– Necesitamos que nos creas para poder dar el siguiente paso en esta situación con tu prima y mi hijo. – escuche la voz de diana en mi cabeza mientras al mismo tiempo podía sentir la presencia de otras tres voces, no decían nada pero podía sentir cómo se movían en mi mente. – todos los meseros aquí son hombres, por lo que será imposible que entren si apolo es el que tiene el control.
– y usted no puede entrar porque eso solo aumentaría el pánico de mi prima, lo que haría enojar al lobo. – dije en voz alta ya que no sabía cómo funcionaba el enlace.
vi detenidamente sus rostros, diana me dedicó una gran sonrisa como si se sintiera orgullosa de que yo misma hubiera llegado a esa conclusión. su esposo solo frunció su entrecejo y en ese momento sentí como desapareció el enlace de diana y antes de que desapareciera el de su esposo escuche una que no era la de él, era la de su lobo que decía – La chica es lista, me empieza a agradar. – Entonces desaparecieron las voces, ambos me veían con sus ojos normales y entonces yo tomé mi decisión.
corrí hacia la puerta del baño, pedí las llaves y abrí la puerta, no sin antes pedirle a Diana y a su esposo que se alejaran a todos de ahí.
Cuando abrí la puerta de ese baño y pude ver dentro, encontré a mi prima pegada a la pared sentada mientras sollozaba escondiendo su rostro entre sus rodillas, el hombre loco se veía impotente de rodillas ante ella sin saber que hacer, no se atrevía a tocarla.
– Dafne. –la llamé esperando que me escuchara, pero un intenso y profundo gruñido se escuchó haciendo que el hombre loco me volteara a ver al instante.
El rugido solo provocó que Dafne llorara aún más lo que hizo que el hombre centrara rápidamente su atención en ella ignorando completamente mi presencia, al parecer no me había catalogado como una verdadera amenaza y volvió tomar la misma postura que tenía cuando yo entre.
– ¿Si te das cuenta de que solo estás logrando asustarla, verdad?. – tanto el hombre como Dafne me miraron. El hombre volvió a soltar un gruñido y Dafne se encogió.
– Es mi luna, no debería de temerme. – dijo el hombre con molestia. Dafne intentó acercarse a mí pero el tipo volvió a gruñir.
– ¿De verdad solo sabes gruñir? – pregunte ya con desespero de ver el estado de Dafne. – seré breve. dafne, por favor, tu no te muevas, el loco que tienes enfrente de ti no te hará daño, él hará lo que sea que tu le pidas, asi que por favor pidele que vuelva el humano. – mi prima me miró como si me hubiera vuelto loca, pero lo hizo.
– mi luna, ¿eso es lo que realmente quieres?. – pude escuchar el tono de resignación en su voz, pero acepto lo que ella le pedía.
en ese momento Dafne corrió hacia donde yo estaba y me abrazó y siguió llorando yo acaricie su cabeza mientras le decía que ya todo estaba bien pero que necesitábamos hablar una vez que ella se tranquilizara.
En ese momento la señora diana y su esposo se acercaron y nos ofrecieron ir a la parte de arriba para esperar a que dafne se tranquilizara y así poder hablar todos, acepte pero con la condición de que ellos esperaran abajo en lo que yo intentaba hablar con ella primero y los tres aceptaron.
Una vez que estaba con Dafne en la parte de arriba llegó el dueño del restaurante con dos botellas de agua y un postre, una vez que había dejado de llorar se había lanzado al postre, al parecer tanto estrés le había abierto el apetito.
mientras ella comía empecé a contarle lo que esa familia me había dicho y yo sabía que ella me creía ya que ella había visto y escuchado cosas que confirmaban lo que yo decía, ella se veía genuinamente asustada, pero una vez que lo procesó, aceptó que la familia subiera, para así poder hablar de lo que pasaría a continuación.
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¿Luna en una manada?
Werewolfsofia, una joven humana de 23 años, recién graduada y con un trabajo estable, anhela algo más en su vida que las cuatro paredes de una oficina. Un encuentro fortuito en un restaurante junto a su prima la sumerge en un mundo nuevo: una familia que af...