Nos quedamos unos minutos mirando el cielo mientras yo acariciaba su cabello, era un gesto que empecé a notar que le gustaba.
Osvaldo se veía cansado así que preferí decirle a sam que nos fuéramos.
- Sam, ya es tarde - ella salió de su comodidad y lentamente se levantó de mi regazo estirando su cuerpo
- vamos - me tendió la mano mirándome con esos ojos imposibles de decirles que no, caminamos a los dormitorios de los hombres para dejar a osvaldo, era divertido estar con ambos, sus bromas y chistes provocaban grandes carcajadas de parte de los tres, Sam en ningún momento soltó mi mano, algunas veces nuestro agarre se iba debilitando pero 1q si leyera mi mente se acercaba de nuevo y presionaba fuertemente mi mano disimulando.
- bueno mojón, te veo mañana - Sam hablo al llegar a nuestro destino despidiéndose de su amigo.
- vamos con todo mañana chaneke, seguro entras - dijo entusiasmado, se despidió de ambas y entró al edificio, ella y yo caminamos de regreso a él nuestro, no dijimos nada, pero me sentía bien con el silencio, note su mirada algunas veces lo que hacía que me sintiera avergonzada.
- te veo mañana - al frente de mi puerta ella me de despedía para ir a su habitación, la mire su sonrisa era amplia y grande lo que me hacía sonreír por instinto
- si, buenas noches - nos miramos por un largo tiempo, ella se acerco un poco a mi, por que estaba tan nerviosa, ya nos habíamos besado muchas veces, por que esta vez era diferente.
- duerme bien - me dio un cariñoso abrazo, su aroma era maravilloso, pude oler su cabello, era algo que amaba de ella, bueno amaba todo en sí, su sonrisa, su cabello, su rostro, su cuerpo, su voz, su risa, su actitud, su forma de ser.
¡Dios esa mujer me tiene loca ! Pensé al escuchar mi corazón bombear como loco, con un solo abrazo ella podía hacerme volar hasta la luna y regresar, con tan solo un roce me erizaba la piel y ponía mi cuerpo como un loco.
- bueno adiós - se separo feliz, se fue casi corriendo, mi boba sonrisa lo decía todo, no me moví por unos minutos sintiendo esa gran felicidad dentro de mi, era una sensación maravillosa.
Me desperté con el mejor humor posible, tomé mis cosas y fui a ducharme, regrese y puse música a un volumen alto pero moderado, era temprano, pero decidí despertarme antes, tenia que ir a comprar algunas cosas para algo que quería hacer.
Nuvia se despertó mirando mi baile fastidiada, ella amaba dormir y se enojaba cuando la despertaban sin necesidad alguna, pero si era una necesidad, estaba feliz muy feliz.
Hice algunos pasos muy mal ejecutados pero que me hacían sentir divertida y con mucha energía, me cepille el cabello cantando con el cepillo, me amarre el cabello en una coleta alta con algunos mechones de pelo en mi frente, me coloque mis lentes de descanso.
Me maquille suave, resaltando mis labios y ojos, ate mi corbata aun bailando, estaba lista, portaba mi uniforme perfectamente, me veía bien.
- el amor te hace estúpida - atra ves del espejo mire la cara de cansancio y fastidio de mi amiga que con pereza se levantaba, solo me reí ante su aspecto y comentario - ¡¡viste la hora abril abdamari!!- levantó sus brazos exclamando enojada, me reí lo suficiente para que fastidiada me lanzará una almohada.
- te veo en clase tengo que comprar algunas cosas - me acerque a ella y bese su mejilla, ella solo sonrió, Camine a la puerta tomando mi mochila con todo lo necesario.
- con cuidado mujer, te veo al rato - asenti y salí de la habitación - tráeme de desayunar - grito cuando ya estaba afuera de ahí, solo reí y continúe mi camino.
