Yours (Woosan)

Corazones en Sanación.

(Reproducir el video en esta parte de la lectura)
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No dejo de lado el rostro que hace unos momentos había visto dejándolo realmente desconcertado.

Ciertamente, el ver el rostro de Changbin fue como recordar todos los acontecimientos de su vida pasada, haciéndole que de nuevo dentro de su pecho se inundará aquel sentimiento de miedo y temor.

Si, ya no estaba con Bang, pero temía que aquel que había visto en el palacio pudiera haberlo reconocido.

Aunque se repetía miles de veces que no había sido así, de lo contrario hubiera mostrado sorpresa al verle y, de lo poco que le recordaba, solo lo había visto de lejos. El nunca pudo verle directamente.

Además, no sólo aquello le tenía intranquilo.

Por alguna extraña razón, el señor San no parecía querer hablar no decir nada, siempre era reservado y callado, pero su silencio era mucho más frío y raro que de costumbre.

Tan solo estaba sentado a su lado unido a su mano, de vez en cuando la apretaba con fuerza, no llegando a comprender que era lo que quería decirle con eso.

Y era que, las cosas para el mayor se habían complicado más.

Definitivamente la presencia de Yeosang lo tenían mal, el hecho simple de verle había ocasionado en el una ansiedad y triste abundantemente grande.

Se sentía desolado, deprimido... Necesitado.

Y por ello se recriminaba la idea de querer llenar ese vacío en ese preciso momento con Wonnie.

Era una sed que necesitaba llenar, un hambre que debía de saciar, una necesidad que debía de cubrir antes de sentirse perder en una locura que no tenía pretexto.

El carruaje paro frente a la puerta de la finca, San no tardo en jalar al castaño y meterse ambos dentro de la casa.

Una vez adentro, San cerro con llave la puerta principal y tomó de las muñecas al joven esclavo y lo pego sobre la pared con los ojos pegados a sus labios.

-¿Señor?- preguntó el menor con las mejillas rojas y sintiéndose atemorizado por esos ojos negros - ¿sucede algo? -

-No... Solo, solo quiero... - susurro cerca de sus labios mientras soltaba sus manos y lo tomaba de la cintura jalándolo hacia sí mismo -quiero sentirte -

El pelinegro atacó sus labios de manera salvaje y pasional, el menor cerro sus ojos y ante tanta intensidad tuvo que sostenerse de su pecho.

La lengua del mayor se movía con desespero y búsqueda del roce del contrario, Woo no se reprimiría tampoco, porque poco a poco la llama de su deseo también se encendía.

El pelinegro lo tomó por su trasero y lo alzó en el aire mientras sus dientes descendían de su boca y mordía con fuerza su clavícula, el castaño jadeo y se aferró a su cuello con el calor a mil por hora.

San dejó sobre el sofá el cuerpo del chico y sus manos hábiles y rápidas despojaron su camisa, Woo miraba con ojos desentendidos pero anhelantes cada movimiento que el mayor realizaba.

-Wonnie... - le susurró mientras lamia su garganta y bajaba hasta sus pezones, mordiendo con bastante fuerza uno de ellos, el menor alzó las manos sobre su cabeza y gimió.

-¿S-si? - preguntó a duras penas, los dedos del azabache bajaron de golpe los pantalones de Wooyoung haciendo que este sintiera el aire frío golpear su piel.

-No te calles- le ordenó con un tono autoritario y grave, que nunca antes había escuchado durante su estancia con el -quiero oírte... -

-Pero señor yo~ngh- los labios del mayor atacaron los propios mientras San se bajaba su ropa inferior y tomando la mano del menor y acercándola a sus piernas.