~°Capitulo 8 °~

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El diablo se esconde incluso
detrás de los rostros más
bellos.

Los monstruos no lloran.

DANIEL

-Christopher no me ha contestado las llamadas ni los mensajes ¿Sabes donde esta? -pregunto Isabela mientras cocina mi platillo favorito un delicioso "filete mignon"

-Salio de viaje de negocios. Volverá en una semana creo.

-Aun así por qué no responde mis llamadas ¿Sabes si sigue enojado conmigo? -dijo sacando dos copas y colocando encima de la barra.

-Si, es obvio que si.

-No aguanta nada.

-Claro, la última vez le dijiste hasta de que se iba a morir, lo amenazaste y después escribiste un libro donde narras todo lo que el hace pero claro es un libro y tus fans creen que es todo falso. -dije con cierta burla en mi voz.

Ella solto una risita mientras sacaba una botella de vino.

-Es gracioso por qué es uno de mis libros más famosos.

-Por eso mismo esta enojado si alguien se entera que todo lo que escribiste ahí es cierto y esta basado en tu hermano, el estará en la cárcel.

-No soy tonta, Daniel. No puse su nombre ni nada que dejará indicios de que tiene que ver con mi familia aparte soy escritora, la gente piensa que es falso. Todos los que saben sobre lo que realmente hace nuestra familia-

-Los matamos. -termine por ella.- Lo sé

Isabela sirvió las dos copas, iba a tomar una pero ella me detuvo.

-Todavía no puedes beber, eres menor de edad.

-Entonces, ¿Por qué serviste dos?

-Tengo un invitado especial.

La mire confundido. Justo en ese momento el timbre de la puerta sono por toda la casa, Isabela se quitó el mantel y lo guardo, me dio una mirada y camino hacia la puerta. Como la cocina tenía un pasillo que te dejaba ver hasta la entrada, cuando Isabela abrió, lo vi ahí parado. Una sonrisa se formó en su rostro al verme, entró y camino en mi dirección después de saludar a Isabela.

-Hola, Daniel.

-Ryan.

Mi mejor amigo por fin había regresado, habia estado fuera casi un mes. En donde no nos habíamos comunicado solamente hace unos días atras. Me levanté de la silla y me acerqué a él, lo recibí con un abrazo, el me dio un apretón y dio unos golpecitos en mi espalda. Traía puesto una camisa sin mangas azul, un pantalón negro que hacia contraste con su pelo despeinado color negro.

Lo primero que note en el fue su pelo, el siempre había sido rubio, ahora lo tenía en un tono negro. Se ve bien, soy sincero, como sea, siempre se ve bien pero debo decir que el rubio era algo que lo caracterizaba a el, algo que lo diferenciaba de los demás, aunque se que tiene que haber una razón para pintarlo por que nunca hace las cosas sin razon. Su postura siempre intimidante, su forma de caminar y de ver a la gente da esa vibra de superioridad, su forma de sonreír y esos ojos que se enchinan cuando sonríe. Su cabello perfectamente peinado aunque aveces despeinado sigue viéndose bien.

-Sabia que verlo te haría muy feliz -dijo Isabela con una sonrisa en su rostro.

Entró a la cocina, sacó 3 platos y comenzó a servir la comida.

-Tu en verdad sabes como hacer feliz a tu hermano -comento Ryan.

-Es mi hermanito menor, claro que lo haré feliz con todo lo que el me pida.

Entre Mentiras y SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora