Capitulo 24

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Katsuki estaba en su oficina sentía algo dentro de él, a través del lazo sentía la incomodidad de su omega, su Enigma rasgaba por salir, estaba por marcarle a Izuku cuando su teléfono sonó y vio la llamada de Kirishima, por un momento no iba a contestar, pero algo en su intuición lo hizo hacerlo, no alcanzo a decir nada y solo escucho la voz desesperada del Alfa pelirrojo

-Kats, Denki acaba de llamarme, están en peligro, unos sujetos los atacaron aparentemente tienen a Izuku. Denki está encerrado con los cachorros en la oficina. Estoy yendo hacia allá

El enigma soltó una maldición y solo le dijo a Eijiro. - ¡Estoy en camino! – respondió antes de colgar y salir corriendo hacia su auto.

-Lo siento omega no estas cooperando – amenazó el sujeto que sostenía a Izuku quien comenzaba a sentir que su cuerpo comenzaba a doler su cuerpo se estaba transformando, pero antes de empezar le taparon la boca y nariz con un trapo mojado que lo hizo caer en la inconciencia.

-Suelta al omega o te atravieso con una bala – amenazo Tomura con su pistola en mano viendo con furia al hombre que tenía Izuku en sus brazos inconsciente

El criminal no parecía intimidado y mantenía su agarre firme sobre el peliverde. Sin embargo, Tomura no vaciló y apuntó directamente al agresor.

- Te lo diré una vez más. Suelta al omega y retrocede. - advirtió Tomura, con la mirada fija en el hombre.

-Lo lamento amigo, pero las ordenes eran que nos llevarnos al omega y no puedo obedecerte

Tomura apretó el gatillo y disparó, alcanzando al criminal en el hombro. A pesar de la herida, el hombre no soltó a Izuku y en su lugar, sacó un cuchillo con el que amenazó con hacerle daño a Izuku

Tomura sopesaba sus opciones. Miró al hombre herido frente a él, pero su enfoque principal estaba en Izuku. - Vamos a hacer esto de la manera fácil. Suelta al omega ahora y tal vez puedas salir de esto con vida.

- El hombre río con desdén. - No me importa mi vida. Mis órdenes son claras. Me llevo al omega, y si intentas detenerme, lo lastimaré mientras me lo llevo. – la sangre corría por el hombro y aunque le dolía no estaba dispuesto a ceder.

Se escucharon un par de disparos que le dieron en una de las manos de Tomura y en una de sus piernas lo que lo hizo caer y gritar de dolor, ese momento lo aprovecho el hombre para huir con Izuku, entró a una camioneta que lo esperaba y arrancaron aprovechando el caos.

Unos minutos después Eijiro y Katsuki llegaron, vieron el caos, la furia del cenizo no se hizo esperar y comenzó a soltar su aroma a depredador, estaba cegado por la ira, el aroma hizo caer a todos los encapuchados en la inconciencia.

Eijiro corrió hacia el edificio donde Denki y los cachorros estaban encerrados, desesperado por asegurarse de que estuvieran a salvo. Katsuki, iba detrás de él, al llegar a la entrada vieron a Tomura intentando ponerse de pie, pero el dolor era demasiado para él

- ¡Tomura!, ¿estás bien? - exclamó Eijiro mientras revisaba las heridas.

- No te preocupes por mí, ve tras Izuku. - respondió Tomura con dolor, apretando los dientes.

- ¿Qué pasó? ¿Dónde está Izuku? - preguntó con urgencia el Enigma

-Se lo llevaron Bakugo, intenté detenerlos herí a uno – señalo donde estaba el charco de sangre -pero no me di cuenta de que había alguien más cerca me dispararon y aprovecharon para llevárselo en una camioneta.

El corazón de Katsuki se detuvo por un momento al escuchar las palabras de Tomura. La furia en sus ojos se intensificó, y su instinto cazador estaba en su punto máximo. Sin esperar que alguien dijera más se transformó en lobo para buscar a su omega.

Izuku despertó en un lugar desconocido. Estaba dentro de una celda oscura, solo iluminada por una tenue luz que provenía de una lámpara en una esquina. Se sentía aturdido y desorientado.

- ¿Dónde estoy? - murmuró para sí mismo.

Una puerta se abrió, y la figura de un hombre alto y encapuchado entró en la habitación. No pudo ver su rostro estaba cubierto con una máscara, pero su presencia envió escalofríos por la espalda de Izuku.

- Al fin despiertas, mi querido omega – comentó el hombre con la voz distorsionada por un aparato que estaba debajo de la máscara.

- ¿Quién eres? ¿Dónde estoy? - preguntó Izuku, sintiéndose vulnerable dentro de la celda.

- Eso no importa por ahora. Lo que importa es que estás aquí porque me perteneces, hace más de seis años le pague mucho dinero a tu abuela por ti, y por culpa de su negligencia y el estúpido Enigma he tenido que esperar todo este tiempo para reclamarte como mío. Pero finalmente, estás en mis manos.

- Jamás seré tuyo, yo no soy una mercancía

- Oh, mi querido omega, las cosas han cambiado. Ahora eres propiedad mía, y harás exactamente lo que te diga, o tu adorable familia pagará las consecuencias.

Izuku tragó saliva, sintiendo un nudo en su garganta. – Mientras mi cachorro y mi esposo estén en la fundación o en la mansión no habrá peligro para ellos.

- ¿Y cómo estás seguro de que tu preciado cachorro no fue traído contigo?

Izuku sintió un escalofrío recorrer su espalda ante la posibilidad de que Riku también estuviera en peligro. - ¿Qué has hecho con mi hijo? - preguntó con voz temblorosa.

- Tu cachorro está a salvo por ahora. Pero si no cooperas, no puedo garantizar su seguridad. Así que mejor obedece si no quieres que le pase algo malo, entendido, querido omega.

-Quiero verlo, quiero ver que está bien

-Ese mi querido omega, es un derecho que te tienes que ganar y si no me quieres creer te daré una pequeña muestra.

Saco su celular y reprodujo un audio con la voz de Riku gritando y pidiendo ayuda, pidiendo a sus padres, el peliverde se helo al escuchar la desesperación y voz de su cachorro. Lo que él no sabía era que solo era un truco no era la voz de su cachorro si no una grabación modificada para que se pareciera a la voz de su cachorro.

El corazón de Izuku se apretó con fuerza al escuchar el angustiado llanto de Riku, la impotencia lo invadió al no poder estar ahí para consolar a su hijo. Las lágrimas amenazaban con salir, pero se obligó a contenerlas.

- Bastardo desgraciado, ¿cómo te atreves a hacerle daño a mi hijo? - exclamó Izuku con rabia, apretando los puños.

El hombre solo sonrió con malicia. - Ahora entiendes cuán vulnerable es tu pequeña familia. Así que, a partir de ahora, obedecerás mis órdenes si quieres que tu cachorro siga a salvo.

- ¿Qué quieres de mí?

El hombre encapuchado sonrió satisfecho ante la reacción de Izuku. - Quiero que cooperes en todo lo que te diga. Tú eres mi propiedad, y harás lo que yo diga sin rechistar.

- ¿Qué quieres que haga?

- Bueno Izuku, querido, quiero que seas mío, te marcaré y yo seré tu alfa de ahora en adelante, te estuve investigando todo este tiempo y nunca vi señales de que ese estúpido Enigma te marcara.

-Te equivocas – respondió Izuku - Soy un omega marcado – añadió dejando ver la marca que estaba bien oculta entre la camisa que llevaba puesta.

Secretos (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora