Capítulo 24

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Llegó el día. El día en el que me tengo que despedir nuevamente del amor de mi vida, Enzo. No hay mucha gente en el aeropuerto y noto a Enzo un poco inquieto o más bien, preocupado. 

--Enzo, amor, ¿todo bien? –Él suspira y me mira cansado.

–No quiero irme. La pasé tan bien estos días acá con vos, con Lau, tus viejos. Ay…me encantaría quedarme para siempre –le sonrío y acaricio su mejilla. 

–Tenés una vida hermosa, salí a vivirla– digo suavemente.

–Si…pero quiero que estés vos también. Porque no te puedo explicar lo mucho que te extraño cuando me voy Anto. Son muchos meses hasta que nos volvamos a ver. 

Tiene razón, estamos en diciembre  y recién en marzo pudimos acordar el próximo encuentro. Ambos tenemos muchas cosas que hacer de por medio, por lo que no encontramos una fecha más cercana. Me entristece un poco al escuchar sus palabras. Me pasa exactamente lo mismo. Más ahora que estamos más unidos que nunca. 
Enzo nota mi descontento y me abraza fuertemente. Yo hago lo mismo y unas cuantas lágrimas brotan de mis mejillas.

Ya pasaron cuatro semanas desde la partida de Enzo. Enero se ha apoderado de nuestras vidas y la verdad es que el calor es insoportable. La mejor parte de todo esto es que son vacaciones, a pesar de que sigo con mis estudios desde casa. Vale me invitó a un viajecito corto a la costa argentina, lo cual, me viene genial. 

Con Enzo hablamos todos los días, pero solo en las noches que es cuando suele tener tiempo libre. Vive viajando, dando entrevistas, conferencias, etc. Lo admiro muchísimo. Tiene la suerte de ser una persona super disciplinada y que puede llevar todo al día. 

Ahora me encuentro en mi casa preparando los bolsos para el viaje. Estaremos solo una semana por cuestiones económicas, ya que tenemos otro viaje a México dentro de un mes. 

Para el día de hoy, decidí vestir un short de jean azul claro y un top con finos breteles color rosa. Acordamos con Vale que ella me pase a buscar dentro de una hora para que me de tiempo de organizar todo. Mi única preocupación ahora es terminar a tiempo. 


Acabamos de llegar al departamento en Mar del Plata.  Es del abuelo de Vale y, la verdad, me gusta mucho. No es muy grande, pero tiene todo lo que necesitamos. 

–Y…¿Te gusta? –dice Vale tomándome por sorpresa.

–¡Si! Es perfecto amiga, me encanta.

Ya es de noche, por lo que es probable que salgamos a cenar una pizza por ahí. 

Nos vestimos rápidamente, ambas con vestidos de verano. La noche está perfecta. Recorrimos el centro de Mar del Plata muy ansiosas por todo lo que veíamos.  Luego de varios minutos de búsqueda, encontramos un lindo restaurante de pizzas a la parrilla. La cena se pasa rápido y el cansancio nos pasa factura. Decidimos volver al departamento y, en cuanto, hago contacto con mi cama, me quedo profundamente dormida. 
A la mañana siguiente, siento como alguien se sienta en mi colchón y acaricia mi rostro. Mantengo los ojos cerrados segura de que Vale está desesperada para ir a la playa y quiere despertarme con la mejor de las ondas. Pero toda suposición desaparece al notar que en realidad se trata de otra personita.
--Buenos días amor, ya sé que estás despierta.

Enzo.





Hola chiquisss

Perdón la demora! han sido meses ocupados!!

Espero les guste❤

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Enzo y yo (Enzo Vogrincic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora