Narra Hermione.
Como no era de extrañar, el camino hacia Hogwarts tiene muchas complicaciones.
Unas horas después de comenzar nuestro viaje, aparece una mujer vestida de azul y rubia, muy rubia. Tras ella, hay una gran ciudad, separada por una gran valla. No está sola. Dos hombres fuertes y grandes con ropa negra sostienen a un chico de alta estatura y muy musculoso. No le veo bien la cara, pero en la camiseta tiene una gran mancha de sangre. La mujer nos mira con cara rara y pregunta:
-¿ Quiénes sois?¿Qué hacéis aquí?
Reúno el suficiente valor para decir:
-¿Qué ha hecho ese chico?¿Por qué está así?
- Eso no es de tu incumbencia- dice la mujer, con tono cortante.- Y no habéis contestado a mi pregunta.
-Tampoco es de tu incumbencia, sabelotodo.- dice Percy- Pero yo sí sé quién eres, Jeanine. Lo sé muy bien.
-¡Cómo te atreves! Eric, Max, coged a este chico, y que le haga compañía a nuestro amigo Tobias, o mejor dicho, Cuatro- dice Jeanine.- Y contestando a tu pregunta, niñata, vamos a matar a este chico y a tu apuesto acompañante.
No puedo contenerme:
-Es mi hermano, y no le vais a matar.
-Eso es verdad. Antes tendréis que pasar por encima de mi cadáver- dice Gale
Me sorprende su comentario. Es muy valiente por su parte.
-Soltad a ese chico si no queréis problemas.- dice Lucy, con cara desafiante.
Percy se saca un bolígrafo del bolsillo que, al quitarle la tapa se convierte en una espada de bronce celestial. Gale, por su parte, saca un arma de la nada. O al menos eso creo yo.
Se oyen disparos y Max cae hacia atrás, muerto. Entonces Eric se distrae y suelta a... ¿Cuatro?¿Se llamaba así? Bueno, el caso es que echo a correr, le cojo por debajo del hombro y le agarro de la cintura, que está llena de sangre. Me mira a los ojos, y por un momento siento como si se detuviera el tiempo. No son de ningún color especial, ni azules ni verdes, pero lo dicen todo. El chillido de dolor de Percy me saca de mi ensimismamiento. Cuando le miro, le han dado una patada en el estómago. Cuando Gale se dispone a atacar, Jeanine y Eric salen corriendo en dirección a la valla. ¡Cobardes!
Cuando la mancha negra y la azul desaparecen de nuestra vista, miro a los demás: Gale tiene una herida en el brazo, Lucy tiene un corte en la cara, y Percy está en el suelo, inconsciente. Yo creo que me he roto la muñeca, pero eso ahora mismo no importa. Dejo a Cuatro en el suelo, y le examino la herida: Parece hecha con un cuchillo, y no para de sangrar. Me arranco un trozo de la camiseta, y le presiono la herida. Le toco la frente, está caliente. Le dejo ahí un momento, y voy a ver a mi hermano. Parece que está bien, salvo por unos cuantos moratones en la cara. Miro a Lucy, que me dice:
- No sé cómo podemos salvar a Cuatro. Parece muy grave.
Un ciervo blanco y transparente aparece y nos dice:
-Hola, soy Harry Potter. Este es mi patronus, ya os explicaré qué es eso más adelante. Ahora voy a ir a recogeros con mi amigo Ron. ¡Hasta ahora!
Me siento en el suelo, tranquila por fin. Me doy cuenta de lo hinchada que tengo la mano, y de que tengo sangre en una pierna. Lucy se sienta a mi lado, me coge de la mano "buena" y me dice:
-Todo saldrá bien. Si no hay más inconvenientes, podremos volver en unos días. Además, creo que Harry Potter tiene relación con Hogwarts.
Lo malo es que sí hay más inconvenientes.
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Entre la ficción y la realidad
RandomTodo comienza una tarde lluviosa. Lucy y Hermione salen del instituto como un día normal. Sus hermanos las llevan a una biblioteca para "estudiar".Pero en realidad encuentran un libro muy especial en el que acaban atrapados. No todo es como esperaba...