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-Te ves muy guapo, Chang - dijo Minhyuk, observando a Changkyun mientras se acomodaba el flequillo.

-¿Te parece? - preguntó, no muy convencido.

-Por supuesto - afirmó, echándole un rápido vistazo.

Changkyun llevaba un ajustado traje color beige que le había llegado en la mañana por mandato de la Casa Azul - en letras pequeñas, de parte del pervertido Lee. No supo si era una buena elección como vestimenta para su segundo - ¿o era el tercero? - primer día de trabajo, en especial si consideraba la relación auténtica que sostenían. Quería evitar las mayores tentaciones posibles. Así que se vistió a prisa y fue a parar a la casa de Min a eso de las seis de la mañana. El estaba tan encantado con el traje que, al vérselo puesto, comenzó a silbarle.

Incluso despertó a Wonho para que le diera el visto bueno.

-Minhyuk tiene razón - musitó Wonho, bostezando, mientras servía café en las tres tazas -. Aunque siempre te ves bien. No sé por qué era necesario despertarme, recién termine un turno de 24 horas.

Min dio saltitos hasta colgársele del cuello.

-Necesitaba tu opinión.

El sonrió.

-Solo querías despertarme. Te conozco, Min.

Chang puso los ojos en blanco.

- Me harán vomitar. Min, ¿me pediste el Uber?

Los ojos de Minhyuk se volvieron pequeños a medida que una sonrisa de disculpa se le formaba.

- Lo olvidé, lo siento.

Frustrado, I.M. alzó ambas manos al cielo.

-Voy a llegar tarde - los zapatos de piel Italianos resonaron por la sala a medida que alcanzaba el teléfono -.

- Te lo dije una vez, necesitas un auto.

-¡No puedo pagarlo!

-Bueno, ahora tienes otro empleo y una mejor paga. Aunque te juro que no entiendo ¿No renunciaste? A mí ya no me dices nada.

-Lo decidí ayer. Te contaré más tarde.

-Oh, sí, por supuesto que lo harás.

Abrió la aplicación en su celular, ignorándolo. Apenas tecleo la dirección, escuchó como aporreaban la puerta de entrada.

- A eso le llamo servicio -musitó Minhyuk a son de broma.

Changkyun puso los ojos en blanco antes de bloquear su celular.

- No pediste el "Uber" de la Casa Azul, ¿cierto?

-No, de verdad lo olvidé.

Confundido, Chang se asomó por la mirilla para encontrarse a Lee Jooheon del otro lado de la puerta.

-No puede ser -musitó sorprendido.

El corazón dio un salto en su pecho al siguiente golpe contra la puerta. Contuvo el aliento y la abrió.

Jooheon estaba de pie frente a la puerta con una radiante sonrisa mañanera, vestido de traje negro y pañoleta Beige, del mismo color que su traje.

-Buenos días, Chanie - musitó él.

Changkyun le dedicó una amplia sonrisa.

-Buenos días, Joohoney, acosador de mierda ¿Cómo sabes que estaba aquí?

Él se echó a reír.

-Minhyuk me avisó.

-¿El cómo tiene tu número?

El Hijo del presidente - JookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora