𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈: Confías demasiado

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𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐗𝐗𝐕𝐈𝐈𝐈: Confías demasiado


Ya había dejado de sentirse ofendida por cualquier muestra en la que ella se volviese inútil ante gente como Itachi y Shisui Uchiha. Aunque, ahora definitivamente puede sentirse casi humillada, el par de ojos le sigue los pasos mientras ella no puede respirar.

Siempre supo que ella no alcanzó cierto nivel cuando todos empezaron a crecer, Sakura se las arregló y decidió entrenar con Lady Tsunade, Hinata si bien no era la más destacada entre ellos pero los regímenes de entrenamiento de su clan la habían posicionado como una adversaria, Tenten era la mejor en armas de los once de Konoha su destreza y habilidades en el campo de batalla eran incomparables y ni hablar de Temari, no era parte de ellos pero sí era lo suficientemente fuerte.

Ino no se había adiestrado en el combate cuerpo a cuerpo, sabe lo básico, atacar y cubrirse; no está muy orgullosa de eso, pero realmente nunca lo necesitó. Solía tener misiones con su equipo y la fuerza bruta recaía en Chōji y Shikamaru siempre hacía una estrategia para que no saliera lastimada o hacerlo lo menos posible. Su talento recayó siempre en su habilidad de infiltrarse, robar información y ser básicamente una espía de gran nivel.

Ino Yamanaka simplemente no funciona como un elemento de combate.

Y tal vez es su culpa.

—Estás muy golpeada —advirtió aquella voz le hizo erizar su piel en primer momento, más profunda.

—No es nada —quiso aminorar la situación.

Itachi no negó o algo por el estilo y, por el contrario, la observó detenidamente. Es buena mintiendo pero su labio roto con sangre coagulada, la mancha morada en sus costillas y ni contar los innumerables rasguños y golpes en todo su cuerpo hablaban por sí solos. 

Él se acercó y tomó su nuca para jalar de ella, Ino intenta evitar el gemido por dolor en su cuello, su cabello suelto fue levemente jalado por la fuerza de la mano de Itachi, una gran silueta de un mano estaba marcada en su blanquecino cuello.

—Gajes del oficio —quiso decir ella con sorna y solo salió un pequeño susurro.

Itachi no mencionó algo, su mirada se había vuelto más penetrante de lo normal y para Ino eso solo significaba una cosa: estaba mirándola profundamente. Lo aprendió a conocer, para ser una persona poco expresiva realmente tenía una línea que seguía, tenía mucha experiencia leyendo a las personas, Shikamaru no siempre decía lo que pensaba pero era demasiado transparente, Sai no tenía señales de siquiera tener emociones o sentir empatía así que... Había aprendido a leer a los hombres cercanos.

—Estás muy lastimada.

No podía negar las palabras de Itachi, realmente lo estaba, no tenía como contradecir después de la paliza que le había dado el sujeto al que le había sacado información.

Era una misión terriblemente fácil, al menos para el ego de Ino Yamanaka, los golpes de las aldeas anexadas a ciertas aldeas; había comenzado para acercarse a la Aldea oculta entre las Nubes, había sido de lo más desafiante pues el terreno irregular no ayudó en la climatización de la unidad. Debían ser sigilosos, Kakashi se había regresado a Konoha después de un pequeño incidente con el hijo del Cuarto Hokage, por lo tanto, había dejado únicamente a Ino e Itachi como equipo. 

Tenía que admitir para su bien que Itachi era un compañero verdaderamente comprometido con la seguridad de la misión. Era tan brillante o más que Shikamaru —cosa que ayudó a la admiración hacia ambos—. El primer día había sido únicamente de investigación del terreno, es decir, buscaban puntos ciegos de la seguridad del lugar, pasaron la noche en un lugar oscuro dónde ambos hicieron guardia sin mencionar algo; pero podía decir que ella odiaba los silencios incómodos, sin embargo, estos nunca existieron. El segundo día fue el de más movimiento para ella, una vez que encontraron los puntos ciegos (no fueron especialmente difícil), era la hora de inmiscuirse y encontrar a las personas correctas para dar el golpe a Kumogare, ese día recuerda, terminó cansada y con un agotamiento mental bastante deteriorado, durmió muy poco y esperó a que alguno de los sueños pudiesen volver. Para el último día harían su golpe definitivo, como siempre, Itachi protegería su espalda y se encargaría de cualquier incidente.

𝐔𝐓𝐎𝐏𝐈𝐀 | 𝐢𝐭𝐚𝐢𝐧𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora