Capítulo 17

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El aeropuerto está lleno. Gente llorando, gritando, riendo, abrazando, corriendo, durmiendo, hay de todo. 

Caminamos hacia el mostrador de la aerolínea con la que viaja Enzo para hacer el check in. 

Enzo está junto a Lau. Ambos charlan y se ríen cada tanto. 

Mamá trata de encontrar hacia donde tenemos que ir y papá está desesperado por encontrar un Starbucks para un café.

Varias chicas se han acercado a Enzo para tomarse fotos y pedirle autógrafos. Él las recibe con una sonrisa y sede a lo que le pidan.

Luego de un rato dando vueltas, mi mamá, Enzo y Lau hacen una fila para el check in. 

Papá y yo nos sentamos a esperarlos, ¿de qué sirve que estemos ahí metidos entre tanta gente estorbando? 

La verdad, podría hacerlo Enzo solo, pero Lau quiere, literalmente, pasar todo el tiempo posible con él antes de que se vaya y mamá necesita asegurarse de que todo está bien. 
Yo no dejo de pensar en lo mucho que lo voy a extrañar y en todo lo que me gustaría que hiciéramos juntos ahora que nos confesamos y que ya no tengo que fingir más.

–Hija, ¿Estás bien?--pregunta papá.

–Si si, ¿por qué no lo estaría?

–Ehh…y bueno, estabas mal la otra noche y no te he preguntado si necesitás hablar o algo–yo lo observo con ternura y le sonrío.

–Si pa…estoy bien. Fue una discusión nada más, pero ya está todo en orden.

Ambos nos quedamos en silencio durante unos minutos hasta que él habla de nuevo.

–Acordate que siempre podés contar conmigo, pase lo que pase–hace una pausa–No dudaría en golpear a otro hombre si hace falta–dice divertido y pongo los ojos en blanco. Él suelta una risita. 

–¡Papá! Que no se te ocurra hacer eso. Es básicamente como un hijo para vos.

–No amor…vos sos mi hija, no él. Siempre te voy a proteger, sea él, tu hermano, un amigo, lo que sea.

Yo sonrío un poco avergonzada. Papá dice y hace todo con gracia, pero sé que ,en el fondo, va en serio. 

–Bueno pa, gracias, te amo–nos miramos fijamente. El pone su mano sobre la mía y me sonríe.

–Yo te amo más hija. 

Suspiro y me acomodo en mi asiento. Miro hacia la puerta principal del aeropuerto y, por fin, mis ánimos se levantan. Vale corre hacia mi y yo hago lo mismo. Quiero abrazarla y decirle todo lo que siento haber sido una imbécil con ella. Además, necesito consuelo en este momento. 

Al acercarnos, nos abrazamos fuertemente y no paro de pedirle disculpas. Habíamos hablado por teléfono del tema, pero necesitaba decírselo en persona.

–Perdón amiga, te juro que no sé qué mierda me pasaba. Pero nada era tu culpa. Te amo, perdón.

–Nena, ya está. Obvio que te perdono. Aparte, estás pasando por mucho…–mira de reojo a Enzo y luego sus ojos vuelven a mi esperando a que le cuente todo.

–Si…han pasado un par de cosas…

Vale abre los ojos a más no poder y me toma por los hombros para que le cuente todo.

Después de dos vasos de café y toda una charla sobre mi vida amorosa con Vale, Enzo, Lau y mamá se acercan. 

Gracias a dios, el trámite no demoró mucho y todo está en orden para el viaje. 

Ahora solo queda despedirlo, verlo subir esas escaleras e irnos. No quiero que llegue el momento en el que lo tengo que abrazar, porque es significa, de que voy a ansiar un beso suyo antes de que se vaya y, obviamente, eso no sucederá.

Por más de que nos hayamos confesado, nadie más que nosotros dos y ahora Vale lo sabemos y no creo que sea una buena idea decírselo ya a la familia, no en este momento. 

Mamá llena de besos a Enzo, le dice que se cuide y que no coma cosas pesadas durante el viaje porque le pueden caer mal. Luego papá lo abraza con una gran sonrisa y le recuerda que puede volver cuando quiera, que siempre tendrá un lugar en casa. Coincido…

Vale lo saluda con un beso y le dice lo importante que fue conocerlo para ella y que lo admira muchísimo. 

Apenas termina de hablar con Vale, Lau lo toma por la espalda y lo abraza. Enzo sonríe al sentir sus brazo y voltea hacia él.

–Chau hermano, te quiero mucho–le dice Lau–Cuídate y no te olvides que te voy a caer en cualquier momento por Uruguay. 

Enzo sonríe y le da un abrazo rápido.

–Gracias Lau, cuando quieras.

Y si, el momento llegó. Sus ojos se encuentran con los míos y un nudo se forma en mi garganta. No sé por qué estoy tan mal, es decir, puedo ir a visitarlo cuando me plazca y viceversa, ya que no estamos tan lejos. 

Pero es que…quiero estar con él. No quiero que se vaya.

Mi familia se pone a hablar entre si y no tengo que preocuparme por que noten algo raro entre Enzo y yo. 

–Anto…gracias por todo linda–Me dice al oído mientras me rodea con sus fuertes brazos.

–No, gracias a vos Enzito. Por hacerme pasar los mejores cinco días de mi vida. 

Él me besa suavemente en la mejilla y se separa un poco de mi para mirarme. Lo quiero besar, quiero volver a sentirlo.

–Nos vemos chiquita–dice de una manera sensual. Yo enrojezco por completo y le golpeo el hombro asombrada. Enzo suelta una risita–¿Qué? Pensé que te gustaba–dice pícaro y divertido. 

Me acaricia durante unos instantes la mejilla y voltea hacia los demás.

–Bueno, gracias a todos chicos. Seguro vuelvo más adelante, dependiendo del trabajo y todo eso. Muchas gracias. Los amo mucho mucho.

–Nosotros más amor–dice mamá con una sonrisa–Volvé cuando quieras.

–Gracias, de verdad.

Agarra sus cosas y camina hacia las escaleras luego de echarnos una mirada a todos.

Lo veo subir y ya lo empiezo a extrañar. No puedo esperar a que vuelva y que pueda besarlo de nuevo. Espero que sea pronto. 

Hasta luego Enzito.




Hola chiquisss

Acá les dejo el capitulo 17 con mucho amor, espero que les guste.

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Gracias por todo el apoyo ❤

Enzo y yo (Enzo Vogrincic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora