~° Capitulo 17 °~

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Conectar con alguien de manera casi instantánea es algo muy bonito, pero a la vez, bastante raro...

HANNAH

El desayuno junto a mis padres fue incómodo y muy, muy silencioso. Mi padre estaba de mal humor porque algo en su empresa no salió como esperaba, y mi madre estaba enojada por el mal humor de mi padre. Así que decidí no decir nada durante el desayuno para evitar que desquitaran su enojo conmigo, aparte de que todavía no había pedido permiso para salir.

Después de desayunar, salí al patio y fui a donde Víctor y yo teníamos plantadas varias flores y árboles. El jardinero a veces se encargaba de esa parte, pero nosotros siempre le pedíamos que nos lo dejara a nosotros. Hoy, precisamente, tocaba regar las flores, así que me coloqué unos guantes, tomé todo lo necesario para la jardinería y caminé hacia donde estaban las flores.

Había unas lindas orquídeas, tulipanes blancos y unas dalias. Los tulipanes son los favoritos de Víctor y tienen un espacio aparte, exclusivamente para ellos. Se ven muy bonitos al entrar, ya que dan la sensación de estar en un lugar de paz donde nada ni nadie te molesta. Las orquídeas y las dalias agregan un toque más bello al lugar.

Comencé a regar los tulipanes, cuidando cada detalle para que se mantuvieran hermosos. Luego pasé a las dalias, regándolas y limpiándolas hasta dejarlas impecables. Por último, me encargué de las orquídeas. El aspecto y color de estas flores siempre me han fascinado, y por eso eran mis favoritas.

Mientras trabajaba en el jardín, mi mente seguía vagando entre pensamientos sobre Víctor y Ryan. El jardín, con su belleza y tranquilidad, me daba un respiro de la agitación interna que sentía.

De repente, un leve crujido de ramas me hizo girar la cabeza. Era mi madre, que se acercaba con una expresión más tranquila.

—Las flores cada día están más bellas, si que saben cuidarlas —dijo ella con una sonrisa mientras admiraba los tulipanes— Los favoritos de Víctor, ¿Cierto?

—Sí, mamá. —respondí, sonriendo también.

—Supongo que tus favoritos son estás —dijo señalando las orquídeas, me reí y negué con la cabeza—. ¿Entonces son estás?

Asentí, deje las cosas aun lado y me quite los guantes ya sucios. Me acerque a ella.

—Mamá, ¿me das permiso para salir?

—¿A dónde irás? ¿Y, con quién?

&Saldré con un amigo y creo que iremos a ver una película al cine.

—¿Un amigo?

—sip


—Esta bien, Hannah. Solo ten cuidado y avísame si ocurre algo.

—Lo haré, gracias.

—¿Ya terminaste de regar las plantas? —asentí—. Necesito ayuda con algo, ¿puedes?

—¿Con qué?

—El próximo mes tendré un desfile de modas. Desfilarán varias de mis prendas y tengo una en especial que quiero que modeles tú.

—¿Yo? —pregunté boquiabierta.

—Sí, hija, sabes modelar muy bien. Aparte, ese vestuario se te verá estupendo y nadie mejor que tú se merece usar esta prenda. ¿Entonces, quieres?

Entre Mentiras y SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora