Capítulo 9

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Acabo de salir de mi examen final. Creo que fue todo un éxito, no tanto como el paseo de ayer, pero estuvo bien.

Ayer fuimos más que amigos, o al menos eso sentí…

Parecíamos una parejita caminando por las calles de Palermo. Un sueño hecho realidad. 

Necesito saber que siente Enzo por mi, sino me voy a volver loca. Pero me aterra un poco preguntar. Se que si no es así, todo va a quedar raro entre los dos. No quiero eso, no quiero que se aleje. Se que quizás él me ve como una niña, pero es que…este hombre me puede y lo necesito. 

Quiero sus ojos, sonrisa, todo de él. Definitivamente lo amo, pero no sé si él a mi también.

Ahora estoy de regreso a casa. Son las dos de la tarde y solo quiero dormir. Anoche estudié hasta tarde y hoy me tuve que levantar a las siete de la mañana para repasar. 

Al llegar a casa, salgo del auto y camino agotada hacia la puerta principal. Entro y no Jay nadie, seguro ya almorzaron sin mi. No los culpo son la dos de la tarde y tienen que hacer sus cosas. Mi mamá me ha dejado un mensaje en el teléfono.

Mamá: Anto, espero que te haya muy bien en el final. Te dejé arroz con pollo dentro del microondas, calentalo. Yo tipo nueve vuelvo del consultorio y papá seguro se queda hasta tarde en su oficina, anda con muchos problemas. Enzo e acostó a dormir la siesta. Fíjate que no le falte nada porfa. Te quiero

Yo: bueno dale ma, te quiero.

Sonrío y recaliento el arroz con pollo que me dejó dentro del microondas para comerlo. Con solo dar unos bocados, mis ojos se cierran de cansancio. Decido guardar el resto y descansar un poco. 

Luego de lavar mi plato y cubiertos, me entretengo con mi celular en el sillón de la sala. Varios edits de Enzo me salen constantemente. Recortes de entrevistas, recopilaciones de imágenes de él y audios sobre la película, acechan mi para ti. 

No me preocupa subir un poco el volumen, Enzo seguro duerme, nunca se salta la siesta. 

Un entretenido y excitante video se cruza ante mis ojos. Son fotos de Enzo que aparecen con el ritmo de la música. Se ve tan lindo. No puedo parar de verlo. Parece ridículo, podría ir con él y aprovechar que lo tengo en persona para mirarlo cara a cara. Pero no es lo mismo. En la vida real, su presencia me intimida y es difícil mirarlo a los ojos sin ponerme nerviosa. 

El video se reproduce varias veces y yo lo miro embobada. 

En ese momento, siento que alguien carraspea y no tardo en saltar sorprendida. Obvio, con mi suerte, tenía que ser Enzo. 

Llevaba unos pantalones de dormir, esos a cuadritos y una musculosa blanca que resalta sus músculos. El pelo desordenado como siempre y una sonrisa picante. 

–¿Te gusta ver mis edits? –yo lo miro con los ojos bien abiertos. No sé qué responder a eso.

–¿Ah?. No no, es que justo me apareció uno jaja–él parece no creer mi excusa– Él algoritmo, que va a ser…

–Aha, claro…

–Si…

–No me molesta que los veas Anto. Al contrario.

–No los estaba viendo, de verdad. No me importa.

Él se encoge de hombros y aprieta ligeramente sus labios. Yo suspiro cansada.

–¿Cómo te fue?

–Bien…creo que bien–él me sonríe y se acerca hacia mí hasta sentarse en el sillón, a mi lado. 

–Tendrías que dormir Anto.

–Si si, eso voy a hacer –ambos nos miramos fijamente–Gracias por lo de ayer Enzito.

–¿Qué cosa?

–Retrasar la salida y volver antes. La pasé genial, posta.

Él me sonríe con ternura.

–No me agradezcas, yo quería hacerlo. De verdad, gracias a vos por acompañarnos. 

Dice con una voz ronca y sensual. 

Nuestros ojos se conectan y hablan sin palabras.

Quiero preguntar. Quiero que me diga que siente por mi, que quiere de mí. Pero el miedo me gana y prefiero ignorar su comentario. 

–Me voy a dormir Enzo.

Voleo para salir de ahí y subir a mi cuarto. Pero justo en ese momento, él me toma de la mano suavemente y yo volteo nuevamente para mirarlo. 

–Vení conmigo esta tarde.

–¿A dónde?

–A comprarme un libro. Quiero que me recomendés uno que te guste. 

–Pero…¿no vas a salir con Lau?

–No, tiene que trabajar y yo decidí aprovechar la tarde para leer algo nuevo. Así que…si vos querés.

Dale Antonela, respondé mamita.

–Ehh…si si obvio. Tengo mucho para recomendarte. Autores argentinos más que nada.

–Perfecto. Gracias linda.

Me besa en la frente y se va.

Tengo que descansar y prepararme. 

Otra tarde de maravillas se acerca.




Hola chiquiss

Acá va el capítulo 9
Espero que les guste.

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Enzo y yo (Enzo Vogrincic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora