Parte 8

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Mi prima aun se veía un poco asustada de ver al hombre loco, pero con lo que yo le había contado, note como había despertado su curiosidad.

En realidad yo no estaba segura de haber dado la información correcta ya que mis únicas referencias eran historias que había leído en wattpad donde existía un mundo en el que todas las personas se dividían en tres grupos, los alfas, betas y omegas.

Cada alfa tenía su mate que era un omega, mientras que los betas eran personas sin lobo. Mientras más lo pensaba, había cosas que no cuadraban con esta descripción ya que en ninguna historia mencionaba que ellos pudieran entrar en la mente de los que los rodeaban o que sus lobos podían sentirse como un ser con personalidad propia, como había ocurrido en el momento del enlace mental.

Estaba muy confundida con la situación, si bien, toda mi vida había deseado poder pertenecer a un mundo donde todo lo que leía en mis libros de fantasía era verdad, en este momento todo me estaba golpeando tan repentinamente que necesitaba tiempo para comprender todo lo que ocurría.

desde mis 13 años soñaba con entrar a las historias que leía, poder ser testigo de algo tan fantastico e increible, de verdad, cada noche antes de ir a dormir le rogaba a la vida por mostrarme que existía más de lo que me mostraba cotidianamente, me parecía imposible que en un universo tan grande, solo fuéramos nosotros y viviéramos sin ninguna pizca de magia.

Cuando la señora Diana subió al segundo piso, llegó sola, ya que creía que esa era la forma más viable para llevar esta situación.

– Bien, antes que nada, me gustaría disculparme por todos los inconvenientes de hace un momento. – se dirigió directamente a dafne y le regaló una sonrisa que dejaba ver genuino remordimiento y un toque de vergüenza. – Mi nombre es Diana, solía ser la luna de la manada luna azul antes de que mi hijo mayor tomara su puesto de alfa en la manada.

pude ver como la postura de Dafne se relajo mientras le devolvió una sonrisa tímida. En ese momento confirmé mis suposiciones, la señora diana realmente era como un pilar en donde las personas podían bajar la guardia y recargarse en ella dejando ahí sus preocupaciones, dafne realmente estaba cayendo en el encanto y la amabilidad de la señora, incluso yo me senti atraida como si mis preocupaciones en ese momento fueran menos pesadas.

la señora diana se sentó delante de nosotras y nos dijo – bien, llegó la hora de que hablemos..

Diana

Sentada frente a estas dos chicas, por primera vez las pude ver detenidamente, ambas eran totalmente opuestas, eso me resultó extraño ya que eran familiares directos, eran primas, por lo que deduje que tal vez en carácter eran muy parecidas.

si Dafne tenía un carácter parecido al de sofia estaba segura de que ella sería una gran luna junto a mi hijo en la manada luna roja.

De mis tres hijos varones Aron era el menor y el de carácter más amable, estaba segura de que cuando él encontrara a su mate, él la aceptaría tal y como es y la amaría sin importar nada.

Al parecer no estaba tan equivocada, solo de recordar al chico que deje en el primer piso, mi corazón se apachurraba, se veía realmente preocupado por su compañera y apenado por la forma en la que su lobo había reaccionado, podía apostar cualquier cosa a que la chica que tenía delante de mí podría hacer lo que quisiera con él y éste aceptaría cualquier cosa con una enorme sonrisa en su rostro, dispuesto a darle todo lo que ella deseara.

El espectáculo de hace un momento solo había sido un inconveniente ya que a pesar del comportamiento y carácter relajado de mi hijo, su lobo apolo era como su polo opuesto, tenían personalidades muy distintas por lo que siempre que había una situación que representará acción inmediata, apolo tomaba el control sin previo aviso y sin el consentimiento de mi hijo.

¿Luna en una manada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora