~° Capítulo 3 °~

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Prefiero morir de hambre que asesinar a alguien para
alimentarme.

Después de no haber pegado ojo en toda la noche, y llegar a clases con una cara de "me quiero morir" por haber pasado horas investigando sobre Daniel sin encontrar nada, mi día no podía empeorar. O eso creía. Al llegar al salón, Edwin me recordó sonbre una tarea que no había hecho.

Sin embargo, no todo iba tan mal. Edwin notó lo mal que me sentía y se ofreció a ayudarme con la tarea. Nos dirigimos a unas mesas en el patio de la escuela, donde comenzamos a trabajar mientras comíamos unos pastelitos que Miryam nos había traído.

Realmente me veía fatal, porque lo primero que Miryam dijo al verme fue un comentario sobre mi aspecto.

—Edwin, ¿puedo preguntarte algo? —dije después de unos minutos de silencio entre nosotros.

Edwin estaba mirando su celular mientras daba mordiscos a su pastelito.

En verdad, estan muy buenos.

—Dime —respondió sin despegar la mirada del celular.

—Tú llevas más tiempo en esta preparatoria, supongo que has hablado con Daniel.

—Una que otra vez he hablado con él. ¿Por qué?

—Quiero saber algo sobre él.

Obviamente, no le preguntaría nada sobre lo que había escuchado. Ni mencionaría lo que sabía; simplemente preguntaría de una manera más sutil para averiguar lo que quería.

—¿Qué quieres saber? —por fin alzó la mirada, mirándome.

—¿Sabes si él está metido en problemas o en alguna cosa mala?

Edwin me miró raro y confundido a la vez. Pareció que iba a decir algo, pero se calló. Luego de unos segundos, habló:

-—No tengo ni idea. Nunca hemos hablado como amigos. Aunque, ¿sabes quién sí podría saber algo? —se inclinó un poco hacia mí— Cristian. Él antes era amigo de Daniel, pero de un momento a otro dejaron de hablar. Ni siquiera hubo discusiones o peleas, simplemente se alejaron —dijo en un susurro casi confidencial.

—¿No sabes por qué? O sea, ¿Cristian no te contó nada?

—Intenté averiguar, pero no me dijo nada. Y no solo yo, Alexander también intentó saber el porqué, ya que Daniel y Cristian parecían muy cercanos, pero Cristian no nos quiso contar nada. Alexander y yo llegamos a una conclusión: pelearon por una chica.

—Pero, ¿solo por eso se alejaron? Me parece algo muy tonto.

—Se sabe que Daniel es una persona bastante celosa, obsesiva por así decirlo. Cuando tiene parejas, solo las quiere para él, quiere que todo su tiempo sea para él y que hagan todo con él —dijo en voz baja— . Por eso no dura mucho con ellas.

Me quedé callado. Ahora que lo recordaba, Daniel se había acercado a mi hermana. No sabía con qué intenciones, pero tal vez le gustaba. Si ese era el caso, no era lo mejor para ella. Una persona como él sería lo peor que podría pasarle a Hannah.

Y acordándome más, no es raro que si le gustará Hannah ya que el primer día no dejó de vernos y puede ser que en realidad no me veía a mi si no a ella.

Todo el tiempo en realidad la vio a ella.

Al verme callado, Edwin volvió a hablar:

—Pero, ¿por qué preguntas eso? ¿A qué te refieres con malo? ¿Lo viste haciendo algo malo?

—No, solo curiosidad —dije, dándole una mordida al pastelito.

—Víctor, ambos sabemos que no es curiosidad. ¿Por qué preguntarías si alguien está metido en algo malo, así como así?

Entre Mentiras y SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora