CAPÍTULO 20 * Violeta*

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-Hola, mamá.
-Hola, Vio. ¿Cómo vas?
-Bien, he tenido mi primer día de bachiller hoy.
-Y,¿qué tal?
-He escuchado la palabra EVAU mínimo veinte veces- se rió.
-Y las que te quedan,corazón.
-¿Y tú?
-Yo voy ahora con Blanca a hacernos las mamografías,que nos han llamado.
-Ah, pues entonces os dejo. Mucha suerte.
-Gracias hijita.
Dejé el móvil a un lado de la mesa y comencé a escribir:
"Hola, Huguito.
Hace un mes que no nos vemos y no sabes lo que he extrañado no verte en las fiestas de pueblo de este año. Sé que estás muy bien con tus nuevos compañeros y en verdad, te envidio. Ojalá tener compañeros así.
Hoy ha sido mi primer día de bachiller y estoy bien, supongo. Empiezo desde cero pues no conozco a nadie pero no me puedo quejar. Por cierto, creo que se me olvidó comentarte pero Raid se ha mudado al mismo piso que yo, vive justo en frente. Le propuse quedarnos en la misma habitación pero tiene todo el sentido que se vaya a otra.
Te echo mucho de menos, lo que daría por verte ahora mismo...
Te quiero más que ayer pero menos que mañana."

*Hugo*
No tenía ni idea de en el lío que me estaba metiendo, pero mis queridos amigos han sido los culpables.
-Vamos a ver Pablo, por dios. Estamos en Badajoz, esto no es ningún Nueva York como para que no sepas usar el google maps- se quejó Alba.
-Hazlo tú, lista.
-Lo tienes puesto para coche, cateto.
-Mario, ¿cómo la aguantas?
Alba con su pelo rubio liso ya iba calle arriba .
Tras aquella llamada, no paraban de decirme que debía volver a llamarla, debía visitarla.... Pero ayer, cuando me lo dijeron por última vez y me negué, se volvieron locos y planearon el viaje para hoy.
- Por ahí está el conservatorio donde va ella pero según nos ha dicho Aura, su piso está por allí- bajó otra calle llena de tiendas.
-A la madre la tienes de tu parte,¿eh?- dijo coqueto Mario.
Las manos me sudaban, no solo por el calor que hacía si no por los nervios y la emoción de volverla a verla. Joder, que ganas de ver de nuevo sus ojos. Y eso, que solo había pasado un mes.
-Y ese es el bloque, ¿qué número te dijo que era?
-El 2A.
Al entrar vimos los buzones de todos los pisos. El rellano era pequeño y con escaleras de mármol.Ni siquiera había ascensor aunque sé que Vio con su miedo no lo habría usado.
Todos subieron antes porque yo antes de subir, metí treinta cartas en su buzón.
-Toca- me indicó Alba una puerta de madera.
-¿Qué le digo?- dije secándome las palmas de las manos.
-¿Hola?- contestó Pablo-.Tanta carrera y no sabe ni hablar.
-Muy bien pero os echáis por aquí para no asustarla y después ya salís-les indiqué.
Todos siguieron mis órdenes y se escondieron tras la pared.Respiré profundamente y me dispuse a tocar, fracasando en el intento y haciéndolo tan bajo que ni lo oyó.
-Illo, vaya gente más debilucha- Pablo se aproximó a la puerta y tocó tan fuerte que se oyó en todo el bloque.
-Me cago en...- me quejé observando cómo se iba de nuevo a su lugar.
-¿Hugo?
La miré, llevaba un conjunto gris, su pelo rubio suelto y sus ojos más brillantes que nunca. Nos quedamos mirando unos segundos.
《Me muero por besarla》
Fruto de mis pensamientos, di un paso en silencio, quedando a escasos centímetros de ella.Sus ojos se giraron hacia arriba donde yo estaba. Sus ojos claros seguían tal y cómo los recuerdo. Una sonrisa de paz se formó en mis labios de verla.
Y me besó.
Fue algo rápido, algo imprevisto. Colocó sus manos en mi pelo y me empujó hacia atrás cerrando la puerta a su paso. Fue un beso apasionado, el más apasionado de mi vida.
Joder, cuanto la quería y cuanto la echaba de menos. Quería perderme en esos ojos el resto de mi vida y que la única música que escuchase fuese la suya.
Mis manos se deslizaron quedando en la parte baja de su espalda, donde la subí y rodeó sus piernas alrededor de mi cadera y la senté en la mesa de la cocina.El beso no perdía intensidad durante unos cuantos minutos hasta que separamos nuestros labios y nos volvimos a mirar juntando nuestras frentes.
-Te he echado tanto de menos..- murmuró.
-Y yo Vio, y yo.
Rió y se bajó de la mesa, dejando un poco atrás ese ambiente que ambos habíamos formado.
-Esto...-comencé-. Te tengo una sorpresa.
Ella sonrió y abrí la puerta.
Tras ella estaban los tres con cara de estupefactos.
-Joder Hugo, menos mal que era tu ex- se quejó Pablo-.Has dejado en ridículo hasta a estos dos tortolitos- señaló a Alba y a Mario.

Contigo, siempre ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora