Capitulo 8

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Vale está a mi lado haciéndome caras pícaras cada dos por tres. Me estoy empezando a arrepentir de haberle contado sobre mi enamoramiento con Enzo. 
Ella es una persona muy inteligente, rápida y capaz, pero no para disimular. Cada que Enzo mira hacia atrás o me dice algo, ella levanta sus cejas una y otra vez a modo de picardía. 
Mi hermano está preocupado porque no encuentra donde dejar el auto, por lo que Enzo solo trata de calmarlo y convencerlo de que lo dejemos en un estacionamiento.
–Pero pará boludo, seguro que hay un lugar libre por esta cuadra.
–Te conviene dejarlo en un estacionamiento, haceme caso. No perdamos más tiempo.
Vale resopla cansada de su pelea y no duda en aportar su opinión.
–Es verdad Lau. Hace media hora que estamos buscando lugar. 
–Si Lau. Yo tengo plata, si querés pago yo–digo tratando de convencerlo. 
–Bueno, pero pagá vos nena.
-Que siii.
Unos minutos después, por fin encontramos un estacionamiento y todos nos bajamos del auto.
–¿Segura que te alcanza?-me dice Lau un poco culpable.
–Si nene, no jodas.
–Bueno, después te devuelvo.-Yo le sonrío y pongo con ojos en blanco.
Mientras busco efectivo en mi billetera, siento que alguien coloca sus manos en mi cintura por detrás y apoya su pera en mi hombro. Por el perfume puedo reconocer fácilmente de quién se trata. 
–Yo pago.
No puedo evitar sentir “mariposas” en mi estómago.
–Enzito, me alcanza, quedate tranquilo.
–No me importa, quiero hacerlo de todas formas–Lo ignoró y continuó con la búsqueda de billetes.
Puedo sentir cómo acaricia mi cintura con sus manos y me estoy empezando a volver loca. Su aliento roza mi oreja y mi cuello, lo cual, me pone la piel de gallina. 
–De todas formas, ya pagué–dice con una voz grave y ronca. Por más ganas que tengo de besarlo, volteo rápidamente hacia él sorprendida y ofendida.
–Boludo te dije que lo hacía yo. No quiero que gastés, se supone que nosotros invitamos–Él me sonríe con ternura y me acaricia la mejilla suavemente.
–Dale vamos, que nos están esperando.
Me toma de la mano y ambos caminamos hacia la salida. Lau y Vale nos miran con mala cara. Al verlos, suelto rápidamente la mano de Enzo, lo más doloroso que hice en toda mi vida.
–Menos mal che. Vamos que se nos hace tarde–dice Lau.
Vale no tarda en hacerme ojitos de enamorada y yo me muero de la vergüenza.
Decidimos ir primero a merendar algo, lo cual gradezco. No tuve tiempo de comer nada antes de salir. 
Enzo camina adelante con Lau y yo estoy atrás junto a Vale. 
–Amiga, se ven muy lindos juntos.
–Shh, basta nena.
–No se escucha nada exagerada.
–No me importa, me pone nerviosa.
Vale se empieza a reír como loca, lo que hace que los chicos volteen a ver que pasa durante unos segundos.
En el camino, varias chicas piden una foto con Enzo. Puedo notar que lo miran desesperadas, ansían tocar y hablar con él. Este hombre nos tiene a todas bajo su poder.
 
Ya en la cafetería, nos sentamos en una mesa para cuatro. Vale y yo estamos en un lado de la mesa y los chicos en el otro. Para mí suerte, Enzo está frente a mí, hermosa vista. 
Puedo ver que varias personas pasan por nuestro lado y susurran. En cualquier momento le piden una foto. 
–Les dejo la cartita chicos–dice la joven mesera. 
Noto que mira de una forma, peculiar, a Enzo y los celos no tardan en aparecer. 
–Ehh… yo voy a pedir un café con leche y unas medialunas–dice Enzo.
–Yo igual–dice Vale.
–Yo quiero unos waffles con dulce de leche y un smoothie de frutilla-dice Lau.
Enzo me mira, esperando a que decida para llamar a la chica. 
–Ehh… yo un jugo de naranja y un alfajor de dulce de leche.
–Que rico– dice Enzo mientras me mira fijamente.
Todo mi ser tiembla con su penetrante mirada, por lo que no tardo en mirar hacia otro lado antes de que enrojezca por completo.   
Enzo le hace seña a la mesera para que se acerque y ella viene rápidamente. 
Mientras hacemos el pedido,la joven anota en una pequeña libreta.
–Ah… y ella va a querer un jugo de naranja con un alfajor de dulce de leche–dice Vale. 
La chica asiente y escribe.
–Bueno perfecto chicos. Ya se los traigo-ella voltea para irse, pero luego se vuelve hacia nosotros nuevamente–disculpame, ¿Enzo?.
Todos nos miramos con incomodidad. 
–¿Nos podemos sacar una foto?-Él le sonríe con dulzura.
–Si si, claro.
–Sos muy lindo, gracias.
Luego de tomarse la foto, la chica vuelve a hacer su trabajo. 

La merienda se hace divertida e interesante. Vale no deja de preguntarle cosas a Enzo sobre la película. Ella es una gran fan sobre la historia del milagro de los Andes y obviamente, se muere por saber sobre cada experiencia de Enzo. 
Cuando le conté que Enzo era nuestro amigo y que venía a quedarse durante cinco días en mi casa, casi se vuelve loca. Me acuerdo que no paraba de quejarse de que no le haya contado antes que lo conocía. Lo que ahora es una anécdota, en ese momento fue una tragedia. 

Luego de merendar, fuimos a dar un paseo por el centro de Palermo. Hermosos y gigante locales rodean las calles. Personas comiendo, comprando, hablando. Es fabulosa la energía y adrenalina que se siente en lugares como este. 
Vale habla con Lau sobre política y Enzo y yo solo observamos en silencio. 
Con el paso de los minutos, dejo que Vale y Lau se adelanten y me acerco a Enzo. 
--Bonita tarde, ¿no?.
El me mira de reojo y sonríe.
–No tanto como vos, pero si–señor me va a matar este hombre. 
Yo pongo los ojos en blanco y le golpe suavemente el hombro. Él suelta una carcajada y no puedo dejar de observarlo embobada. 
Unas fans aparecen de la nada y se ponen a hablar con Enzo.  
–¡Ay no sabés lo que te amo Enzo!-grita una de las chicas.
–Gracias chicas, ¿van a querer una foto?
–Obvio si si–dicen todas casi al mismo tiempo.
Se amontonan junto a Enzo y sonríen a más no poder.
–Gracias bombón, te amamos mucho.
Enzo me mira un poco incómodo y yo le sonrío burlona.
–Muchas gracias chicas, son muy amables. Si no les molesta, me tengo que ir. 
Todas se miran entre sí con mala cara y casi al instante voltean a verme.
–¿Quién es ella?
–¿En tu novia?
Enzo se queda perplejo ante la pregunta. No sabe como reaccionar a esta clase de comentarios. Por lo que decido hacerme cargo y cubrirlo. 
–No chicas, somos amigos nada más–digo amablemente. 
Enzo solo les sonríe y asienta con rapidez.
–Ay bueno, gracias Enzo, te queremos. Sos un genio.
Dice una de ellas y se van.
Al mirar hacia Lau y Vale, notamos que ya no están. Al parecer, ni se dieron cuenta que desaparecimos.
Lo miro de reojo y su mirada está pegada al suelo. Su expresión es seria y no tardo en preocuparme.
–¿Estás bien?-El me mira y me sonríe un poco tenso.
–Si si, pasa que…me pone un poco incomdo esto de la fama.
–¿Qué cosa? ¿Ser una galán?-digo pícara y él me sonríe.
–No… más que nada, el hecho de que ahora toda mi vida se ha vuelto pública.
–Ahh…si es una paja eso. Pero…pensá que es más que nada una etapa que tenés que manejar de la mejor manera posible. Tené en cuenta que la peli acaba de salir y está en el top mundial–Hago una pausa–Ya se les va a pasar un poco, tranquilo. 
Ambos nos quedamos en silencio y continuamos con el camino. De la nada Vale y Lau aparecen de nuevo en el plano.
–¡Acá están! –Le grita mi hermano a mi amiga.
–Vengan, encontramos esa heladería que decía Lau–nos dice Vale entusiasmada antes de correr junto a Lau hacia la heladería.
Miro a Enzo y él no parece estar tan animado. Lo agarro del brazo con cuidado y lo miro fijamente. Sus ojos encuentran los míos y le sonrío con ternura. 
–Todo va a estar bien–le digo casi en un susurro. 
Él me dedica su mejor sonrisa agradecida y comenzamos a caminar, siguiendo a los demás, en completo silencio.






Hola Chiquisss

Acá va el capítulo 8... se va poniendo interesante la cosa entre estos dos.

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Gracias por el apoyo!💕

Enzo y yo (Enzo Vogrincic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora