Capitulo 3

357 43 5
                                    

Izuku se levantó temprano como siempre, gracias a Shoto ya no tenía tanta hambre y podía sobrellevar los días que le quedaban del castigo impuesto por su abuela, se bañó y se vistió para salir rumbo a la universidad cuando estaba por salir escucho a su abuela

-¿A dónde crees que vas omega inútil?

Izuku se detuvo en seco, temiendo la reacción de su abuela. Tragó saliva antes de responder con voz temblorosa.

-Voy a la universidad, abuela. Tengo clases hoy - dijo Izuku, evitando el contacto visual.

Su abuela se acercó a él con una expresión de desprecio en el rostro.

-¿Clases? ¿Crees que mereces educación? Eres solo una carga para mí. Pero ya verás, pronto encontraré una solución a tu estúpida existencia - amenazó, lanzándole una mirada llena de odio.

Izuku bajó la mirada, sintiendo un nudo en el estómago. Sabía que su abuela haría todo lo posible por hacerle la vida aún más difícil.

Cuando las clases terminaron nadie lo molesto gracias a que Shoto llego por el a su salón, se lo llevo al restaurante de su hermana donde le había conseguido un puesto en el área contable, pero antes de eso, pasaron por una tienda para comprarle ropa nueva y decente. Izuku se sentía agradecido por la amabilidad de Shoto y por la oportunidad de tener un trabajo estable que le permitiría independizarse de su abuela.

En la oficina, Shoto presentó a Izuku con el personal y le asignaron un escritorio en el departamento. Aunque al principio se sintió nervioso por el nuevo entorno, Izuku estaba decidido a dar lo mejor de sí mismo. Se sumergió en su trabajo con diligencia y dedicación, impresionando a sus compañeros de trabajo con su eficiencia y habilidades.

Había pasado una semana e Izuku se veía mejor que antes, excepto por el hecho que seguía estando muy delgado por culpa de los trastornos alimenticios, ese día se levanto sintiéndose extraño pero lo ignoró, hasta que estando en su trabajo uno de sus compañeros Denki Kaminari un excéntrico rubio notó el semblante del peliverde.

-¿Midoriya te encuentras bien?

Izuku asintió débilmente, tratando de ocultar su malestar. - Sí, solo un poco cansado, pero nada de qué preocuparse.

Denki frunció el ceño, claramente preocupado. - No me mientas, Izuku. Se te ve pálido y cansado. Deberías tomarte un descanso.

Izuku intentó sonreír para tranquilizar a su amigo. - Estoy bien, de verdad. Solo necesito terminar este informe y luego descansaré.

Denki no estaba convencido, pero decidió dejarlo continuar con su trabajo, aunque mantuvo un ojo en él.

Al terminar la jornada laboral, Izuku salió rumbo a su casa ese día Shoto no lo acompañaría porque tenia otras cosas que hacer, sin embargo no estaba solo pues el Enigma estaba siempre al pendiente del peliverde, con la información que su asistente le consiguió sabia hasta sus horarios por lo que siempre salía antes de su trabajo para ir a verlo de lejos.

Izuku estaba demasiado distraído muy apenas coordinaba cuando en ese momento todo lo que vio fue negro, se había desmayado. Katsuki corrió para auxiliarlo cuando lo vio caer. Lo atrapó antes de que pudiera golpearse contra el suelo y notó lo caliente que estaba su cuerpo.

-Esta ardiendo en fiebre – El Enigma se mordió el labio inferior, indeciso sobre qué hacer. No quería dejar a Izuku tirado en la calle, pero tampoco quería revelar su presencia de manera abrupta. Optó por llevar al omega a un lado, lejos de miradas curiosas.

Bakugo cargó a Izuku en brazos, sorprendido por lo liviano que era. Lo llevó hasta un lugar más discreto y se detuvo, colocándolo con cuidado en el suelo. Sacó su celular y marcó rápidamente a Kirishima.

- Kirishima, manda al mejor medico a mi casa, ahora

-¿Está todo bien, Bakugo? - preguntó Kirishima preocupado.

-No te preocupes, solo hazlo. - respondió y colgó.

Bakugo se agachó junto a Izuku, revisando su estado. La fiebre del omega era evidente, y no podía dejarlo ahí desprotegido. Decidió cargarlo de nuevo y lo llevó hasta su auto, colocándolo en el asiento del copiloto.

Al llegar a su mansión, Bakugo llevó a Izuku a una de las habitaciones y lo acostó en la cama. Poco después, llegó el médico enviado por Kirishima.

El medico comenzó a revisar al pequeño omega y comento su estado.

-Señor Bakugo, el omega, ya fue estabilizado, le administre algunos medicamentos para bajar la fiebre alta que tenía, le deje una intravenosa con algunos medicamentos para ayudarlo, es necesario que lleve un control de alimentación fuerte ya que noté signos de desnutrición eso esta causando sus problemas de salud, así mismo en mi chequeo detecte muchos golpes y una herida infectada en uno de sus brazos.

Bakugo asintió, tomando nota de la información proporcionada por el médico. No pudo evitar sentir una mezcla de enojo y preocupación al enterarse de la situación de Izuku.

-Asegúrese de que reciba la atención médica necesaria. No escatimen en gastos. Quiero que se recupere completamente. Además, contrate a un nutricionista para que le proporcione una dieta adecuada y asegúrese de que siga las indicaciones.

El médico asintió y se retiró para hacer los arreglos necesarios. Bakugo se quedó junto a la cama de Izuku, observándolo.

Izuku comenzó a despertar lentamente. Parpadeó varias veces, no recordaba nada y se asusto al notar que estaba en un lugar desconocido, dio un pequeño chillido lo que despertó al cenizo que estaba dormitando en el sofá de la habitación.

- Tranquilo, estás a salvo. No te preocupes.

Izuku parpadeó de nuevo, tratando de enfocar la mirada en el rostro del enigma que tenía frente a él.

El instante en que Alfa y Omega se encontraron con la mirada fue un momento de intensa conexión. En ese intercambio de miradas, ambos se sumergieron en un abismo de emociones, como si el tiempo se detuviera para permitirles explorar la profundidad de sus almas.

Katsuki por fin entendio porque tanto interés en ese peliverde su lobo fue el primero en darse cuenta solo que él no lo supo interpretar ese pequeño peliverde era su destinado, en cuanto a Izuku su lobo interno chillaba de felicidad. Continuaron mirándose durante unos instantes que parecieron eternos. Izuku sintió una extraña conexión con ese enigma de ojos rojos intensos, como si pudiera ver a través de él. Por otro lado, Bakugo experimentó una sensación única, como si hubiera encontrado algo que había estado buscando sin saberlo.

-Alfa por fin te encontré – hablo el omega de Izuku quien tomó el control momentáneamente del peliverde

- Mi omega destinado por fin estamos juntos – hablo ahora el enigma de Katsuki, acariciando suavemente la mejilla del menor


Secretos (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora