T R E S

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¡Felicidades a mí!
✨🥂

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Apreté mis labios, queriendo evitar las ganas de llorar, y me giré para seguir comiendo. No quería observar como un millón de chicas se le acercaban a Jungkook a pedir fotos, autógrafos o una noche de sexo. Pero lo que más me duele es que el les diga que sí, con una sonrisa.

—Ey, ¿Estás bien? — me preguntó Hoseok.

—Podría estar mejor.

Han pasado varias semanas en las que he conocido mejor a mi querido amigo Jung Hoseok, así que ahora tenemos mucha mas confianza y yo destreza al hablar con alguien nuevo.

—¿Por qué? — miró por encima de mi cabeza, para intentar descifrar qué me había puesto así.

—No es nada. — seguí comiendo.

—Ya lo descubriré. — lo miré mal. — En fin, ¿Quieres ir hoy a cenar? — lo miré rápidamente. — como...amigos. — sonrió leve.

—Ahggg. No me apetece salir. — reclamé.

—Bien. Estaré a las 8:00 en tu casa. — puse los ojos en blanco. — Te divertirás, lo juro.

—Si tú lo dices...

En aquel momento solo me imaginaba a Jungkook poniendo sus manos en mi cintura, acercándome a el y basándome suavemente. Estos pensamientos recorren y ocupan mi mente día tras día, desde hace años. Y estoy harta de esto.
Suspiré triste y seguí comiendo. Odio que me afecte tanto este tipo de cosas, cuando ni siquiera somos amigos.

—¿Me estás escuchando? — me preguntó y yo lo miré.

—¿Estabas hablando?

—No. Pero que me lo preguntes me confirma que algo te pasa. Ya dime. — insistió.

—¡Ahg, bien! — se sobresaltó. — ¡Me gusta Jungkook pero el me odia porque cree que soy una niña de mami y papi, y que todo lo que quiera lo tengo en bandeja de oro. Y ahora está con su estúpido club de fans, que son todas unas putas, pijas y malparidas todo feliz. Aaah no, pero CONMIGO — me señalé. —, es borde, me trata mal, me insulta. AHG, son todos unos putos inútiles…! — terminé.

—...wow. — dijo boquiabierto.

Me quedé unos segundos en silencio, pero rompí en llanto. No quiero sufrir más por el, pero, no sé por qué, no puedo dejar de quererlo. No sé si es porque lo conozco desde pequeña, o si solo soy estúpida por amar a alguien que me desprecia, solo sé que odio esta situación.

Cubrí mi rostro y el me abrazó fuerte.
Woah...nunca nadie me había hecho esto, siempre me esforcé en no llorar en público. Siempre me ha parecido patético. Se sintió tan bien que lo abracé también, y me dejó llorar en su pecho.

Después de unos segundos, me separé y limpié mis lágrimas de mis mejillas con un pañuelo.

—¿Quieres que te sea sincero? — elevé mis hombros. — Jungkook es un imbécil. Y si no te quiere, pues peor para el. Él no sabe apreciar lo bueno, así que déjalo ir. Es mi consejo.

—No...él...él no es imbécil ni nada. Simplemente...no le caigo bien..

—¡¿Y por eso te debe tratar mal?!

—Supongo que sí... ¿Acaso nadie te cae mal?

—Jungkook. — reí leve.

—En mi casa a las 8:00. — asintió.

Niña de Mami Y Papi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora