¿Herramienta?

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El cuerpo sin vida de aquel esclavo estaba sobre la fría mesa de metal del sótano de la gran mansión Bang, frio y ya casi totalmente irreconocible.

Las heridas de la horrorosa desfiguración solo delataban el arte de alguien desquiciado, o quizás alguien lo suficientemente desesperado que anhelaba zafarse de su tétrica y pútrida vida.

Claro que esto, ninguno de los que estaban en la sala lo sabían.

-¿Para que querías que viniera?- se quejó el pelinegro mientras se tapaba la nariz y sacudía la cabeza -huele a mierda pura y no sé que otra porquería más...-

-Perdone señor, pero me dijo que si encontraba algo le avisara, por eso quise que viniera- dijo el anciano SL mientras se reverenciaba varias veces.

-Pues más te vale que sea bueno o te mandare a azotar- El viejo hombre llevo a su amo mas cerca del cadáver, que parecía mas bien carne molida -y bien? Que es eso tan importante que quieres que sepa? -

-Estuve haciendo la revisión del cuerpo del joven- le dijo el esclavo mientras caminaba alrededor del cadáver -quise mirar el número de su código pero estaba cortado, lo que se me hizo muy extraño-

-¿Y entonces?-

-Miré su cabello señor, si mal no recuerdo el joven Young es rubio...-

-¿a que te refieres con "es"?-

El hombre de mayor edad movió los cabellos del joven muerto de la mesa, Yong guk caminó y abrió los ojos un poco viendo el poco color negro de los cabellos del chico, apretó el mango de uno de sus cuchillos de su pantalón, oh carajo.

-Estas son raíces oscuras ... - le dijo el de canas mientras volteaba a mirar al pelinegro -no es su cabello natural así que-

-No es Young- termino el azabache la oración mientras encajaba el cuchillo en la mesa -Él... hijo de puta-

Era oficial, ese maldito estaba vivo.

Quizás esto no le agradaría a Changbin.

Salió del cuarto ni bien el anciano terminaba de hablar, caminando por los amplios pasillos de tierra y roca de ese oscuro lugar.

Después de algunos pasadizos y un par de escaleras, salió a su enorme casa mientras sus sirvientes se le acercaban.

-llamen al señor Seo de inmediato, necesito que venga- dijo el moreno mientras se ponía sus guantes de cuero que uno de sus esclavos le daba en una bandeja de plata -y dile que es urgente, que tiene que ver con Wooyoung-

-Si señor- dijo uno de sus hombres reverenciándose con temor.

-y sean discretos, nadie debe saber que ustedes están cerca del palacio- dijo el pelinegro viendo a tres de sus hombres salir por la puerta trasera, arrugo el ceño y luego chasqueo la lengua.

Daba gracias a Dios que el chico estaba tan retorcidamente trastornado, porque de lo contrario les ocasionarían un grandísimo y enorme problema.

No solo para el, si no para casi todo el mundo.

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Yours (Woosan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora