Parte 2

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-Eres una grosera, lo haces a propósito! el pobre chico casi salió corriendo - dafne solo contuvo una carcajada y se limitó a encogerse de hombros.

– se lo merecía, debiste ver como te miraba el trasero cuando entramos al restaurante.

rápidamente voltee hacia el lugar por el que se había ido aquel chico y lo vi comiendose con la mirada a una mujer que se dirige al baño y pasaba por enfrente de él.

– tienes razon, se lo merecía – ambas reímos mientras hablábamos de lo que haríamos una vez llegáramos a casa de la abuela, a pesar de que cada una tenía su casa, a ambas nos gustaba ir a casa de la abuela y dormir ahí unos días, era como hacer pijamada a pesar de que ella tiene 24 y yo 23 años.

Cuando trajeron el vino, Dafne decidió que era hora de ir al baño, lo que significaba ver si había alguna pobre alma en ese restaurante que llamara la atención de dafne.

cuando ambas estábamos apunto de entrar al baño a lo lejos logré ver una silueta que llamó mi atención.

Era la de un hombre alto que vestía un traje negro en su totalidad y se le veia increible, tenia un cuerpo bien trabajado pero al mismo tiempo se veía atlético y si habia algo que llamara mi atencion en un hombre eso era un hombre al que se le viera bien un traje.

No logre detallarlo cómo me hubiera gustado ya que estaba un poco lejos de donde yo me encontraba, estaba subiendo al segundo piso, donde solo había mesas reservadas por personas ricas.

– ¿Qué miramos? – preguntó Dafne buscando sobre mi hombro lo que yo había estado viendo.

– acabo de ver a alguien que me dejó queriendo ver más – le hice un puchero gracioso que hizo que alzara una sola ceja y luego me sonriera.

– perfecto, ¿dónde está?. – empezó a buscar con la mirada por todo el restaurante y tuve que arrastrarla hasta el baño antes de que las personas pensaran que era una acosadora

– subió al segundo piso.

– perfecto, es rico!, incluso podría ser el dueño, nada mensa mi prima – dijo sonriendo con orgullo

no pude evitar reírme ante su comentario, ella se veía genuinamente emocionada, pude ver como empezaba a trazar un plan para poder cruzarme con el hombre misterioso.

– Bien, si tu hombre misterioso está arriba, en algún momento tendrá que bajar y para tu suerte nuestra mesa está justo enfrente de esa escalera. si, lose, soy una genio. – se señala así misma mientras ponía cara de orgullo.

para cuando nos dimos cuenta ya habían pasado 10 minutos de estar en el baño retocándonos ( cuando digo retocandonos, me refiero a dafne retocandome a mi ya que mi maquillaje era obra de ella) por si no lo había mencionado antes, dafne era maquilladora profesional, a eso de dedicaba y yo tenía la fortuna de ser su prima y conseguir tener maquillaje profesional gratis cada vez que ella me utilizaba para salir a este tipo de lugares para no ir sola.

cuando salimos del baño y regresamos a nuestra mesa, la comida ya estaba servida y nos posicionamos de forma estratégica para yo quedar de frente a la única escalera que daba al segundo piso, intente comer en lo que esperábamos a ver si bajaba pero mi estómago se sentía como si se retorciera y no me dejara pasar bocado de lo nerviosa que estaba.

– creo que también acabo de encontrar a alguien – dijo mientras veía por el ventanal que daba a la salida del restaurante.

cuando voltee en la dirección que decía sentí como se revolvió aún más mi estómago era mi hombre misterioso y otro hombre que parecían tener una conversación casual afuera del restaurante.

– ¿cual de los dos? – pregunté como quien no quiere la cosa, si decía que el hombre de traje, no diría nada y haría como que mi hombre misterioso nunca hubiese bajado del segundo piso.

Para mi suerte dijo que el hombre que vestía de manera más casual jeans negros y camisa negra, el por lo que alcanzaba a ver tenia cabello castaño y era un poco mas bajo que mi hombre misterioso que nos daba la espalda.

– Es el. – le dije a Dafne, ella rápidamente giró su cabeza, se veía un poco sorprendida.

– Bueno, la verdad ni me había gustado tanto. – me dio una leve sonrisa y miró su plato de pasta frente a ella.

no pude evitar sonreír al ver su cara con desinterés disimulado para evitar que yo le dejara el camino libre.

– Ese no, tonta – le sonreí y le dije; – el hombre de traje. – ella volvió a mirar hacia donde estaban los dos hombres hablando y sonrió.

– Tienes buen gusto para ser alguien a quien la familia cree que le gustan las chicas. – ambas reímos y seguimos observando a aquellos hombres misteriosos.

unos minutos después ambos hombres se despidieron y para mi mala suerte, mi hombre misterioso jamás me dio la cara, subió a un auto y se fue.

– Necesito ir al baño rapido antes de que el entre, vuelvo en un segundo. – antes de que pudiera contestar dafne ya había salido disparada al baño como si su vida dependiera de ello.

En eso el hombre entra al restaurante y se dirige hacia las escaleras, pero al pasar por nuestra mesa se detiene mientras se sostiene de la escalera que estaba apunto de subir que queda frente a nuestra mesa, veo como su espalda se ensancha como si hubiera tomado una gran bocanada de aire. tres segundos después tenía su penetrante mirada puesta en mi.

¿Luna en una manada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora