Parte 11

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En ese instante, sentí cómo mi piel se erizaba y un instinto primitivo me instaba a apartarme rápidamente de su camino. Era la segunda vez que me interponía entre un lobo y su pareja, pero esta vez eran dos.

Me di cuenta de que no había sido la única en escuchar esas palabras, pues el silencio tenso fue interrumpido por el sonido de sillas moviéndose y pasos acercándose. Permanecí inmóvil, sin atreverme a moverme o mirar atrás. No quería dejarles el camino libre para actuar como lo hicieron con Dafne, aunque eso significara exponerme a mí misma al peligro.

Observé rápidamente el rostro de las dos chicas frente a mí, buscando cualquier rastro de temor en sus expresiones, pero no encontré ninguno. En su lugar, vi a Brit y Paloma mirando por encima de mi cabeza, con una mezcla de anhelo y confusión que me intrigó de inmediato. Seguí sus miradas y me di cuenta de que ambas estaban fijas en los lobos que se encontraban detrás de mí.

Con ese indicio, me atreví a girar la cabeza para evaluar la situación y decidir si era prudente presentarlas o si debía huir de allí con ellas.

Al hacerlo, me encontré con la mirada estupefacta y penetrante del alfa y el beta, quienes parecían completamente desconcertados por la presencia de las chicas. Esa expresión me dio la señal que necesitaba para apartarme un poco y romper el incómodo silencio que se había apoderado del lugar.

— Mmmm, bueno, ellas son Britsey y Paloma, mi prima y mi amiga —dije con determinación, asegurándome de que los lobos no tuvieran la oportunidad de sacarles el nombre a gruñidos.

Ambos hombres carraspearon de inmediato, y noté cómo el beta se movía nerviosamente, mientras que el alfa permanecía frente a las chicas, cerrando los ojos como si intentara calmar a su lobo.

Rápidamente, la madre de los Manovan se acercó para saludar cordialmente a las chicas, mientras el señor Alejandro tomaba a los hombres del brazo para apartarlos de la puerta y permitir el paso a las chicas.

Mientras Alejandro arrastraba a los hombres, oí cómo decía en voz baja que Alexander debería estar allí, ya que su lobo era el único que podía controlar a los demás lobos, incluso en su faceta más primitiva.

Me sorprendió ver cómo ambos hombres lograban mantener la compostura en esta situación, especialmente frente a las chicas que acababan de tomar asiento en la sala, eran totalmente ajenas a lo que estaba sucediendo. Ambas chicas eran extremadamente tímidas, y siempre se ponían nerviosas en presencia de personas desconocidas, sobre todo si no estaban preparadas para ello.

Noté que ambas seguían lanzando miradas furtivas a los hombres de vez en cuando, lo que claramente empezaba a impacientar a estos, quienes parecían deseosos de acercarse a ellas. Podía apostar a que los lobos podían sentirla inquietud y el nerviosismo de sus parejas, y estaban ansiosos por acercarse a ellas.

En ese instante, Aron y el señor Alejandro se levantaron de sus asientos y, con gestos urgentes, pidieron a Adam y Marco que los acompañaran afuera un momento. Los chicos, al ver la preocupación en nuestras miradas, soltaron un suspiro y salieron de mi casa con rapidez.

Una vez afuera, Diana, Dafne, Daniela y yo nos apresuramos a explicarles lo que acababa de suceder y lo que eso implicaba. La conversación se tornó intensa, con Paloma negándose rotundamente a aceptar lo ocurrido y rechazando la idea de estar con alguien que ni siquiera conocía debido a las reglas de los lobos.

Por otro lado, Britney estaba visiblemente angustiada, temerosa de tener que dejar todo atrás por alguien desconocido. La tensión en el aire era palpable mientras debatíamos sobre qué hacer.

pasamos aproximadamente 2 horas hablando sobre el tema, yo entendía perfectamente la postura de paloma, era algo egoísta que esperaran que ambas dejaran toda su vida aquí por ir a cumplir un papel que ni siquiera sabían que tenían, no podían esperar que de un dia para otro se las llevaran solo por que eran la pareja de un alfa y beta, era completamente absurdo.

dafne intento convencerlas diciendole todos los beneficios que eso tendria, como lo era el, haber encontrado a tu alma gemela, el ser amada y atesorada por el resto de tu vida, pero paloma la cortó diciéndole que ella no sabia eso ya que apenas tenia 5 dias de haber conocido a su pareja por lo que no podía aconsejarla si ella era lo suficientemente tonta ingenua como para creer que todo era color de rosa.

britsey seguía callada sin decir lo que pasaba por su mente pero se notaba que aun estaba asustada, cuando la señora diana se dirigió a ella para pedirle que dijera lo que pensaba ella solo dijo que estaba de acuerdo con paloma.

dafne se había dado por vencida y seguía molesta por el comentario que paloma le había hecho sobre que era tonta e ingenua, en ese momento el ambiente se encontraba tenso.

después de media hora más de un tira y afloja por parte de todas, diana sugirió que si su decisión era el no aceptarlos como sus mates, que eso lo tenían que hablar con ellos ya que eso era un asunto muy delicado en su mundo.

ambas chicas aceptaron eso y dejaron entrar a los hombres, en ese momento los demás salimos de la casa para darles privacidad.

¿Luna en una manada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora