Mamá y Blanca estaban organizando todas las comidas
cuando salí por la puerta que daba a mi gran patio. A mi lugar seguro.Pensando en él me puse un vestido azul suelto, corto, veraniego y algo escotado con la esperanza de que algo en mí llamase su atención.Pero él aún no había llegado y en la gran mesa blanca, entre árboles, flores y sillas, estaba Mael.
-Como has crecido- me abrazó de lado.
-¿Va a venir Hugo?- pregunté.
Notaba como mi sangre subía por mis cachetes y miré hacia un lado para que Mael no se percatara.
-Sí, se ha quedado con sus amigos, ahora vendrá- rió-.Que bonita amistad teneis.
Amistad.
Mael soltó mi cintura dejándome ir camino al baño.Entré, cerré el cerrojo y me senté con las manos sujetando mi cara.
¡Va a venir ,Violeta!¡Viene a verte soplar las velas!
Mi corazón bombeaba soñando con verle aparecer por la puerta.Atenta de cada mínimo sonido imaginando que eran sus pisadas, su risa o su bienvenida. Pero no sonaba así que decidí ayudar a Blanca y a mamá con la comida.
-Hola Violeta- me sonrió Blanca-. Que guapa estás, tendrás muchos pretendientes.
Blanca, ¿acaso no ves que solo tengo ojos para tu hijo?
-Seguro-sonreí.
-Violeta, ve llevando los platos, las bebidas y la tarta a la mesa- me tendió Aura mi tarta.
La tarta era una tarta de chocolate y galleta, la favorita de Hugo.
***
Estábamos todos sentados en la extensa mesa, con mi tarta en frente, mamá a un lado y Mael al otro.Pero una silla faltaba.
El timbre sonó y mamá se aproximó a la puerta para abrirla y entonces oí su voz, sus pasos y más tarde lo ví entrando por la puerta del patio. Todo olía a su perfume.Estaba tan guapo… su camisa blanca, sus vaqueros azules y su pelo peinado.
¿Se habría arreglado para venir conmigo?
-Pero bueno, que guapo viene Huguito- exclamó mi abuela desde una parte de la mesa.
Sus ojos pasaban por todos los de la mesa hasta que llegó mi turno y…. se fijó en la tarta.
-Mi tarta favorita- se deslizó hacia una de las sillas.
“Pasa bonita” escuché a mi madre hablar desde el pasillo. Tras ello, una chica alta delgada, de pelo negro liso y ojos oscuros se desveló en la puerta.La chica se quedó inmovil observandonos a todos hasta que observó a Mael con mirada matadora el cual comía tarta con tranquilidad.
-Ah, sí, esta es Noelia,mi novia- siguió comiendo.
Mi novia, novia, novia,novia.
El mundo se paró cuando escuché a todos reír y alegrarse por la noticia.
Novia, novia, novia.
Mi barbilla y entrecejo temblaba a la vez que mis ojos se humedecían. Mi corazón me dolía y de repente mis ojos claros, mi pelo rubio y mi tez clara me pareció simplemente horrenda.
Cerré mi escote con ambas manos, salí del jardín con varios ojos clavados en mi espalda y volví al cuarto de baño.
Cuando mi rimel se deshizo y mi pelo se despeinó, salí del baño y subí las escaleras camino a mi habitación. Sus paredes azules pastel se caían bajo mí y me percaté de que ya era de noche y nadie se había dado cuenta de mi desaparición en mi propio cumpleaños.
El bullicio aún se escuchaba en la parte baja cuando escuché unos pasos ascendiendo por la escalera.
-Amor, amor, amor- sonrió mi abuela desde la entrada de mi habitación-.Felices dieciséis, chiquitita.
Mi abuela cerró la puerta y yo volví a hundir la cara en la almohada para llorar hasta que me quedé dormida.
Mi novia, novia,novia,novia.
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Contigo, siempre Contigo
Teen FictionVioleta y Hugo se han criado juntos, como hermanos. Pero Violeta siente algo más.