Capítulo 15

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Narra Hermione
Estamos en el Gran Comedor ideando una estrategia para la guerra. No me gustan nada las guerras, si pudiera las evitaría. Pero si no contraatacamos, moriremos como unos simples cobardes. Y eso no lo voy a permitir. Annabeth acaba de llegar, y Percy la abraza. Qué boniiiitoooo. Esta es la parte bonita. Cuatro me coge de la mano y me lleva a un lugar apartado.
- Hermione, quiero decirte una cosa.
-¿Sí?- contesto, haciéndole de rabiar.
- Eeee... estoy enamorado de ti.
Me quedo sin palabras. No era exactamente eso lo que me esperaba. Está muy rojo. ¡Qué mono!
- Y me enterado de que en tu historia te enamoras de otra persona.
Por fin hablo.
- Las historias son solo historias. Pero se pueden modificar a gusto de quien las lea. Y yo la voy a cambiar. Porque te amo.
Nos vamos a dar un beso, el primero, cuando dice Percy:
-... y así lo conseguiremos, ¿verdad, Herms?
Lo mataba. Te juro que lo mataba
- Claro- le digo, muy enfadada.
Un estruendo proveniente de la torre de Astronomía llenó toda la sala. Solo Gale atinó a decir
- Ya han llegado.
Todos salen del Gran Comedor sabiendo lo que tienen que hacer, tienen algo preparado. Han vivido experiencias que han marcado su manera de ser, y han aprendido de mis errores.
Yo no tengo ni idea de lo que voy a hacer. Tengo la cabeza embotada por lo que le acabo de decir a Cuatro. Y miedo, mucho miedo.
Corro en dirección a la torre de Astronomía, que es donde se ha producido la explosión. Annabeth también se dirige allí. Mientras corro intento recordar algunos hechizos que he aprendido durante estos días. La puerta de la torre está entreabierta. Annabeth y yo nos escondemos bajo las escaleras. Aguzo el oído y puedo escuchar una conversación:
- Tenemos que matarles. Aunque sea solo a ellos. Son una gran amenaza para nuestro alzamiento al poder.
- ¡Nunca!- se oye.
Se me queda la garganta seca. Es la voz de mi hermano.
- Tú otra vez, mocoso
- No. No tengo mocos, así que no puedes llamarme mocoso. Pero yo sí puedo llamarte Cerdo, porque eres exactamente igual que uno.
- Voy a matarte.
- No.
Se abre la puerta y aparece él, con sus ojos verde mar y su pelo negro desenfadado. Tiene un corte justo debajo del ojo.
- Vamos al Lago. Allí os mantendré a salvo.
Corremos con Voldemort pisándonos los talones, y yo intento desarmarle con un hechizo de los que he estado aprendiendo. Creo que no funciona.
Pero contraataca, y caigo al agua. No puedo moverme, me voy a ahogar.
Mi hermano se lanza a por mi, pero está seco. ¡Estamos debajo del agua y él está completamente seco! Cuando por fin salgo al exterior veo a Lucy completamente distinta. Extraños tatuajes cubren su piel, y su pelo es rojo como el fuego. No creo que vuelva a ser como antes. No veo a Voldemort por ninguna parte. Corremos hacia la casa de Hagrid, que está intentando protegerse con su paraguas rosa. A su lado está Harry Potter, tocándose la cabeza como si le doliera mucho. En el bosque está el Presidente Snow hablando con... ¡¡Cuatro!! No puede ser, tengo que hacer algo

Entre la ficción y la realidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora