Narra Hermione
Al dejar a Lucy y Jace en el bosque, me doy cuenta de que mi amiga se ha puesto roja. Creo que se ha enamorado. Miro a Gale. Creo que él se ha fijado también, porque se empieza a reír. Él y Percy llevan a ¿Cuatro?¿Tobias? No sé exactamente cómo llamarle. Ni siquiera sé si se pondrá bien. Durante el trayecto al Distrito 12 voy pensando en Cuatro. Recuerdo sus ojos marrones clavados en los míos cuando le salvé de sus agresores. Recuerdo sus muecas de dolor producidas por la cada vez más preocupante herida que le han hecho Jeanine y sus hombres. Llevada por esos pensamientos, casi ni me doy cuenta de que hemos llegado. El Distrito 12 es un lugar pobre. Las personas que caminan por las calles tienen la piel sucia, y el hambre que pasan queda reflejado en su cuerpo. Nos detenemos al llegar a una casa, y entramos. Percy y Gale dejan a Cuatro en una cama. Gale le pincha algo en el costado, y oigo el chillido de dolor de Cuatro. Me giro, no puedo ver a una persona sufrir. De repente todo lo que hay a mi alrededor se vuelve borroso, y las voces distantes y entrecortadas. Caigo con un ruido sordo a mis oídos y todo es negro.Abro los ojos. El sofá en el que me encuentro es mullido. Tengo la mano vendada, y puedo oír unas voces que provienen de la sala de al lado. Reconozco la voz de mi hermano, con un tono burlón, la de mi amiga, Lucy, un tanto enfadada, y la de Gale.
Un chico rubio (creo que era Jace) está sentado en un sillón. Me mira insistentemente, como si esperase algo de mi. Percy entra en la habitación, y me ve.
- Holaa. Al principio pensé que estabas muerta.
- ¿Qué me ha pasado?- pregunto, extrañada.
- Pues creo que estabas muy cansada, y te caíste. En las horas en las que has estado dormida, sólo hemos discutido sobre qué hacer. Acaban de notificarnos que Ron y Harry han tenido que salir en busca de algo llamado... ¿horrocruxes? Sí,era eso. El caso es que no pueden venir a por nosotros, y, por si fuera poco, Hogwarts está a tomar por...
- Sí, te he entendido- le corto, con una pícara sonrisa.- Y...¿Cuatro está bien?
- Más o menos. Se despertó hace un rato. Nos ha contado todo lo que sabe.
Me levanto sin pensarlo, y me dirijo a la habitación de Cuatro. Tiene la cara pálida, pero creo que está mejor. Percy cierra la puerta detrás de mi. Se está riendo. Puedo oír sus carcajadas, le conozco demasiado. Lo sabe. Sabe que me gusta, que me intereso por él.
-Ho..Hola- le digo, poniéndome roja.
- Hola. Me dijeron que te desmayaste.
- Sí, pero no fue nada.- Noto maripositas en el estómago.- ¿Qué tal tú?
- Vivo, y gracias a ti. Aunque me doliera todo el cuerpo y estaba muy débil, podía oír tu dulce voz, ver tus ojos, y sentir tu piel.
Charlamos por un espacio indefinido de tiempo. Hasta qué Gale llega cuando estamos hablando de nuestros hobbies.
- ¡A cenar!
Siento unas ganas enormes de pegarle una torta. Pero le sonrío. Cuatro no puede cenar con nosotros, está muy cansado.
- Te gusta. Lo he notado.- me dice, y llegamos al salón. Lucy me ve y pone una sonrisa de oreja a oreja, nerviosa.
- Cuéntame. ¿Te ha parecido guapo?- Me dice. ¿Tanto se nota cuando alguien me gusta? Pero a Lucy se lo cuento. Es mi mejor amiga. La mejor que he tenido. Pero, al desahogarme, lo hago en voz alta, y todos los integrantes de la mesa me oyen.
-¿Sabes qué, hermanita? Eso se llaman hormonas- dice Percy. Le miro como si fuese a matarle.
- Cambiando de tema.¿Cómo llegamos a Hogwarts?- dice Jace, que todavía no había abierto la boca en toda la cena
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Entre la ficción y la realidad
De TodoTodo comienza una tarde lluviosa. Lucy y Hermione salen del instituto como un día normal. Sus hermanos las llevan a una biblioteca para "estudiar".Pero en realidad encuentran un libro muy especial en el que acaban atrapados. No todo es como esperaba...