† LA GRAN CENA †
(PARTE UNO)
Caminaba por el sendero de flores, rodeado de colores vivos y delicados aromas. La luz del sol hacía que cada pétalo brillara como una joya, y mi rostro reflejaba una felicidad serena. Me detuve frente a los tulipanes, y mi mirada se perdió en su belleza. Sin embargo, mi mente comenzó a viajar a un lugar oscuro, donde los recuerdos de mi infancia acechaban.Cada tulipán representaba una muerte, una vida que había sido extinguida por mis manos. La furia y la rabia comenzaron a bullir en mi interior, como un volcán a punto de entrar en erupción. Pero entonces, una sonrisa se dibujó en mi rostro. No todos los recuerdos eran horribles. Algunos eran incluso gratificantes, como aquellos en los que había eliminado a personas sin corazón, que solo servían para estorbar en este mundo.
Me consideraba un ángel que libraba al mundo de la basura. Y con cada muerte, plantaba un tulipán, mi flor favorita, como un recordatorio de que había hecho algo bueno. La ironía era cruel, ya que la belleza de la flor contrastaba con la oscuridad de mi alma.
Mi mirada se perdió en la distancia, y mi sonrisa se volvió aún más amplia. Los tulipanes parecían danzar en la brisa, como si estuvieran celebrando mis hazañas. Y en ese momento, me sentí invencible, rodeado de belleza y oscuridad.
O al menos así pensaba cuando estaba a lado de Aster, preparándome para ser su sucesor.
—¡Victor! ¡Victor! ¿Me estás escuchando? —dijo Hannah, tocando gentilmente mi hombro, sacándome de mi trance con una mirada preocupada.
—Sí, te escucho, perdón —respondí, intentando olvidar esos recuerdos.
Si yo le permitía seguir en mi mente le daba el poder de seguir con vida.
—Estás muy distraído, ¿seguro que te encuentras bien? —insistió Hannah, sin creerme.
—Que sí, Hannah, cuántas veces te he dicho que sí —repliqué, intentando sonar convincente.
—Bueno, es que justo hoy te ves más distraído, nervioso e incluso molesto que antes. Ya sé que hoy es la Gran Cena, pero no deberías preocuparte tanto, al menos no hasta que estemos allá —dijo Hannah, estudiando mi rostro.
—Estoy bien, no sé de qué hablas —mentí, intentando ocultar mi tormento interior.
—En el desayuno le gritaste a mamá, te enojaste horrible con ella solo porque te preguntó si habías dormido bien, y la has estado ignorando. Tú no eres así, nunca le hablarías así a mamá —dijo Hannah con el ceño fruncido y logré notar molestia en su rostro.
—Solo estoy algo estresado. No era mi intención gritarle —me justifiqué, intentando minimizar el incidente.
—Hmm, lo ideal sería que fueras a pedirle disculpas. Como nunca le habías gritado, estoy segura de que debe estar muy triste —sugirió Hannah.
—Lo haré más tarde... —comencé a decir, pero me detuve, mi ira y resentimiento hacia mi madre resurgiendo. No merece disculpas en dado caso ella tiene que pedirme disculpas a mi.
No pienso hacerlo, no tengo la intención de pedirle disculpas. Me mintió, me traicionó... mi propia madre prefirió a un ser despiadado antes que a su propio hijo, y todo lo hizo por amor. Pensé.
El amor, ese sentimiento que nos ciega y nos consume, impidiéndonos ver la verdad detrás de la sonrisa de quien amamos. Ese ruido que ahoga el susurro de nuestras dudas, convenciéndonos de que la oscuridad que acecha en el corazón de nuestra pareja es solo una sombra que nuestra imaginación crea.
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Entre Mentiras y Secretos
Mistério / SuspenseEl pasado siempre acecha, y para Víctor, regresar a su antiguo hogar despierta viejos demonios. Aunque intenta seguir adelante con su vida normal, las sombras del pasado lo rodean, amenazando con revelar sus oscuros secretos. ¿Víctor volverá a vivir...