Yours (Woosan)

Inmerecido

Después de tratar las heridas de su sirviente, San se llevó al castaño a su cuarto mientras este continuaba con la cabeza agachada.

El menor, aun no tenía ni idea de que era lo que había pasado.

Porque cuando menos se había dado cuenta, sus manos estaban llenas de sangre y tierra, mientras los ojos asustados de su amo lo veían como si fuera un completo extraño.

No le recriminaba aquello, de hecho, era una reacción natural.

Pero no quería que lo viera de esa forma, como si fuera alguien raro, de temer.

Le dijo que se bañara con cuidado, se limpió la sangre de las manos y de sus mejillas, el pelinegro se aseo en su cuarto y el en el de al lado.

Termino poniéndose solo una camisa de algodón y un pantalón delgado, caminó temeroso a la alcoba del mayor oliendo el aroma de su colonia.

Al parecer él también había salido.

Se asomo por el umbral de la puerta mientras veía al mayor sentado en la cama secándose el cabello, Woo se dejó ver poco a poco hasta que el mayor se dignó en mirarle.

Los ojos temblorosos de Woo no pasaron desapercibidos de los sentidos de San, aun se seguía preguntando como era posible que hace tan solo unos momentos, esos orbes llenos de ternura se hubieran llenado de frialdad y odio.

-Ven- le dijo suavemente mientras el menor caminaba con cuidado y se paró frente el pelinegro mientras se frotaba las manos nervioso.

-S-señor?-

-¿Si?-

-L-lo que dije hace un rato- las mejillas del menor se tornaron rojas y el mayor lo noto -de que me tomara, no lo decía en broma-

El pelinegro tragó en seco y después suspiró pesadamente, miro a un lado con desidia y el menor alzó la mirada con respeto y un poco de miedo.

No miedo a su dueño y señor, no, miedo al rechazo.

-No creo que sea buena idea- el pelinegro se pasó la mano por el cabello sintiéndose algo tenso -deberías descansar ...todos deberíamos-

-Pero si no lo hace, siento que me repudiara después- Woo se tomó del brazo lamiéndose los labios nerviosamente -necesito sentir... necesito saber que no me odia por lo que hice-

San se quedó mirando al menor con un ligero temblor, las manos le sudaron mientras estaba en duda.

No despreciaba a Wonnie, él era hermoso, era su esclavo y le tenía ahora ya un afecto.

Pero lamentablemente, la imagen sangrienta de sus manos apuñalando a sus contrincantes.

-P-por favor señor- le pido el menor mientras se quitaba la camisa y la dejaba caer delicadamente sobre sus hombros, San se quedó plasmado aun con un revoltijo de ideas dentro de su cabeza -no me desprecie...-

-Pero Wonnie yo-

-No me desprecie por favor ...- le rogo el castaño mientras se acercaba al pelinegro y se hincaba ante el -si no le sirvo para esto ... para que vivo entonces?-

El pelinegro sintió aquel lado primitivo encenderse, era inconsciente ya que despertaba cada vez que veía la hermosa piel del SXL.

Woo estiró su mano para tomar la de San y ponerla sobre su rostro, restregó la mejilla sobre la palma de su señor intentando sentir su calidez.

Era inútil, San lo sabía, no podía resistirse a los encantos natos que Wonnie poseía, por eso lo reclamó con besos y más besos mientras le decía que estaba bien.