Desperté por el calor que sentía, mi cuerpo me dolía como si hubiera echo deporte toda la noche, o como dice nuvia, como si hubiera tenido sexo toda la noche sin parar.
Gire mi cabeza en busca de Sam, ahí estaba, dormida, se veía tan linda que solté una risita.
Mi cuerpo seguía doliendo con cada movimiento, pero no me impidió hacer que mi mano tocara la piel blanca de rivers.
Baje desde su mejilla hasta su clavícula, algo que note al hacer esto fue la desnudez de su cuerpo, la sabana tapaba todo, pero su cuello y brazos estaban a la vista, lo que me indico que ella no tenía playera puesta.
Me sonroje y me avergonzó que la veía muy indefensa, con ganas de quitar esa sabana molesta y verla desnuda, poder tocarla como yo quería.
– mierda ari deja de pensar eso – me di un golpe en la cabeza regañandome por esos malos pensamientos.
Me separe un poco, ¿ por que estaba casi desnuda?
Su cabello estaba ondulado y desordenado, sus labios estaban rojos y un poco irritados, se veía tierna... pero jodidamente sexy.
Su piel blanca me pedía a gritos que la tocara y acariciara.
Mi cuello dolía, lo sobe un poco, me di cuenta que mi cuerpo sudaba demasiado, me levanté sin hacer ruido, encendi mi teléfono.
Eran las 3:54 de la mañana, por que me desperté tan pronto, me estire un poco, tenía calor, demasiada calor.
Mire de nuevo a Sam pensando si lo que iba a ser era correcto, que tal si la incomodaba, suspire fastidiada por el calor, irritada me quite mis pantalones, quedando en mi camisa que estaba algo mojada por mi sudor.
Volví a entrar en la cama, me acerque a ella y busque su mano, con el calor que sentía no me atrevería a tocarla para generar más calor, sentí su mano fría entrelazarce con la mía.
Al sentir que su piel estaba bastante fría me acerque temerosa a ella, esperaba no tocar nada que no pudiera tocar, la abrace por la cintura, sentí su piel desnuda y fria refrescarme, como intuí su playera no estaba, tal vez sintió el mismo calor que yo y se vio en la necesidad de quitársela.
– Sam – susurre sin esperar a que me respondiera o que siquiera me escuchara
– Sam, yo..también creo que me estoy enamorando de ti – escondí mi cabeza en su cuello, me daba vergüenza decirlo, pero en el fondo quería gritarlo y que lo escuchara.
Volví a levantarme más cansada, mi cuerpo ahora estaba más caliente y pesado, me sentía muy mal, extendí mis brazos, Sam ya no estaba, mire la hora en mi celular.
– mierda, son las 7:32 – dije sin ánimos, mi hora de entrada era a las 8:00, ya iba demasiado tarde, mi pregunta fue por que Sam no me levanto.
Mis ojos querían cerrarse de nuevo pero sabía que tenía que levantarme para ir a la escuela.
– mierda, mierda, ari – rivers entró apresurada por la puerta sacudiendo mi cuerpo al estar cerca de mi – me retrase mientras me duchaba y no te desperté – paro al mirarme sin reacción alguna
– no te preocupes – susurre casi para mi, se acerco a mi, me miro y me beso, no me sentía con ánimos pero continue el beso como pude
– estas bien – pregunto acercando nuestras frentes – mierda ari, tienes temperatura – se separo y levanto las sábanas, sentí el frío de inmediato, toco mis piernas de inmediato lo cual me erizo la piel – estas ardiendo bebé, tienes gripe – se levantó rápido y busco una prenda en su armario junto con un pañuelo
