Niña de Mami Y Papi

C A T O R C E

Me quedé sin palabras.

—No puedes decir por mí, si yo decido quererlo, es mí problema. No es el tuyo.

—Exacto. Y yo me estoy preocupando por ti. Pero, ya que no quieres seguir mis consejos, bien. Jódete. — me miró mal, y se fue.

Me senté en mí toalla. Toda la emoción que había podido reunir hasta ahora, se había ido. Jugué con mis manos, y me di cuenta de que necesitaba una nueva manicura. Tal vez podría hacer eso para distraerme.

Cogí mi teléfono, y empecé a buscar ideas de uñas. Mi exhaustiva búsqueda, fue interrumpida por Yoongi, quién se sentó junto a mí todo mojado.

—¿Qué haces? ¿No vas al agua?

—Peleé con Ja-wol.

—¿Pero no vas al agua? — rió y yo le pegué.

—Hablo enserio. Fue sobre Jungkook.

—Ahg. — puso los ojos en blanco. — Ese ya me tiene harto. Siempre te está causando problemas.

—Cállate. Solo dame un abrazo y dime que todo estará bien. — observé los músculos definidos de Jungkook y suspiré posando mi cabeza en el hombro de Yoongi.

Él se calló, y como dije me abrazó. Morí de frío ya que él estaba mojado. Así que solté un pequeño grito ahogado e intenté separarme de él. Él no me dejó, y me abrazó más fuerte mientras reía.

—¡Qué frío! ¡AAAAAHHH!— reí.

(…)

—Amor, pero... Déjame hablar, en serio. Por favor, cariño. No me dejes... Tatiana no, ¡No, amor...! — dijo él. Solo vi como arrojó el móvil a la mesa con frustración, para después pasar sus manos por su cara y cabello.

—¿Te dejó? — le preguntó Jimin.

—Sí. Alguien le mandó fotos de las chicas con las que estuve ayer.

—¿Con quién estuviste? Yo me estaba follando a una con un culo enorme. Joder, parecían dos sandías cada vez que le daba por detrás y sus nalgas rebotaban.

—Joder, Jimin. Cállate. — se quejó Taehyung.

Tenía algo de miedo. ¿Y si Tatiana sabía que yo también había besando a Jungkook? Me hará la vida imposible, más de lo que ya hace.

Observé la cara de Jungkook. Parecía frustrado, pero no triste. Ni siquiera lloró.

El mesero llegó, y le dimos nuestras órdenes.
Después de ir a la playa, fuimos al hotel y nos arreglamos para venir a cenar.
Ja-wol aún no se digna a hablarme, pero está bien. Ella no tiene motivos para estar así, ella me puede aconsejar, pero es mí vida.

—Pero, hermano. ¿Qué esperabas? Ayer te besaste con trescientas mujeres. De alguna manera de iba a enterar.

—Ella está en Corea y yo en Japón. Tiene ojos en todos lados. — comentó Jeon.

—No pareces triste. — comentó Yoongi.

—No lo estoy. Bueno, más o menos. Pero aquello ya era insoportable. Ya se estaba tornando una relación tóxica. Me alegro de que me halla cortado.

Quedé atónita al escuchar aquellas palabras, y en parte sorprendida. Ante el público, ellos eran la parejita ideal, y ahora... ¿Simplemente cortan? No entiendo.

—Tn. — me dijo Yoongi quien estaba a mi lado.

—¿Qué?

—Tose.

—¿Cóm...— no pude terminar de hablar con ando escuché el sonido de una flatulencia.

Todos nos echamos a reír, incluido Yoongi, quien se había colorado.