Capitulo 26

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Hisashi, casi sin aliento y temblando, finalmente cedió ante la autoridad de Katsuki. - Está en una mansión a cinco minutos de aquí, la veras si sigues ese camino – señalo el sendero donde estaba una camioneta - es la única mansión de esta parte de la zona, el lugar está lleno de guardias no te será sencillo entrar.

- Gracias por la información, hijo de puta. - Sin más palabras lo volvió a golpear para dejarlo inconsciente, lo ato a un poste cercano, tomó el móvil de Hisashi para marcarle a Eijiro

- ¿Quién habla? – contesto con algo de dudas.

-Soy Bakugo, necesito que me traigas refuerzos y vengan rápido, encontré a Izuku y está en peligro, estoy a cinco minutos de la mansión donde lo tienen, te mandaré la ubicación de donde estoy, aquí deje atado al bastardo de Hisashi, él estaba con el bastardo que tiene a Izuku, me adelantaré. – Colgó y mando la ubicación.

El Enigma, se transformó nuevamente en lobo, corría a toda velocidad hacia la mansión. La furia y la preocupación se mezclaban en sus pensamientos, pero su determinación era clara: salvar a Izuku.

Eijiro y el resto del equipo de seguridad de la fundación se movilizaron rápidamente hacia la ubicación que Katsuki les proporcionó. Mientras tanto, el Enigma, con sus instintos de lobo en pleno apogeo, llegó a la mansión donde se encontraba Izuku.

La mansión estaba rodeada de guardias, pero eso no detuvo a Katsuki, con su aroma dominante hizo que todos cayeran inconscientes, pero fue detectado por un guardia que antes de caer inconsciente le mandó un mensaje a su jefe indicándole que Enigma estaba dentro de la mansión.

-Maldición – se frustro el hombre luego de leer el mensaje, se había quitado la máscara y el sintonizador dejando al descubierto su rostro, pero eso ya no importaba, se dirigió rápido a la habitación donde había dejado al omega entro con prisas.

- ¿Qué demonios? Maldita mocosa ¿Cómo escapaste?

-¿¡Hakamada!? – la sorpresa en los ojos de Izuku era evidente

Hakamada sonrió de manera despreciable al ver la expresión en el rostro de Izuku. – No quería que vieras mi rostro aun pero ya no hay tiempo – comentó acercándose al peliverde y tomándolo con fuerza de un brazo.

- ¡No! Suéltalo – la pequeña Eri intento ayudar a Izuku pero Hakamada le dio un fuerte golpe que la lanzo al suelo inconsciente.

- ¡Eri! – grito el omega intentando acercarse a la cachorra, pero Hakamada no lo dejo

-Mas te vale no hacer ninguna estupidez o tu hijo lo pagará – amenazo el omega quien dejo de forcejear – Buen omega.

-No la lastimes – señalo a la cachorra inconsciente en el suelo

-Oh, ¿preocupado por esa mocosa?, bien no la lastimare, pero tu cooperaras conmigo.

Izuku dejo de forcejear, fue arrojado a una habitación escondida dentro de donde se encontraba, entendió que era probable que la pequeña Eri estuvo encerrada ahí.

Ato sus manos con unas cadenas que sobresalían de una pared, Izuku no tenía el valor de decir nada su aroma se había extendido cargado de miedo, y eso hizo a Hakamada excitarse con la sensación de poder que sentía.

-Ya no me queda mucho tiempo estúpido omega, te marcaré aquí y ahora – amenazó

Los ojos del omega se abrieron como platos, sabía perfectamente que moriría si él lo marcaba, no quería eso, quería ver a su cachorro crecer tener una vida a lado de su Enigma.

-No suéltame, déjame No – gritó desesperado el omega, sintió el pánico correr cuando el captor se acercó a su glándula de aroma, sintió los colmillos rosar la piel.

Secretos (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora