Capitulo 4

376 33 3
                                    

- Mi omega destinado por fin estamos juntos – hablo ahora el enigma de Katsuki, acariciando suavemente la mejilla del menor – Tranquilo mi omega ahora estas a salvo y nunca más estarás solo de eso me encargare yo. – la alegría del omega era tanta que no se dio cuenta dejo salir su aroma a menta con chocolate oscuro, un aroma fuera de lo común pero hizo reaccionar al Enigma, pero Katsuki utilizo todo su autocontrol para no reclamar al bello peliverde frente a él en ese momento.

-¿Quién eres?, ¿Dónde estoy? – pregunto el peliverde una vez que su omega le cedió el control

-Mi nombre es Katsuki Bakugo. Te encontré desmayado en la calle y te traje a mi casa – Respondió el alfa, Izuku se impresiono claro que conocía el nombre de su Alfa era uno de los empresarios mas codiciados.

-Yo... Bakugo, lamento las molestias será mejor que vuelva a mi casa o tendré serios problemas con mi abuela – comento el omega intentando ponerse de pie cosa que Bakugo evito colocando un brazo sobre el hombro del omega.

-No te levantes aun, necesitas descansar – susurro en un tomo dulce y suave liberando un poco de su aroma para tranquilizar a su omega, un aroma a cedro y jengibre, el peliverde reacciono al aroma sintiéndose tranquilo

-Pero si no llego a casa mi abuela puede...- ahogo sus palabras tenía pánico de mencionarle a su destinado sobre la situación que él tenia

-Tranquilo cariño, puedes confiar en mí, ¿Por qué le temes a tu abuela? – pregunto, aunque el ya sabia parte de la historia no quería que su destinado supiera que fue un stoker con él.

-Creo que deberías contarme todo, Izuku. Quiero entender lo que estás pasando y cómo puedo ayudarte - insistió Bakugo

Izuku suspiró, sintiendo que era el momento de abrirse – Yo... vivo con mi abuela quien tiene mi tutela hasta que cumpla los 21 años o algún alfa me marque antes, Ella es una alfa dominante y siempre me ha maltratado, física y emocionalmente, siempre me culpo por la muerte de mi padre, su hijo. No tengo a dónde ir y en la universidad la gente me ignora o me maltrata por sus influencias. No tengo amigos, y mi abuela me controla en todos los aspectos de mi vida. No tengo otra opción que soportar sus abusos y esperar a que llegue el día en que pueda ser libre. – Sollozo el omega

Katsuki frunció el ceño, sintiendo una mezcla de enojo y compasión por la situación de Izuku. No podía entender cómo alguien podía tratar así a su propio nieto.

-No permitiré que sigas sufriendo, Izuku. A partir de ahora, estaré contigo y te protegeré. Te quedaras en la mansión conmigo y no tendrás nada de que preocuparte de ahora en adelante - declaró Bakugo.

Izuku miró al alfa con sorpresa y gratitud. No se esperaba que alguien como Bakugo, un enigma aclamado en el mundo empresarial, se preocupara por él de esa manera.

-Gracias, Kacchan. No sé cómo agradecerte por todo esto - murmuró Izuku, con lágrimas en los ojos.

-No tienes que agradecerme, lo hago porque que eres importante para mí. Así que descansa y recupérate. Mañana hablaremos más sobre todo, además quiero conocer a mi amado omega- comentó Katsuki, acariciando suavemente el cabello de Izuku.

Con el aroma tranquilizador de Bakugo a su alrededor, Izuku finalmente se relajó y cerró los ojos, permitiéndose descansar.

Katsuki se quedó a lado del peliverde y de vez en cuando revisaba si no le había regresado la fiebre. La noche transcurrió tranquila en la mansión de Bakugo. El alfa estaba decidido a hacer todo lo posible por brindarle a Izuku un ambiente seguro y acogedor. Mientras el peliverde dormía, Katsuki consultó con su representante legal y amigo, Kirishima, sobre las medidas legales que podría tomar para ayudar a Izuku a protegerlo de la tutela de su abuela mientras decidían cuando lo marcaría.

Al día siguiente, Izuku despertó sintiéndose mas descansado de lo que había estado desde hace mucho tiempo. Seguía conectado a la intravenosa que le estaba administrando medicamentos y nutrientes. Miró a su alrededor, recordando la noche anterior y cómo despertó en la mansión de Bakugo. El alfa aún estaba en la habitación, revisando algunos documentos en su computadora portátil.

-Buenos días, Izuku. ¿Cómo te sientes? - preguntó Bakugo, levantando la mirada de su trabajo.

-I...Increíblemente bien, considerando todo. Gracias por cuidar de mí - respondió Izuku, sonriendo débilmente.

-No tienes que agradecerme. Es lo menos que puedo hacer después de todo lo que has pasado. Hoy iremos al hospital tienen que revisarte a fondo, luego ir con un nutricionista para que comiences a recuperar peso, después de eso ocuparemos ir a comprar ropa para ti, y por el momento no podrás ir a la universidad ni a tu trabajo, mi prioridad es que te recuperes.

-Pero si mi abuela se entera de todo esto no sé qué va a pasar, no quiero involucrarte en los problemas que tengo – comento con un notable miedo en sus ojos

-Shh tranquilo cariño – Tranquilizo el cenizo acercándose a la cama para tomar las manos de su omega – Ahora eres mi omega y como tu alfa yo me encargare de todo, tu abuela no podrá hacer nada contra mí y mucho menos contra ti, es una promesa – El Alfa le dio un suave beso en el dorso de la mano, lo que hizo que Izuku se sonrojara ligeramente. Aunque la situación era abrumadora, se sentía seguro por las palabras y acciones de su Alfa.

–Vamos cariño, le pedí a unos sirvientes que tuviera listo el baño para que pudieras asearte y conseguir algo de ropa que pueda ser de tu talla.

Izuku asintió, agradecido por el cuidado y la preocupación que Katsuki mostraba hacia él. Se levantó con la ayuda de su Alfa aun se sentia débil pero ya estaba visiblemente mejor gracias a los medicamentos.

-¿Kacchan? – llamó la atención del Cenizo - ¿Puedo avisarle al menos a Shoto? Es mi amigo y se preocupara por mi si no sabe nada.

-Bien, pero por seguridad no podrá saber donde estas, solo comentale que estas bien – acepto el Alfa.

Luego de eso su Alfa lo llevó al baño, donde pudo asearse con tranquilidad, se sorprendió de ver una bañera ya preparada con diferentes esencias y jabones a su disposición. Se sintió un poco abrumado.

A pesar de vivir en la casa de una familia acomodada no tenia ningún tipo de comodidad, vivía en una pequeña recamara cerca de la cocina y compartía el baño con los sirvientes de su abuela que igual lo trataban con indiferencia. La idea de tener un baño privado con todas esas comodidades le resultaba casi surrealista.

Al salir del baño encontró sobre la cama de esa habitación un cambio de ropa, todo parecía ser de su talla, se vistió y por poco no se reconocía en el reflejo del espejo parecía todo un modelo, a pesar de su delgadez por culpa de su desnutrición.

Katsuki observó a Izuku con una sonrisa satisfecha al verlo vestido con la ropa que le habían proporcionado. El omega lucía increíblemente hermoso y estaba utilizando todo su autocontrol para no reclamarlo en ese momento, pues su prioridad era asegurarse que estuviera sano antes que otra cosa.

- Te vez hermoso cariño – elogio el cenizo a lo que el omega solo se ruborizo - Ahora, vamos a desayunar algo ligero antes de ir al hospital. Necesitas recuperar todas las energías que perdiste - sugirió Katsuki, tomando la mano de Izuku.

Mientras desayunaban Katsuki le estaba contando cosas de su vida, aunque deseaba conocerlo a fondo, sabia que el omega sentía lo mismo así que decidió abrirse con su omega y contarle todo lo que él pidiera escuchar.


Secretos (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora