El viaje se me hizo eterno, solo pensando en el adiós. En el maldito adiós que separaría nuestras vidas, para siempre o no.En esa palabra que me separaría de ella, de una persona tan buena, de una buena amiga.
Para consolar mi ansiedad decidí meterme en su Whatsapp y revisar por milésima vez en el día su perfil. Observar su largo pelo negro, sus piernas fimes, su tez blanca.. pensar que la iba a perder me destrozaba…
Me metí en su chap y decidí hablarle.
Hugo:Holaa,¿qué tal?
Noelia:Hola, bien. Arreglándome para ir con mis amigas.
Hugo: Que os lo paseis bien.
Noelia:¿Al final dónde vais a ir?
Hugo:A Málaga como casi siempre.
Noelia:Sigo sin entender qué es lo que tiene tu padre y Aura con Málaga.
Hugo:Yo tampoco lo entiendo.
Había un muro entre nosotros, un adiós aún no pronunciado, un futuro creado. Un nosotros fugaz.
Noelia:Faltan 2 semanas.
Hugo:¿Me echarás de menos?
Noelia:Cada minuto.
Hugo:Te quiero…..
Noelia:... más que ayer pero menos que mañana.
Dejé el móvil a un lado y me fijé en la ventana.La playa se aproximaba a lo lejos y cuando más cerca la ví, salimos del coche y nos dirigimos al hotel.El mismo hotel de siempre, las mismas habitaciones de siempre, la misma compañera de habitación de siempre; Violeta.
Quinto piso, por las escaleras porque a cierta señorita le daban miedo los ascensores. Violeta era.. mi hermana, mi compañía, mi mejor amiga. Hacía años que no éramos lo mismo, ya no sabía cual eran sus gustos musicales aunque a menudo la escuchase repetir una y otra vez las canciones de Mamma Mia. Ya no sabía cómo era su habitación hasta que el día de su cumpleaños fui a visitarlas tras su ausencia y la vi dormida. No sabía quién era el chico que ocupaba sus sueños, ni siquiera cuál era su nuevo instrumento.Algo nos distanció, llamemoslo adolescencia o simplemente, vida.
-Bienvenida a casa de nuevo- entré en la habitación.
La misma de siempre, paredes blancas con cuadros antiguos, un salón, una cocina, dos cuartos de baños, dos habitaciones, una terraza con vistas al mar y aún así, dormíamos en la misma habitación.
Violeta llevaba uno de sus vestidos largos tan característicos en ella y su pelo ondulado suelto cuando abrió la puerta de la terraza y el viento junto al olor del mar nos azotó en la cara.
El atardecer se escondía en el fondo y nosotros, con una manta compartida en las piernas, sentados en dos sillas de plástico, veíamos como caían lentamente los colores y todo se volvía oscuridad.No compartimos palabras, pero si momentos antes de que Aura llamase a la puerta diciendo que era la hora perfecta para ir a la playa de noche.
Sin más, dejamos las maletas en nuestra habitación, nos pusimos nuestros bañadores bajo la ropa y entre risas y anécdotas, llegamos al mar.
El agua estaba fría y el cielo oscuro apenas iluminados con algunas estrellas que iluminaban las olas que el mar nos compartía. Todos, nada más llegar decidieron entrar en el agua pero algo en mi interior me abrumaba y no me dejaba disfrutar, hasta que escuché una notificación en el móvil.
Noelia: Te conozco lo suficiente como para decirte que disfrutes y que aproveches para ir buscando a alguna moza para cuando yo ya no esté.
Mis labios dibujaron una sonrisa triste y tras ello, dejé el móvil encima de una roca, tiré la camiseta a un lado y corrí al mar.Las olas chocaban contra mí y las risas cada vez eran más fuertes, sobretodo cuando cogí a Violeta en peso, dando vueltas con ella en el agua, salpicando y jugando con ella.
Nadamos hasta que los labios se nos pusieron lilas del frío y con el viento del fondo, volvimos a la orilla.
Con la toalla entorno a los hombros, sentados en la arena y observando como mis padres seguían jugando en el agua, Aura habló:
-Sois tan jóvenes, tan aventureros, salvajes...sois tan maravillosos.
-¿A qué viene esto mamá?-preguntó Violeta.
-A qué tenéis toda una vida por delante, llena de momentos, vientos, playas, estrellas, farolillos y mucho, mucho amor.Disfrutadla, que pasa rápido.
En ese momento, no entendí absolutamente nada de lo que Aura dijo, pero tenía tanta razón… amor, playa,farolillos, estrellas,luna....amor.
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Contigo, siempre Contigo
Teen FictionVioleta y Hugo se han criado juntos, como hermanos. Pero Violeta siente algo más.