Otro día más en la vida de Keigo, transcurría con normalidad, estaba en su trabajo tomando los pedidos de los clientes hasta que su jefe lo llamó, fue a su oficina y entró en ella.
— ¿Pasa algo? — preguntó Keigo.
— Descuida, nada malo ha pasado, solo que te han traído algo y debía dartelo — de acercó al rubio con un gran ramo de tulipanes amarillos — Trajeron esto para ti.
Keigo miró aquel ramo de flores y lo sostuvo entre sus manos.
— Mhmm… creo que ha pasado una equivocación, mi novio no me ha mandado nada …
— Bueno ahí tiene una tarjeta, quizás tengas un admirador secreto.— bromeó su jefe.
Takami quitó la tarjeta del ramo de flores y leyó el mensaje que estaba en ella.
"Eres la flor más bonita de su jardín, no dudaré en tomarla para mí .
—Ren"Soltó un suspiro de fastidio al leer aquella palabras y dejó las flores sobre el escritorio de la oficina.
— Use las flores para lo que quiera, no son de mi agrado — dijo el rubio mirando aquellas flores.
— Serán bonita decoración, anda ve a trabajar rompecorazones — dijo bromista su jefe, palmeó el hombro del rubio mientras sonreía.
////
Su turno de trabajo había terminado, salió del restaurante y caminó en dirección a su casa, estaba cansado y lo único que deseaba era dormir entre los brazos de su novio.
— ¿Te gustó mi regalo, pajarito? — preguntaron detrás de él.
Rápidamente volteo a ver de quienes se trataba y obviamente era Ren, él era un hombre alto se veía bastante fuerte e intimidante.
— Por favor no me llames de esa manera — pidió el rubio— Y tampoco me des cualquier tipo de regalo, tengo un novio y lo amo.
— ¿Y él a ti?
Aquella pregunta logró causar una gran duda en su interior.
— No me respondas ahora — Ren acarició el cabello rubio de Keigo — te lo volveré a repetir… eres la flor más bonita de su jardín y te quiero para mí .
— Ren… por favor no me busques y no me des nada de regalos, tus palabras no me importan porque amo a mi novio.
— Eres precioso y se que lo sabes, no te rebajes a estar con un hombre como Touya, créeme que tú mereces más que eso — miraba sonriente al otro — Me encantaría ser yo quien te abra los ojos, no es por meter algún tipo de cizaña pero pregúntate con quién está tu novio cuando no está contigo, piénsalo hermoso.
Ren veía de abajo a arriba al rubio como si detallará cada parte de él.
— Te llevo a tu departamento — dijo Ren tomando la mano del otro.
Keigo rápidamente quitó su mano y lo miró con molestia.
— Soy totalmente capaz de irme por mi cuenta, no me busques nunca más o tendré que decirle a Touya .
— ¿Y qué hará tu novio? Tú no sabes quién soy pero él sí y te aseguro que lo último que hará será meterse conmigo, sube al auto y te llevo a casa, no seas necio. — tomó el brazo del rubio con fuerza.
— ¡Te he dicho que me sueltes! — intentó separarse del otro — ¡Me iré por mi cuenta!
Ren soltó el brazo del rubio.
— Bien, haz lo que quieras pero recuerda que mis ojos siempre estarán sobre ti…
/////
Keigo llegó a casa molesto por la situación que había pasado, entró a casa y al ver las luces apagadas pensó que Touya no estaba en casa, antes de entrar a casa vio un bulto tirado en la sala, se acercó y efectivamente… era Touya.
— Otra vez no …— murmuró Keigo.
Se acercó al pelinegro y se dio cuenta de que nuevamente estaba drogado, intento cargarlo para llevarlo a la cama pero se le dificulto porque el pelinegro a su manera ponía fuerza.
— Touya … no lo hagas difícil — finalmente logró llevarlo a la cama.
Acaricio su rostro, claro que Keigo se sentía triste de ver a su amado en ese estado, solamente se limitó a recostarse a su lado.
— Keigo…
El rubio alzó la mirada al escuchar a su novio hablar.
— ¿Qué amor? ¿Necesitas algo?
El pelinegro empujó al rubio de su lado lo que claramente extraño al otro.
— Maldita sea … no te quiero cerca de mi — Touya intentó levantarse pero su estado se lo impidió — Eres tan malditamente fastidioso … solo mírate, no puedes soportar ni un momento lejos de mi, detesto tanto cuando te pones de esa manera.
— Amor …— Keigo sintió las lágrimas caer de sus ojos.
— ¡Cállate! ¿Acaso no te da pena rogar por mi atención? Me jodes la vida cada vez que vienes a lloriquear por mi atención, solamente te ves ridículo.
— ¡Ya no me hables así! — protestó Keigo mientras miraba al otro — Yo te amo tanto y tú ...¿Solo me tratas así?
Touya puso su mano sobre la boca del rubio con molestia.
— No me vuelvas a gritar, me vuelves a alzar la voz de esa manera y te juro que nunca en la vida volverás a abrir la maldita boca .
ESTÁS LEYENDO
Violentómetro / DabiHawks
Fiksi PenggemarLa violencia también se mide, es terrible ver cómo aquella persona por la que siempre dejaste todo de lado para ponerla en primer lugar va acabando con el brillo especial de una mirada, Keigo siente como por dentro va poco a poco quebrandose pero no...