~° Capitulo 23 °~

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Estoy llegando a la conclusión que todo lo que me ha pasado en la vida es por andar metiendo las narices donde no debería.

Llegué a la casa de Daniel y una señora mayor me abrió la puerta. Me condujo a una habitación que resultó ser una pequeña sala, parecida a una sala de reuniones. Daniel estaba adentro, sentado en uno de los sofás, viendo su teléfono. Ni se inmutó cuando entré, y algo incómodo, caminé hasta quedar parado casi enfrente de él. No me miró ni dijo nada, y esto comenzaba a incomodarme demasiado.

-¿Daniel?

Alzó la mirada, sus ojos se encontraron con los míos. Esa mirada penetrante e intimidante. Sus ojos color gris transmitían una sensación rara.

-Estoy haciendo algo, espera.

¿Que lo espere?

Decidí sentarme en el sofá que estaba enfrente suyo, quedamos frente a frente. Varios minutos después, dejó su teléfono a un lado. Su postura se volvió seria e intimidante, se cruzó de brazos mientras no dejaba de mirarme.

-Sigo pensando sobre el secuestro. ¿Sabes? Es algo muy raro que solo nos secuestraran a nosotros. Al principio pensé que era por dinero, pero mi padre dijo que no le pidieron una gran cantidad sabiendo que él podría dar millones por mi vida. -hizo una pausa de varios segundos que para mí fueron una eternidad-. También varios recuerdos se han ido haciendo visibles en mi cabeza. En todos escucho una conversación tuya y de alguien más.

Tomé la misma posición que él, no dejaría que me intimidara si ese era su plan. Por su tono de voz, supe que quería ponerme nervioso, intentar sacarme algo o que le dijera toda la verdad, pero no lo lograría. No así de fácil.

Al verme en silencio, siguió hablando:

-Soy algo fuerte respecto a las drogas, así que cuando me drogaron para que no estuviera consciente o recordara algo, no estuve del todo dormido. Aunque los recuerdos son algo borrosos, todavía hay algunos que recuerdo demasiado bien.

-¿Acaso te drogas o por qué las drogas no te pegaron tanto como a mí?

-No hay que mentir, Víctor -dijo soltando una risa vacía-. Sé que no te drogaron, estuviste consciente en todo momento. Sé que la persona que nos mandó a secuestrar quería algo contigo. No sé qué es ni qué tengo que ver yo, pero esa persona te conoce y tú a él.

No aparté la mirada de él ni por un momento. Si su motivo era que cayera en su trampa, que me pusiera nervioso y soltara algo, no lo haría. No me es difícil enfrentarme a personas como él. Solté una risa baja. Me paré y me acerqué a él con pasos lentos.

-Dime, Daniel, ¿crees que si conociera a esa persona dejaría que le hubieran puesto un dedo encima a Hannah? Aparte de ver cómo me dejaron a mí, ¿en serio estás preguntando si conozco a alguien así de despiadado?

-Ya sé cómo terminó tu hermana, y ya sé cómo te dejaron a ti. Víctor, conozco a gente que es capaz de hacer muchas cosas horribles en este mundo. Gente que mata a otros, gente que sacrifica a otros por obtener lo que quiere y créeme que en mi mundo hay gente realmente mal de la cabeza.

-Si tratas de intimidarme, no lo estás logrando.

-¿Intimidarte? Solo quiero saber quién mierda me hizo todo esto y sé que tú sabes. ¿Por qué no me dices quién fue? ¿Le tienes miedo a él?

Entre Mentiras y SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora