Exilio

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Madison curó las heridas de Rick y limpió la sangre de su rostro, sonrió recordando cuando lo conoció, había pasado tanto tiempo desde ese día que simplemente parecía pertenecer a otra vida.

- Lamento haberlo golpeado - le dijo Michonne que estaba sentada en una silla - en realidad no lo lamento pero ya sabes, es lo que se supone debería decir

- No lo lamentes, se lo merecía por cabeza dura - le respondió tomando la mano del hombre para vendarla - ¿Sabías del arma?

- ¿Tu no?

- No, no sabía... solo me gustaría saber porque... es decir, se porque lo hizo pero creí que... no se, había aceptado este lugar. Siempre tuvo dudas, desde que Aaron nos contó de esta comunidad pero, no lo se, pensé que quería estar aquí y había aceptado las cosas como eran

- Todos lo creímos Maddie, no es tu culpa o de nadie, es así como es él - le dijo la mujer - pero algo debe haber pasado para que explotara de golpe

- Ayer... - Madison tomó aire antes de hablar de nuevo - ayer Pete intento... ya sabes... cuando estaba en la enfermería el intento... - no podía decirlo y Michonne entendió

- Lo siento Maddie, si hubiese sabido... - empezo a decir pero la pelirroja la interrumpió

- No quería que nadie lo supiera, todavía no quiero... solo te lo cuento para que sepas que fue lo que pasó... no quiero que mis hermanos lo sepan... o nadie más. Pete no puede quedarse aquí, no después de esto

- Lo se, pero no podemos simplemente matarlo

- Matarlo o exiliar a alguien que no sabe cómo sobrevivir es lo mismo y lo sabes. Su sangre estaría en nuestras manos sea cual sea la desición que tomemos.

- Puede ser pero no podemos dejar que se quede aquí después de lo que hizo y no podemos dejar que exilien a Rick - le dijo Michonne

- No voy a dejar que eso pase - la pelirroja se puso de pie - iré a ver a los chicos ¿lo cuidas?

- Si, no te preocupes... Maddie - la llamo antes de que saliera - gracias por contarme

- Gracias por escucharme - le dijo dándole una pequeña sonrisa antes de salir. Caminó hasta su casa y cuando entró se encontró con Carl leyendo un comic mientras Judith dormia - ¿no crees que deberías leer un libro?

- Son aburridos - le contestó el adolescente dejando la revista para mirarla - ¿Cómo está?

- Inconciente, pero curé sus heridas ¿cómo estás tú?

- Sorprendido... creo que es mí culpa Maddie, yo le dije que este lugar, estás personas eran débiles  y nos volverían débiles si los dejábamos - le confesó el chico

- No es tu culpa Carl, tu padre es un adulto y sabe lo que hace. Además tienes razón, si nos... si bajamos la guardia porque creemos estar seguros pasarán cosas malas. Nos pasó en la granja y nos pasó en la prisión, no podemos dejar que aquí pase lo mismo - el chico asintió, sabía que era verdad lo que la chica decía  - ven, siéntate conmigo y hablemos de lo que dijiste hace un rato

- No, no es necesario... yo, lamento si te molestó - comenzó a disculparse Carl volviendo a ponerse rojo

- Ven - insisto Madison, el chico hizo lo que le pedía y se sentó a su lado, ella tomo su mano y recostó la cabeza en su hombro - No me molesta, no me molesta para nada aunque soy demasiado joven para tener un hijo adolescente yo también te quiero Carl, a ti y a tu hermana como si fueran mis propios hijos... me hizo muy feliz escucharte pero quiero que sepas que mí intención jamás fue reemplazar a tu mamá. Lori es su madre y siempre lo va a ser

Until My Last BreathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora