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-... Minhyuk - abrió los ojos con pesadez - donde estoy?

Jooheon estaba sentado en una silla observándolo, se levanto al escucharlo.

- No te levantes - sirvió agua en un vaso - te desmayaste, dijo Wonho que fue por no dormir bien y por el estrés - musito lo ultimo con algo de culpa.

- Wonho estuvo aquí?

- Sí, por cierto, no te preocupes por Minhyuk, fue con Kihyun y Hyungwon a la Casa Azul.

Asintió.

- Wonho dijo que te tomaras esto al despertar - le paso la vitamina y acerco el vaso con agua.

Intento tomar el vaso, pero las manos le temblaban, se sentía débil.

- Déjame ayudarte - musito.

Sostuvo el vaso por el, apoyándoselo en los labios y espero paciente mientras bebía su contenido. Mientras esperaba el lo miro a los ojos, se encontró con una inusual calidez que lo extraño.

Jooheon era así de amable? se cuestiono en su mente.

- Tienes unos ojos hermosos - dijo el con voz suave.

Changkyun agradeció estar tomando agua. No sabía que responder a eso.

- Espero que no suene raro... pero me recuerdan a los de mi madre - continuo - Café oscuros, tan brillantes y entrañables. Cuando hacía alguna travesura ella me miraba como tu lo haces - Sonrió con tristeza - Le aterraba que algo malo pudiera pasarme, Sabes? Luces como un hombre que no le teme a nada.

Los ojos de Jooheon se cristalizaron.

- La echo de menos - susurro débil.

Lo miro por primera vez siendo humano. No era para nada grato verlo derrotado. Era humano por culpa del dolor.

- Lo siento - regreso a su silla.

- Gracias - dijo.

El se limito a asentir.

- Me tome el atrevimiento de quitarle los zapatos.

- Gracias, de nuevo - se sentó en la orilla de la cama.

- A donde cree que va? - lo miro con atención.

- Me siento mejor - se puso los zapatos - Hagamos que su madre se sienta orgullosa...

Se acerco hasta el a pasos lentos y le tendió su mano.

-... Que dice? - sonrió.

El Porsche iba a 100 K/H, Changkyun se aferraba al cinturón de seguridad. Jooheon había insistido en manejar. Acepto que lo hiciera, error. El hombre manejaba como cafre, agradeció que manejara por la autopista y no por en medio de la ciudad.

- En donde estamos? - curioso miro por la ventana.

- La casa hogar para niños en Seúl.

Asintió.

- Hoy es jueves, los jueves sin falta acompaño a Yeojoo a visitar a los niños.

- Quien es Yeojoo? - entrecerró los ojos - una de tus conquistas?

- Claro, si ella tuviera veinte años menos y no estuviera casada con mi padre, tal vez - sonrió con sarcasmo.

Bajo del auto y lo rodeo para abrirle la puerta.

- Me acompaña? - le tendió la mano para ayudarlo a bajar.

- Lo siento creo que me precipite - dijo apenado.

- Descuide, me lo eh ganado.

Las encargadas del lugar parecían conocerlo, todas lo saludaban y lo reverenciaban contentas. Los encaminaron hasta el área de visitas donde una horda de niños se abalanzo sobre el, realmente les agradaba.

El Hijo del presidente - JookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora