Contigo, siempre Contigo

CAPÍTULO 26 *Violeta*

-MAMÁ-grite y me tiré al suelo junto a ella-.MAMÁ.

-Hija- se quitó la manos de la cara.

Estaba llorando, temblando, con miedo. Mucho miedo.

-¿Qué ha pasado?

-No, no lo sé.

Estiré de los brazos, recibiendo sus manos como respuesta y la levanté.Aún llevaba el pijama.

-¿Estabas durmiendo?

-Sí, al levantarme estaba todo así.

-¿No has escuchado nada?

-Claro, al romper los cristales me he levantado….

-.... pero ya había escapado- intenté tranquilizarme-. ¿Falta algo?

-Dinero- contestó llorando.

-¿Mucho?

-Bastante.

No me lo podía creer, esto era una pesadilla.

-Tenemos que llamar a la policía, ver si algún vecino tiene cámaras o algo..- empecé a pasear por la casa.

-NO- contestó casi gritando mi madre.

No comprendía nada.

-¿Por qué?

-Porque sé quién es.

Me estaba estallando la cabeza.Todo esto era completamente surrealista.

-¿Y quién…- mamá empezó a llorar descontroladamente.

-Tu padre…. se ha divorciado de su mujer.

-¿Qué?

Me miró seria.

-Jaime consume drogas y ella ya no podía llevar ese estilo de vida.

Miré a la cocina donde estaba todos los trapos sacados de un solo cajón. El cajón del dinero. Quien haya robado sabía donde estaba el dinero.

-Ha sido Jaime, ¿verdad?- mamá volvió a llorar sin control-.Joder…

Ambas nos sentamos en el sofá.Ella llorando sin parar, y yo asimilando todo lo que había pasado en menos de veinticuatro horas.

-Desde que le detectaron el cáncer a Blanca…. todo es una mierda. Una rotunda mierda.

El mundo se cayó a mis pies.

-¿Qué?-apenas susurré.

-Joder- mi madre se percató de lo que había dicho.

-Mamá, suéltalo. Ya.

Aura me cogió la mano pero rápido se la solté.

-Di, me, lo.

Me miró seria y se acomodó en el sillón.

-Blanca desde hace bastantes meses tenía un gran dolor de barriga, que se extendía hasta la espalda incluso. Vomitaba mucho y perdió mucho peso.

En ese momento se me vino a la cabeza la Blanca de mi cumpleaños. Muy delgada.

<< Fue al médico pero solamente le mandaban alguna pastilla o decían que era algún virus.Es cáncer de páncreas, muy avanzado y no local.

Una lágrima se desplazaba a toda velocidad por mis mofletes.

-¿Por qué no me habías dicho nada?

-Porque Blanca quería que la siguieseis viendo igual.

-¿No va a tener quimioterapia?

-Es muy avanzado, se ha planteado la cirugía pero se ha extendido  incluso por la sangre. 

Lloramos en silencio hasta que en apenas un murmullo dije:

-¿Y Hugo?

-Vino ayer, supongo que se lo dirían.

Quedamos otros instantes en silencio hasta que saqué mi móvil y marqué un número.