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Había llegado a el entrenamiento de hoy, ya estaban todos ahí, también estaba Miguel, estábamos esperando a Emilio, aún teníamos pendiente la charla con el por lo de Leila.
-¿Que onda wey?, ¿Y Emilio?-. Llegué a saludar a Miguel.
-Al parecer no, más le vale que venga al cabron, sino lo voy a ir a buscar a su casa-.
El entrenamiento inicio y Miguel se fue al lado de las chicas a ver entrenar a Leila.
En eso llega Emilio, se veía triste y cansado.
Entrenamos normal, ninguno le dirigió la palabra, todos estábamos decepcionados de él.
(...)
Cuándo se acabó el entrenamiento llegó Layún a la cancha de nosotros nuevamente, ví como se dirigía hacia Emilio, Jardine no se iba a meter, solo iba a apartarse, entonces se metió a su oficina.
-¿Qué pasó mi chingón?, me prometiste que la ibas a cuidar cabron-. Le dijo Miguel a Emilio.
-Ya se que la cague, no tienes que recordarme lo Layún-.
-No es que no solo la cagaste Lara, te mamaste, mira que golpear a una mujer es algo de maricones, eh-.
-Yo no soy ningún maricon Layún-. Dijo e intento empujar a Miguel, yo solo voltee a ver a los demás chicos y asentí, no nos metimos, pero nos fuimos acercando.
-¿Seguro?, porque para mi, la palabra maricon, te queda corta-.
Emilio no contesto solo le soltó un puñetazo al Miguel en la quijada.
Ninguno espero señal y corrimos hacia ellos, en un segundo ya estaban golpeándose los dos, yo me acerqué a Emilio y lo intente separar de Miguel.
-Ya cabron, párale-. Le dije a Lara.
-Tu no te metas pendejo, todo esto fue tu culpa-. Dijo dejando Miguel y empezando a caminar hacia mi.
-No es mi culpa que seas un puto patán-. Le dije
No contesto y me soltó un puñetazo y yo se lo regrese.
-No te bastó golpear a Leila, todos esos golpes te los voy a dar yo al doble pendejo-. Le dije y lo tire, me subí a el, mientras le golpeaba la cara.
Me sentí muy cobarde, yo tenía muchísima más ventaja sobre el, entonces me levanté y espere a que se levantará.
Nos volvimos a agarrar, ahora era yo el que estaba en desventaja, no podía quitarme al maldito de encima, golpe tras golpe, lo único que podía hacer era esquivarlos, Layún me lo quito de encima y el lo empezó a golpear, Emilio empujó a Layún, y vino hacia mi, el no quería pelear con Layún, me quería a mí.