Ya había acabado el Show, íbamos agarrados todos de la mano, Marco y Santi iban en medio de Angel y yo, así sentíamos que los protegíamos mejor, les pregunté que a donde querían ir y señalaron el cine.
—¿Vamos?-. Le pregunté a Ángel.
—Claro-.
Nos metimos a ver una película, era una de caricatura, pedimos palomitas y dulces.
—Tía tú siéntate al lado de Ángel-. Dijo Marco.
—Sip, para que estén juntos-. Le siguió Santi.
Santi se sentó al lado de Ángel y Marco a mi lado, estaba un poco cansada y la película no estaba precisamente divertida, me recargue en el hombro de mi novio y me quede dormida.
(...)
Ya estabamos en los depas, había un área verde muy grande, incluso había una dona con porterías, los niños insistieron en que jugáramos un poco, a mi me eligió Santi y Marco se fue con Ángel.
Obviamente mi novio se puso de portero, yo puse de portero a Santi y yo era la jugadora.
Le metí gol a Ángel y lo celebré en su cara.
—!Gooooool¡-. Grité y Santi corrió de su portería hacia mi, por el impacto ambos caímos en el suelo y nos empezamos a reír, luego se le sumó Marco y ambos empezaron a hacerme una especie de bolita.
Los niños y Ángel se estaban riendo, era un momento muy lindo sinceramente.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de llegar de la plaza, los pequeños insistieron en que jugáramos fútbol, Leila me metío gol, era muy buena la verdad, incluso haciéndolo de juego.
—!Gooooool¡-. Empezó a celebrar y los niños fueron a celebrar con ella mientras se le tiraban encima, me sorprendió como un niño de 7 años la había podido tirar.
Los niños no paraban de reírse, le estaban haciendo cosquillas a Leila entre los dos.
—Mi amor ayúdame-. Me grito entre risas.
Yo corrí hacia ellos y le quité a Santi de encima y le empecé a hacer cosquillas yo, luego Leila le empezó a hacer a Marco, los niños no paraban de reírse y ella tampoco, volteé a verla, se veía realmente hermosa riendo, me encantaba verla feliz, era como ver a otra niña pequeña jugando con Santi y Marco.
—Bueno, ya, es hora de cenar-. Les dijo Leila
—¿Que vamos a cenar tía Lei?-. Preguntaron ambos niños.
—Esa es una buena pregunta, emm, ¿quieren pizza?-. Nos pregunto a todos.
—Lo que los niños digan-.
—Siii, yo quiero pizza-.
—Bien, pero que les parece si antes nos ponemos pijama todos-.
Todos subimos a cambiarnos, mientras los niños se cambiaban en su cuarto, Leila y yo nos metimos al suyo, cuando entré cerré la puerta tras de mi.
Tome a Leila del brazo para voltearla y la bese, tenía tantas ganas de besarla, en el día no nos habíamos podido dar más que pequeños besos cuando los niños se volteaban.
La besé y la recosté en su cama.
—Ey, espera-. Se paró y le puso seguro a la puerta.
No hicimos nada, puesto que sus sobrinos estaban en el cuarto de al lado y a ninguno de los dos se nos hacía correcto, solo nos besamos y pusimos nuestras pijamas, a pesar de que en la mañana habíamos tomado el baño juntos, no había visto nada, ambos estábamos de espaldas, Leila me dijo que le daba un poco de pena y desperté su decisión, la verdad a mi también me daba un poco de pena.
Cuando salí del baño ya tenía mi pijama puesta, que no era pijama realmente, solo era un pants gris y una playera negra.
Leila traía unos pantalones de hello kitty y una sudadera, yo solo me reí.
—¿Que?-. Dijo Leila.
—Lindos pantalones Cariño-.
—Calla, calla, Hello Kitty es top-.
—Como tú digas flaca, yo opino que te ves bien-.
—Gracias corazón, tú también te ves muy bien-.
Cuando salimos ya estaban los niños esperándonos en la sala.
(...)
Llegamos a la pizzería más cercana, a Leila le daba pena bajarse.
—Ya flaca, vamos, ¿no que Hello kitty era top?-. Le recordé riendo.
—Bien-. Dijo y se bajó, parecia niña regañada, se veía muy tierna.
—Buenas noches, ¿Que van a ordenar?-. Nos dijo la muchacha que atendía.
—¿De que quieren ustedes?-. Les pregunté, Leila y los niños respondieron que de pepperoni.
—Me da ese paquete por favor-. Dije y señalé uno que traía una pizza de peperoni y unos palitos de pan con ajo.
Pagamos y la llevamos a el departamento, comimos y pusimos una película, los niños escogieron "Shrek".
A Leila le encantaba Shrek, se sabía hasta los diálogos, los niños no aguantaron ni media película cuando caller on dormidos, volteé a ver a Leila y ella también se había quedado dormida, lleve primero a un niño y luego al otro, después vi a Leila recostada en el sillón y a ella también la cargue y lleve a su cama, no quería incomodarla, por lo que tome una almohada y una cobija y me acosté en el sillón.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estábamos viendo Shrek, no se en que momento caí dormida, me desperté por ahí de una hora después, volteé a mi lado y no vi a nadie, ni siquiera estaba destendido, me levanté y busqué a Ángel, cuando salí lo vi recostado en el sillón, seguía viendo Shrek.
—¿Que haces corazón?-. Le pregunté y pareció asustado.
—Pues, no quería incomodarte, te quedaste dormida y te lleve a tu cuarto, pero no te pregunté si podía dormir contigo-.
—Mi vida, tú no necesitas permiso, y por supuesto que no me incomodas-. Dije y le extendí la mano.
Lo lleve a mi cuarto y apague la tele, se acostó y yo hice lo mismo, el estaba todo tieso, sabía que no quería invadir mi espacio personal, entonces yo lo abracé y me recosté en su pecho, sentí como su cuerpo se relajaba y me abrazaba.
Empecé a sentir una paz tan grande, me sentía protegida, feliz, completa, enamorada, no se que tenia este hombre, me relajaba y hacía tan feliz de una manera enorme, lo amaba y lo amaba mucho, desde el primer momento que lo conocí.