mentir o engañar

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Habían pasado días desde aquella discusión, Keigo estaba en su recostado sobre su cama y la preocupación de Takami era obvia pero no tenía forma alguna de comunicarse con su novio ya que éste le había dicho que él tener algún dispositivo como un móvil era innecesario pues le dijo que la única persona con la que necesitaba hablar era él y eso podían hacerlo en casa. Se lo había creído todo, él le creía cada una de las palabras que escupía el pelinegro, podría mentirle las veces que se le diera la gana y Takami se creería cada una de esas palabras pues tenía al Judas que nunca podría odiar y le perdonaría aunque sus palabras se clavaran directo en el corazón.

Desconocía a las amistades que tenía Touya así que no podría tratar de hablar con alguien para saber el paradero del otro, no le gustaba sentir como aquel sentimiento lo llevaba a pensar cosas que podrían ser erróneas pero temía que el pelinegro se consiguiera a alguien mejor que él y le dejara botado. Rápidamente negó con la cabeza intentando desaparecer esos pensamientos. Su amor era mutuo, al menos eso pensaba el rubio. Jamás tuvo motivos para pensar lo contrario pues el otro jamás había dado indicios de que tenía a alguien más.

— Cálmate Keigo … tú solo te haces daño— dijo mientras pasaba sus manos por su rostro.

Se sentó sobre la cama intentando calmarse, quería saber si su novio estaba bien o si por lo menos regresaría esa semana. Había cubierto su horario de trabajo así que podía gozar del descanso ese día. Comenzó a jugar con sus manos algo inquieto mientras pensaba cada vez más en lo que podría estar pasando, odiaba discutir con Dabi pero a veces era él mismo quien buscaba los problemas.

Sus pensamientos fueron irrumpidos por el ruido de la puerta abrirse, rápidamente se levantó y salió de su habitación para después ver entrar al pelinegro. Se acercó temeroso a él pues temía de la respuesta que el otro pudiera dar. Ambos se miraron y cuando Touya cerró la puerta se acercó al rubio. Metió su mano en uno de los bolsillos de su chaqueta y sacó un par de billetes los cuales arrojó al suelo .

— Recupere lo que me prestaste, ya puedes pagar lo que quieras — se escuchaba molesto por lo que Keigo optó por solo bajar la mirada.

— No tenías que hacerlo, sabes que iba a cobrarlo…

— Pero si te la pasas reprochando por dinero supuse que eso querías.

Touya mantenía un semblante serio y eso lograba intimidar al otro. Tenía sus dudas, le había mencionado que no tenía trabajo así que era raro verle con la cantidad en poco tiempo.

— ¿Has conseguido empleo? No quería presionarte … — Keigo se agachó frente al otro y comenzó a juntar el dinero que estaba en el suelo, al terminar se levantó y se extendió al otro.

— ¿Qué insinuas? ¿Crees que sería capaz de darte "dinero sucio"? Trabaje para conseguir eso y que te calles la boca, ¿Que creías? ¿Qué me fui a robarle el dinero a alguien más? —  tomo al rubio por el brazo haciendo que esté soltara un quejido—  Pues no Takami, te confundes.

— Jamás pensé eso de ti, solo que creo que fue muy pronto que consiguieras un trabajo, pero perdona mi imprudencia — miró al otro y sus ojos mostraban el miedo que estaba sintiendo, temía que esto terminará mal.— disculpame…

— Pues que sea la última vez que insinuas que soy un delincuente, si te molesta que intentará reponer tu dinero dímelo y jamás te vuelvo a pedir un favor— soltó al otro y se fue a la habitación que ambos compartían.

Keigo no iba a seguir con el tema, aunque supiera que algo estaba mal, conocía a la perfección al otro y sabía que cada que se intentaba defender Touya se ponía a la defensiva, prefería dejarlo así e intentar remediar su situación.

Violentómetro / DabiHawksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora