~° Capítulo 4 °~ primera parte.

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Capitulo 4. primera parte

La verdad siempre estará ahi...Solo hace falta que abras bien los ojos y ya no te rehúses a verla.

Por que todo siempre estuvo alli...

Él ya me había visto. Había visto a mi hermana, y también nos había visto juntos. Sabía que habíamos vuelto, que estábamos de regreso. Sabía que podía volver a hacer lo mismo.

Y lo hará. De eso no tengo dudas.

Sin embargo, yo no lo había visto por ningún lado. Lo habría notado rápidamente, alguien como él, con su forma distintiva de vestir. No se me habría pasado por alto.

Donde sea que estuviese vigilando, sabía esconderse bien.

Eso es lo que más miedo me daba de él.

Sabía muy bien cómo pasar desapercibido, ser como un fantasma entre la gente. Una sombra.

Sí, ahora tenía que preocuparme por dos cosas. Una más importante que la otra, pero ambas igual de peligrosas. La primera sin duda era saber dónde estaba él, y qué planea hacer, porque es obvio que no se quedará de brazos cruzados mirando de lejos. Sé que él planea algo. Algo en contra de nosotros.

Algo como la última vez.

Y la segunda es sobre Daniel. Sin duda mi curiosidad es más grande que mi miedo, así que no dejaría atrás lo que había escuchado aquella vez. Porque si él y su familia estaban en algo ilegal, también nos involucraba a mi familia y a mí.

Ahora que mi padre es socio de ellos, lo que sea que estuviesen haciendo, ahora éramos parte de eso. Tampoco dejaría atrás el hecho de que quería a mi hermana. No la dejaría con un tipo así.

Lo más lógico para poder encontrar información sobre La familia de Daniel, en primera investigar en las cosas de mi padre, como su laptop donde tenía todo lo de su trabajo, claramente tendría información sobre ellos, también en papeles o documentos. Lo segundo fue investigar cada vez que túviera la oportunidad de ir a la casa de Daniel o a su empresa. Cualquiera de las dos, investigaría bien.

***

Entré al salón como de costumbre. La primera clase es laboratorio y se me olvidaba decirles que sí, mi compañero de laboratorio es Daniel.

A Edwin se le había hecho buena idea llegar cinco minutos tarde, lo que provocó que la maestra, al verme solo, me dejara como compañero a Daniel (mejor dicho, Daniel se "ofreció" a ser mi compañero). Ahora en adelante me tocará todo el curso con él, porque claro, no había excepciones de cambio a menos que fuera algo importante.

Me senté en mi lugar y dejé mi mochila en el suelo a un lado. Daniel me miró examinando todo de mí, como si intentara encontrar algo en mi rostro.

-¿Qué? -dije ante su silencio.

-¿Siempre has sido así? -preguntó observándome fijamente.

-¿Cómo así? -pregunté con cierto desconcierto.

-Siempre tan malhumorado, con cara de pocos amigos y tan callado.

Entre Mentiras y SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora