Capítulo 26

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Ya había acabado el Show, íbamos agarrados todos de la mano, Marco y Santi iban en medio de Angel y yo, así sentíamos que los protegíamos mejor, les pregunté que a donde querían ir y señalaron el cine.

—¿Vamos?-. Le pregunté a Ángel.

—Claro-.

Nos metimos a ver una película, era una de caricatura, pedimos palomitas y dulces.

—Tía tú siéntate al lado de Ángel-. Dijo Marco.

—Sip, para que estén juntos-. Le siguió Santi.

Santi se sentó al lado de Ángel y Marco a mi lado, estaba un poco cansada y la película no estaba precisamente divertida, me recargue en el hombro de mi novio y me quede dormida.

(...)

Ya estabamos en los depas, había un área verde muy grande, incluso había una dona con porterías, los niños insistieron en que jugáramos un poco, a mi me eligió Santi y Marco se fue con Ángel.

Obviamente mi novio se puso de portero, yo puse de portero a Santi y yo era la jugadora.

Le metí gol a Ángel y lo celebré en su cara.

—!Gooooool¡-. Grité y Santi corrió de su portería hacia mi, por el impacto ambos caímos en el suelo y nos empezamos a reír, luego se le sumó Marco y ambos empezaron a hacerme una especie de bolita.

Los niños y Ángel se estaban riendo, era un momento muy lindo sinceramente.

Después de llegar de la plaza, los pequeños insistieron en que jugáramos fútbol, Leila me metío gol, era muy buena la verdad, incluso haciéndolo de juego

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Después de llegar de la plaza, los pequeños insistieron en que jugáramos fútbol, Leila me metío gol, era muy buena la verdad, incluso haciéndolo de juego.

—!Gooooool¡-. Empezó a celebrar y los niños fueron a celebrar con ella mientras se le tiraban encima, me sorprendió como un niño de 7 años la había podido tirar.

Los niños no paraban de reírse, le estaban haciendo cosquillas a Leila entre los dos.

—Mi amor ayúdame-. Me grito entre risas.

Yo corrí hacia ellos y le quité a Santi de encima y le empecé a hacer cosquillas yo, luego Leila le empezó a hacer a Marco, los niños no paraban de reírse y ella tampoco, volteé a verla, se veía realmente hermosa riendo, me encantaba verla feliz, era como ver a otra niña pequeña jugando con Santi y Marco.

—Bueno, ya, es hora de cenar-. Les dijo Leila

—¿Que vamos a cenar tía Lei?-. Preguntaron ambos niños.

—Esa es una buena pregunta, emm, ¿quieren pizza?-. Nos pregunto a todos.

—Lo que los niños digan-.

—Siii, yo quiero pizza-.

—Bien, pero que les parece si antes nos ponemos pijama todos-.

Todos subimos a cambiarnos, mientras los niños se cambiaban en su cuarto, Leila y yo nos metimos al suyo, cuando entré cerré la puerta tras de mi.

Tome a Leila del brazo para voltearla y la bese, tenía tantas ganas de besarla, en el día no nos habíamos podido dar más que pequeños besos cuando los niños se volteaban.

La besé y la recosté en su cama.

—Ey, espera-. Se paró y le puso seguro a la puerta.

No hicimos nada, puesto que sus sobrinos estaban en el cuarto de al lado y a ninguno de los dos se nos hacía correcto, solo nos besamos y pusimos nuestras pijamas, a pesar de que en la mañana habíamos tomado el baño juntos, no había visto nada, ambos estábamos de espaldas, Leila me dijo que le daba un poco de pena y desperté su decisión, la verdad a mi también me daba un poco de pena.

Cuando salí del baño ya tenía mi pijama puesta, que no era pijama realmente, solo era un pants gris y una playera negra.

Leila traía unos pantalones de hello kitty y una sudadera, yo solo me reí.

—¿Que?-. Dijo Leila.

—Lindos pantalones Cariño-.

—Calla, calla, Hello Kitty es top-.

—Como tú digas flaca, yo opino que te ves bien-.

—Gracias corazón, tú también te ves muy bien-.

Cuando salimos ya estaban los niños esperándonos en la sala.

(...)

Llegamos a la pizzería más cercana, a Leila le daba pena bajarse.

—Ya flaca, vamos, ¿no que Hello kitty era top?-. Le recordé riendo.

—Bien-. Dijo y se bajó, parecia niña regañada, se veía muy tierna.

—Buenas noches, ¿Que van a ordenar?-. Nos dijo la muchacha que atendía.

—¿De que quieren ustedes?-. Les pregunté, Leila y los niños respondieron que de pepperoni.

—Me da ese paquete por favor-. Dije y señalé uno que traía una pizza de peperoni y unos palitos de pan con ajo.

Pagamos y la llevamos a el departamento, comimos y pusimos una película, los niños escogieron "Shrek".

A Leila le encantaba Shrek, se sabía hasta los diálogos, los niños no aguantaron ni media película cuando caller on dormidos, volteé a ver a Leila y ella también se había quedado dormida, lleve primero a un niño y luego al otro, después vi a Leila recostada en el sillón y a ella también la cargue y lleve a su cama, no quería incomodarla, por lo que tome una almohada y una cobija y me acosté en el sillón.

A Leila le encantaba Shrek, se sabía hasta los diálogos, los niños no aguantaron ni media película cuando caller on dormidos, volteé a ver a Leila y ella también se había quedado dormida, lleve primero a un niño y luego al otro, después vi a Leila...

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Estábamos viendo Shrek, no se en que momento caí dormida, me desperté por ahí de una hora después, volteé a mi lado y no vi a nadie, ni siquiera estaba destendido, me levanté y busqué a Ángel, cuando salí lo vi recostado en el sillón, seguía viendo Shrek.

—¿Que haces corazón?-. Le pregunté y pareció asustado.

—Pues, no quería incomodarte, te quedaste dormida y te lleve a tu cuarto, pero no te pregunté si podía dormir contigo-.

—Mi vida, tú no necesitas permiso, y por supuesto que no me incomodas-. Dije y le extendí la mano.

Lo lleve a mi cuarto y apague la tele, se acostó y yo hice lo mismo, el estaba todo tieso, sabía que no quería invadir mi espacio personal, entonces yo lo abracé y me recosté en su pecho, sentí como su cuerpo se relajaba y me abrazaba.

Empecé a sentir una paz tan grande, me sentía protegida, feliz, completa, enamorada, no se que tenia este hombre, me relajaba y hacía tan feliz de una manera enorme, lo amaba y lo amaba mucho, desde el primer momento que lo conocí.

Pensando en esto, me quede profundamente doemida.

𝙼𝙸 𝙵𝙻𝙰𝙲𝙰 || 𝐌𝐀𝐋𝐀𝐆𝐎𝐍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora