capitulo XXII

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- Para mi flor de granada. Shadow, te veías muy hermoso con tus nuevas vestiduras, espero te gusten las flores. Atentamente, tu diente de león. - hubo un momento de silencio entre los dos hermanos al leer la nota.

- ¿Solo eso? - pregunto el menor.

- Si, solo eso dice. - dijo volteando la nota pero no había más.

- ¿Diente león? - lo pensó el de vetas verdes, cuando cayó en cuenta de quién se trataba abrió la boca sorprendido. - ¿¡El rey te está cortejando!? - grito emocionado.

- ¿Estas loco? - Mepchiles rió.

- La nota dice, diente de león. ¿A quien más le dices así? - Shadow quedó pensativo. - Supongo que ya acato su plan... - balbuceo llamando la atención del de vetas rojas.

- ¿Que plan? - pregunto. Mepchiles lo vio y luego rió.

- ¿¡No lo sabes!? - dijo entre risas.

- ¿De que estas hablando? - dijo frunciendo el ceño.

- Será mejor que lo descubras tu mismo. - volvieron a tocar la puerta. - ¿Si? - pregunto llegando hasta ella.

- ¿Esta Shadow? - Mepchiles vio a su hermano quien aún veía el ramo.

- Si. ¡Shadow te buscan! Volvere en una ahora. - le dijo, pero no obtuvo respuesta. - Pasa. - le dijo a la persona que tocaba.

La persona que buscaba a Shadow entro a la habitación después de que el de vetas verdes la dejara entrar y luego saliera de ahí.

- Shadow. - llamo y el azabache se volteo.

- Sonia... - dijo al verla.

- ¿Ahora si puedes hablar? - le pregunto con seriedad.

- Si, creo que si. - le dijo para señalarle que se sentará. - ¿De que quieres hablar? - se sentó al lado de ella.

- Sobre mi madre... - respondió Sonia sorprendiendo a Shadow.

- ¿No conoces a tu madre? - pregunto Shadow.

- ¡No! Digo si. - tartamudeo. - Solo quiero saber que oculta.

- ¿Oculta? - pregunto de nuevo el azabache.

- Si. - Sonia lo vio a los ojos. - ¿Cómo por que te odia? - Shadow guardo silencio.

- Créeme, también me gustaría saberlo. - respondió después de unos segundos. - Pero no lo se.

- ¿Enserio no sabes nada? - Shadow negó. - Tiene que haber algo.

- ¿Por que no le preguntas a ella? - se encogió de hombros.

- Lo he intentado, pero nunca responde. - suspiro. - ¿Seguro que no hay nada?

- Casi no hablaba con tu madre desde que Jules la conoció, en mi conciencia ese odio surgió de la nada.

- ¿Como se conocieron mis padres? - pregunto Sonia.

- Esa pregunta si la puedo responder. - hubo un momento de silencio, pensaba en como empezar la historia. - Jules y yo éramos muy jóvenes, o al menos el lo era. Tal vez no lo sabes pero yo puedo controlar mi crecimiento, si yo quiero puedo verme más bajo que tú o más alto que tú y eso. Pero para hablar con Jules actuaba y me veía como un chico de su edad, ese día su padre tuvo que viajar y se lo llevó a el, tenía diecisiete años, Jules quería que yo fuera con el...

Así que acepte, su padre me odiaba así que me convertí en un pequeño insecto para ir con el, el viaje fue largo pero divertido. Cuando llegamos escapamos de los aposentos que le habían asignado y nos fuimos al jardín de ese palacio desconocido, el jardín era muy lindo, habían muchas flores y a Jules le encantaban.

ℜ𝔢𝔶... 𝑆𝑜𝑛𝑎𝑑𝑜𝑤 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora