Capítulo 3

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Enrojezco un poco y no puedo voltear. Hay una delgada pared que separa a la puerta principal y a la sala. No quiero salir, dios. No sé cómo voy a reaccionar. Seguro está re lindo y yo me veo horrible. 

No.

Tengo que ir. 

Dale no es tan difícil Anto. 

Acomodo mi cabello detrás de mis orejas y arreglo mi pantalón antes de salir. Y entonces de un segundo para otro lo veo. Con una camisa mangas cortas color verde que le queda perfecta y una bermuda negra de jean.Con su típico cabello oscuro desordenado y una deslumbrante sonrisa que adorna su perfecto rostro. 

Y en ese mismo instante, entiendo lo mucho que lo he extrañado y todo lo que ansiaba verlo. Es perfecto. 

Mi madre lo abrazaba sofocante mente mientras ambos sonreían muy alegres y mi hermano los observaba de mala gana mientras le pedía a mi madre que lo deje respirar. Ella no dejaba de exclamar cosas de la película y de su fabulosa actuación. No estoy segura de lo que decía, sólo podía verlo pasmada. 

–Anto, ya llegaron, vení–.

–Si ma, ya vi– No aparto la mirada de Enzo y sonrío amable mientras me acerco. El tampoco deja de mirarme, lo cual, me encanta– Hola, ¿todo bien?-- Digo tratando de mantener la calma.

–Hola linda, todo bien, ¿vos?-- Me dijo linda…me dijo linda. Me acerco lentamente para saludarlo con un beso en la mejilla. Al separarme contesto.

–Me alegro– digo con una risa nerviosa.--yo bien, también-.

Ámbos mantenemos la mirada y nos sonreímos el uno al otro. Todo parece estar congelado a nuestro alrededor. 

–Bueno vamos a comer. Estoy hambriento– Lau, mi hermano, me devuelve a la realidad y caminamos hacia la cocina. 

Ya en la mesa, mi papá aparece con su cabello húmedo y una gran sonrisa al ver a Enzo. 

–No puede ser, estás enorme campeón– Enzo se levanta sonriente de su asiento y se abrazan fraternalmente.

–Gracias viejo, vos estás más joven que nunca– Ambos se ríen y no tardan en volverse hacia sus asientos.

–Contanos amor, como ha sido todo con esto de la peli– pregunta mamá mientras sirve en los platos.

–Uff, ha sido genial. He conocido muchísima gente y las experiencias cada vez me emocionan y enriquecen más. La verdad, es todo un sueño– Todos le sonreímos amablemente.

–No si ahora está en el mundo de la fama– dice mi hermano orgulloso. 

–Jaja, no, para nada. Todavía falta para eso– 

–Y mira…admiradoras tenés en todas partes–. Ambos se sonríen divertidos. Bajo la mirada hacia mi plato y continúo comiendo. 

–¿Y vos Anto?, ¿Cómo va la escritura?-- No puedo creer que lo recuerde. antes solía pedirle que me recomendara autores y libros para leer, pero con el paso de los años, no volvimos a mencionar el tema. 

–Muy bien. Nada comparado con lo tuyo. Pero… estoy en eso–.

–¿Ah si?-.

–Si, ahora estoy escribiendo una novela. Todavía falta para publicarla, pero espero hacerlo pronto–. Él parece emocionarse con la noticia y me sonríe sorprendido.

–Que bueno, espero leerlo pronto entonces–.

–Si, claro-. Ambos mantenemos la mirada durante unos segundos mientras los demás nos miran tratando de entender. Y la verdad, yo tampoco lo entiendo mucho. 

–¿Che y cómo es eso de que ahora sos un don Juan?- Menciona mi papá haciendo que yo quiera asesinarlo, más luego de ver lo mucho que a Enzo le incomoda esa pregunta.

–No…ehh…jaja. No, no soy ningún Don Juan. Solo les caigo bien supongo–

–Mmmm, no dicen lo mismo en tik tok– dice Lau con picardía– ¿Cierto Anto?-.

Yo lo miro pasmada y de mala gana. Puedo asegurar que mis cachetes están rojos y ya no quiero hablar de esto. 

–¿Qué?, no ni idea. Supongo que si, pero no estoy segura- Enzo me mira travieso, enarcando una ceja y yo solo puedo bajar la mirada. ¿Por qué me mira así?. ¿Acaso no me cree?. No, no pienso quedar como una mentirosa y voy a demostrarlo.-Si sé que a Matías Recalt, el que hace de Roberto Canessa, le hacen edits y todo eso. Están obsesionadas. Y, la verdad, no las culpo, está re bueno-. Todos se quedan en silencio y con los ojos bien abiertos. En especial, Enzo. Su rostro está endurecido y su mirada se torna fría. Aunque sé que quizás no disfrutó de mi comentario, me siento triunfante. Después de varios años, merezco una victoria , ¿no?. 

Un eterno silencio nos rodea y solo se escucha el choque entre cubiertos.Hasta que mamá habla. 

–Emm, bueno, ¿les parece que esta noche Lautaro duerma en los sillones y Enzo en su antiguo cuarto?-Todos la miramos pasmados. 

–No hace falta ma, yo me voy a mi departamento- Dice Lau y Enzo lo mira confuso.

–Me podría haber quedado en tu departamento para no molestar acá Lau– Dice Enzo.

–No no, es un departamento muy inseguro y pequeño. Preferimos que te quedes acá. Es mucho más cómodo y seguro. Aparte todo está muy caro acá. No podíamos hacerte rentar una habitación solo por unas noches, teniendo una acá desocupada–. Dice mamá mientras le acariciaba su mejilla. 

–Bueno, muchas gracias a todos, son tan amables. Los extrañé muchísimo-. Dice Enzo cálidamente y decidimos hacer un brindis por él y su regreso. 

La antigua habitación de mi hermano y la mía están en el piso de arriba, y la de mi padres está abajo, junto a la sala, la cocina, el comedor y un baño. Por lo que, estaremos solos en el mismo piso, durante toda la noche. No sé por que, pero la idea me gusta, y mucho. Aunque sé que probablemente no pasará nada. 

O quizás…si. No sé. 





CHIQUISSS
Les dejo el capítulo tres. No se olviden de comentar q les pareció el reencuentro de Enzo y Anto.
Se vienen un montón de cositas divertidas en la historia😉
Gracias por leer!

Enzo y yo (Enzo Vogrincic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora