S I E T E

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-¿Y qué me quieres decir exactamente? - le pregunté.

-Es una advertencia. Te digo que no te metas conmigo, porque puede salir muy mal para ti. Básicamente, puedo arruinarte la vida. - advirtió con aires de superioridad.

-¿Y quién dice que yo no te puedo hacer lo mismo? Tatiana, no juegues con fuego, porque... Te quemas.. - le susurré lo último.

-¡Já! ¿Tú, una niña de mami y papi, cómo me podría arruinar la vida? - "niña de mami y papi"...

Esas palabras me ponen sensible, me desconciertan, y esta no fue la excepción. Me quedé callada, mientras todos me miraban, listos para burlarse de mi. Iba a bajar mi mirada, hasta que miré a Jung Kook. Él parecía satisfecho. Esto me dio tanta rabia e impotencia, que saqué fuerza de donde no la había para responder.

-De muchas maneras, acaso... ¿Quieres que te lo demuestre? - en cuanto abrí la boca, la sonrisa tan hipócrita que tenía ella en su rostro desapareció.

-Cuidado con lo que dices. - avisó Jung Kook.

-No, cállate, Jeon. - dijo seria. - Puedo manejarlo sola. - levanté mis cejas.

-¿Manejar el qué? Yo solo estaba conversando tranquilamente. - alcé mis hombros. - ¿Vamos, Hoseok? - le pregunté y el asintió sonriente.

Empezamos a caminar, dejándolos hirviendo.

No se confundan. Odio llevarme así con las personas, y más con Jung Kook, pero, en verdad estoy harta de Tatiana. Desde pequeñas me ha parecido una persona arrogante, presumida, creída... Todo lo que tiene una niña de mami y papi, pero no, ella es perfecta. Puede que la envidie, sobretodo por salir con Jung Kook, pero no envidio su forma de ser en lo absoluto.

Después de clases, Yoongi, Hoseok y yo, nos reunimos a la salida para despedirnos, pues mi hermano me llevará a casa.

Me subí al coche, e iba a abrazar a mi hermano, hasta que lo vi enojado. No siempre está así, mi hermano de echo es bastante tranquilo, así que esto me preocupaba.

-¿Todo bien? Pareces enfadado. - dije abrochando mi cinturón de seguridad.

-¿Cómo quieres que no esté enfadado después de lo que me has escondido durante años? - su voz sonaba contundente, seguro de sus palabras.

Fruncí el ceño, ¿De qué estaba hablando ahora?

-¿Qué dices?

-¡Lo de Jung Kook! - golpeó el volante, y yo lo miré asustada.

-¿Q-qué de Jung Kook...?

-¡Lo sabes bien! ¡Joder! - golpeó el asiento, casi dándome en la cara.

Namjoon me empezaba a dar miedo. ¿Por qué está tan loco?

-N-no sé de qué me estás hablando, Nam..

-¡¿A no?! ¡¿A NO?! ¡¿Y por qué Tatiana me dijo que estás enamorada de él desde hace años?!

-E-eso... Eso es mentira. - negué.

Mi vista se desvió hacia la ventana, con la esperanza de que se callara y dejase este tema aparte. Pero lo que hizo después me dejó aterrada.
Trancó las puertas y me agarró de los hombros fuertemente, haciéndome daño.

-¿Qué haces? Déjame, me haces daño. - me quejé.

Lo siguiente que sentí fue una cachetada en mi mejilla, y después un fuerte dolor en mi labio inferior. Me quedé en shock. ¿Mi hermano... Me había golpeado?

-¡Dime ya la verdad! - gritó. Estaba paralizada, no podía decir nada, así que el siguió gritando cosas.

En un movimiento rápido, desabotoné mi cinturón, quité el seguro de la puerta y la abrí, para después empezar a escapar.
En el proceso me choqué con un cuerpo robusto, grande y fuerte. Lo miré a los ojos, era él. Era Jung Kook.

Niña de Mami Y Papi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora