Punto de quiebre

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Wooyoung rasguño la espalda mojada de San cuando este mordió su cuello con demasiada fuerza. Woo gemía y exhalaba suspiros cálidos que combinaban con el vapor de la bañera. El agua en ciertos instantes salpicaba fuera y ensuciaba el piso, se encargarían de eso luego.

-E-espera, n-no...-

-Woo vamos, no pasa nada- San le beso mordiéndole los labios y riéndose -No sabes cuanto te necesito-

-E-este es el baño principal, pueden oírnos-

-No pasa nada-

El par dentro de la tina de agua caliente se hallaba sentada en el centro estando Wooyoung arriba muy sujetado de sus pierna alrededor de la cintura de San. Sus cabellos pegados a la frente y el calor del lugar eran el entorno perfecto para que ambos se sintieran mas que cómodos y motivados.

San tomó el miembro de Wooyoung tocándolo por sobre la punta y besándose apasionadamente. Entre besos y caricias, el menor acaricio el cuello del contrario y retorciéndose para pegarse mas a el. Tenia razón, no importaba lo demás.Quería permitirse disfrutar de este día sobre todo porque su corazón le hacia pensar que era el mas bello de su vida.

San le amaba, le amaba en una forma que no pensó que fuera existente y menos en su realidad. Todo el día se la habían pasado acostados hablando de sus inquietudes, deseos y anhelos.

Uno de ellos, obviamente de parte del pelinegro, hacer libre a Wooyoung para poder hacer otras cosas como viajar, disfrutar la vida y quizá, solo quizá, pasar su vida en compañía mutua.

Y tan solo esa idea removió su ser como no tienen idea.

Pero bueno, por ahora quería sentirle, rozar su piel, besar sus labios. Que aquel contacto sensual le hiciera recordar que era suyo y nada más suyo. No como una propiedad ni como un objeto, sino más bien como su complemento, como su destino preciado.

-Ah...mmm- Wooyoung gimió al momento de sentir el miembro de su amado rozarse con el suyo, mientras que la mano del contrario les ayudaba para darse placer compartido sin dejar de besarse.

Se separó solo un momento, un instante quizá. Sus miradas se conectaron entre si, no dejando de sentir la atención de San allá abajo. Parecía que con eso se decían mil cosas y nada al mismo tiempo. Woo cerro los ojos inclinando su cabeza quedando a milímetros de los labios del pelinegro.

-S-san-

-Dime...-

-Te necesito tanto...-

-Mierda Woo- San soltó sus miembros y lo pego pecho a pecho acariciando su rostro y acomodando su alborotado cabello -No me digas eso que me vuelvo loco-

-Yo ya estoy loco por ti- Soltó Woo haciendo que sus alientos fueran mas calientes, San pareció transformarse en una persona impulsiva y lasciva, no en mala forma por supuesto.

De verdad estaba también loco por el y era muy probable de que fuera por amor.

Lo volteo, dejándolo apoyado en la orilla de la tina, sus dedos estaban rosados y pálidos, por la humedad del agua. ¿Cuanto tiempo llevaban ahí dentro?

Probablemente, no lo suficiente.

Se recargo sobre su espalda mientras besaba su nuca y con su pulgar acariciaba su mandíbula, Woo lo guio para moverlo mas arriba y meterlo a su boca, chupando el dedo con una vista que para Choi San, fue sumamente provocativa.

Si, ahora si no se contendría.

Tres de sus dedos ya estaban en su boca, ya estando lo suficientemente lubricados los saco para besarlo mientras esa mano bajaba a su propio pene. Lo rodeo para cubrirlo de aquel fluido que su querido Woo le había proporcionado amablemente y se puso bien tras el, comenzando a empujar.

Yours (Woosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora