de calmarse, Seguro que solo eran imaginaciones suyas. Volteó el sobre y lo cogió entre ambas manos, lista para saber quién
Mandaba y a quien estaba dirigida la carta.
Destinatario: ____ ____ ____.
De: Alonso Villalpando Camarena.
Su corazón dio un vuelco y los latidos de su corazón se volvieron frenéticos. No podía creerlo, Las lágrimas empezaba a acumularse dolorosamente en sus ojos y no tardaría mucho en que convertirían su fina y cuidada piel en un trozo de carne corrompido por el frío.
Extirpó un lado de la carta con dificultad y tan cuidadosamente como pudo sacó el papel doblado que se encontraba en su interior. Lo desdobló y notando como las lágrimas empezaban a rodar a partir de sus ojos empezó a leer.
**Querida ______,
Ya han pasado cuatro interminables meses desde que te marchaste. No puedo creerlo… No te haces una idea de lo que te extraño, de verdad. Cada uno de tus abrazos, cada una de tus caricias, todos tus besos, tus palabras… Me hacen mucha falta. Te necesito conmigo.
Sé que prometimos no dejar de querernos, que yo te esperaría y tú tendrías la paciencia necesaria para esperar a volver a verme. Sin embargo, esta última semana no recibí ninguna carta procedente de Londres. Quizás estás empezando a olvidarme y… Y si es así, quiero que me lo digas. No quiero que se vaya creando un espacio entre nosotros hasta que acabemos como dos desconocidos de la calle. Si esto va a terminar, quiero que termine por lo sano.
Oh, ____. Espero que nada de esto tenga que pasar. Ojalá y la carta se haya desviado. Dime que aún me quieres. Aunque solo sea eso lo que me escribas. Escríbeme y mándame un trozo de papel en el que pongas: “Te quiero, Logan”. Será suficiente para mí, porque yo nunca dejaré de quererte.**
____ dejó caer la carta y se llevó las manos a la cara, ocultando el rostro en ellas y llorando desesperadamente.
Logan no le había mentido, nunca lo había hecho. Siempre había estado allí por y para ella. Desde el principio hasta el final. Desde aquella noche de verano en la cual le había regalado su primer beso hasta el momento en que le señaló la puerta para que saliera por ella y se marchara de su vida… Ella era la culpable de todo, ella se había equivocado, le había roto el corazón cuando no quería hacerlo, luego había vuelto causándole más daño y se había ido sin siquiera pensar en las consecuencias.
Las consecuencias… Ahora estaba en Londres, sola, con Leonardo y Tom. Ellos dos habían sido quienes habían cogido sus cartas antes de que las mandara, ellos habían sido quienes habían cogido las que llegaban procedentes de Estados Unidos antes de que ella pudiera saber de su existencia. Y ellos…
Su corazón se encogió y volvió a dar un vuelco de trescientos noventa grados cuando visualizó una cajita al fondo de la caja, en una esquina. Sintió un nudo en la garganta y como su respiración comenzaba a fallar. Toda la culpabilidad que había sentido desde hacía años iba a convertirse en rabia y furia de un momento a otro. Estiró la mano y sacó el pequeño paquete.
En cuanto lo abrió se encontró con su collar. El collar que Logan le regaló. Aquel en el que estaba inscrita la palabra ‘amor’ y que le había sido otorgado para no olvidar jamás todo lo que su corazón sentía por aquel chico de ojos color café.
Con el pulso a mil por hora dejó el colgante a un lado y cogió otra carta del montón, abriéndola con nerviosismo y rapidez. Leyó.
Destinatario: Alonso Villalpando Camarena
De: __ __ ___
**No recibí tu carta semanal, Alonso. Pero no importa. Imagino que se habrá desviado y habrá ido a parar a otra parte. Sería gracioso imaginarse la cara de alguien leyendo nuestras cosas, jaja. ¿Sabes qué? He conocido a un chico. Bueno, no es un chico, es más bien un hombre, tiene 23 años y es ‘mi jefe’. Creo que te mencioné en dos cartas atrás que estoy trabajando en una pequeña empresa de modelos haciendo prácticas como maquilladora. Es increíble, dice que soy muy buena y que tengo mucho futuro en el mundo del estilismo y estas cosas. ¿No es genial? Estoy muy contenta. No sabes cómo desearía que estuvieras aquí para poder compartir contigo toda esta alegría.
Te echo de menos, Alonso… Necesito que vuelvas a avivar mi esperanza de que no queda tanto para volver a vernos. Espero tu próxima carta, ¿sí?
Tu princesa, quien te quiere mucho **
Allí estaba la razón a la pregunta que ___ se hizo cuando Alonso conoció a Nick. ¿No lo recordaba? Ella le había hablado de él en sus cartas pero… Esas no habían llegado a él. La sangre le ardía en las venas. Tuvo el valor de coger otra y continuar leyendo.
Destinatario: Alonso Villalpando Camarena.
De: __ __ ___
**Alonso por favor, contéstame. Hace tiempo que no sé nada de ti y temo que esté ocurriendo lo que ninguno de los dos queríamos. La distancia se está haciendo con nosotros, con nuestro amor. ¿Dónde quedo nuestra promesa? ¿Ya no me quieres? ¿Tan poco te importo para que no te molestes ni un poquito en tomar algo de tu tiempo y escribirme una sola palabra en un trozo de papel?
Te lo suplico. Escríbeme, respóndeme. Dime que esto no ha terminado.**
La tiró a un lado y cogió otra:
Destinatario: Alonso Villalpando Camarena.
De: __ __ ___
**Creo que no servirá de nada decirte que llevo varias semanas llorando porque imagino que todo lo que sentías por mí ya está más que olvidado. Enterrado. No has vuelto a escribirme, no me has mandado ninguna carta, no me has contestado las que yo te envié, parezco un amor olvidado para ti, un fantasma que vive a kilómetros y kilómetros de Alonso Villalpando… Quizás ya has encontrado a alguien que reemplace mi lugar. ¿Es así? Oh, para que preguntar. No vas a contestar…
Si no me equivoco y no voy a volver a recibir ninguna carta procedente de México, te prometo que dejaré de molestarte. Solo te escribiré una carta más. La última carta. Después, daré todo lo que creció entre nosotros por terminado.
Pero no olvides que te quiero, Alonso.**
Siguiente carta:
Destinatario: Alonso Villalpando Camarena.
De: __ __ ___
**Bien. Esta… Esta es la carta de despedida, Alonso. No creo que volvamos a vernos más. Supongo que lo nuestro no fue más que un simple y pasajero amor adolescente. Creíamos que nuestra relación podría con todo, que llegaríamos a convertirnos en personas maduras, que seguiríamos juntos cuando termináramos nuestros estudios, que cualquier día entrarías por la puerta de casa con una pequeña cajita en la que habría una anillo que pondrías en mi dedo anular y que entonces yo te diría que ibas a ser papá de dos hermosos bebés pero… Eso no es lo que va a pasar. Está claro que nos confundimos al pensar que lo que sentíamos el uno por el otro era mágico y diferente a lo que los demás adolescentes sentían. Está claro que me has olvidado y nada de lo que te escribo en esta carta va a importarte, así que… Bueno, lamento que haya ocurrido esto entre nosotros. Lo siento, de verdad. Te prometo que voy a olvidarte y trataré de seguir con mi vida si eso es lo que tú has hecho con la tuya. Te deseo lo mejor.
Adiós, Alonso. **
____ se maldijo a si misma mientras creaba un mar de lágrimas a su alrededor. Se pasó la manga del jersey por debajo de la nariz y dejó escapar dolorosos sollozos por su garganta. Revolvió entre las tantísimas cartas que había allí y cogió otra al azar.
Destinatario: ____ ____ ____.
De: Alonso Villalpando Camarena.
**Mi vida, no he recibido ninguna carta desde hace casi dos meses. ¿Qué está pasando? ¿Estás bien? Tengo miedo, ¿sabes? Tengo miedo de perderte. Mucho miedo de que dejes de pensar en mí, de que te olvides de lo que te llego a querer. Que te olvides de que sigo aquí, esperándote, para siempre.
Escríbeme pronto, por favor. Si no sé nada de ti me siento vacío y sin fuerzas para nada. Necesito tan siguiera una noticia tuyas. Pensar que quizás te ha podido pasar algo me mata. No me dejes.
Te amo, ___.
Alonso**
Destinatario: ____ ____ ____.
De: Alonso Villalpando Camarena.
**Cinco meses, ______. Llevo cuatro malditos meses escribiéndote día y noche y esperando con ansias al cartero cada mañana para que mencione mi nombre y me diga que tengo una carta procedente de Londres, pero no es así.
Así que está será la última carta que recibas desde México . No quiero seguir molestándote cuando lo más probable es que ya te hayas olvidado de mí y hayas empezado una nueva vida lejos de lo que tenías aquí.
Pero quiero que te quede clara una cosa: NUNCA dejaré de quererte. NUNCA dejaré de esperarte. Porque si algún día cambias de opinión y decides volver y recuperar lo que dejaste aquí, yo estaré para recibirte con los brazos abiertos. Simplemente porque… Bueno, quizás ya es demasiado tarde para decírtelo pero creo que estoy realmente enamorado de ti. No de esa manera en que pasas unos buenos momentos con alguien, que tienes largas sesiones de besos, que pierdes tu virginidad y que meses más tarde todo termina. No. Estoy enamorado de ti de tal manera que quiero tenerte para el resto de mi vida, quiero casarme contigo y formar una hermosa familia como habíamos soñado siempre… ¿Lo recuerdas? Todos nuestros sueños y metas juntos. Lo quiero todo contigo y siempre lo querré. Lástima que tu no… Solo recuérdalo. Te amo, _____.**
-Oh, Dios mío…-____ se llevó una mano a la boca y contuvo el montón de lágrimas que se le venían encima. Comenzaba a marearse. Todo aquello era demasiado para ella. Saber que Alonso no se había dado por vencido la rompía por dentro. ____ había hecho todo lo contrario, había dado por perdido su amor cuando él no lo había hecho, y después de su confesión, no podía tragarse la idea de que estuviera sentada en la cama de dos hombres que habían sido los culpables de que su relación con Logan se acabara. ¿Cómo había sido tan pero tan jodidamente estúpida? ¿Pensar que un chico tan perfecto como Alonso había dejado de escribirle? Imposible. ¿Dejar que un amor tan grande desapareciera? Eso solo lo haría una *******…
Se levantó deprisa de la cama, con las piernas flaqueándole, con el pulso temblándole, sintiendo como la cabeza le daba vueltas de un lado a otro y sin parar. Buscó su móvil en la chaqueta que había colgada en una silla y regresó, sentándose en el borde de la cama para mantener el equilibro. Su respiración estaba agitada y su corazón latiendo más rápido que una locomotora, Si no conseguía calmarse sufriría un infarto.
Marcó el número de teléfono de Alonso y se llevó el móvil al oído.
-Vamos, Alonso, por favor, contesta, Te necesito…-Lloró.
En ese momento, pudo oír como la puerta de casa se abría. El celular resbaló de sus manos y cayó al suelo y se fue bajo la cama. Se levantó de la cama por la sorpresa y abrió bien los ojos.
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Chicas!! Capitulo extra largo, pero un poco aburrido les prometo de que los próximos serán mucho mucho muchooo mejor Espero y les guste❤