Parte 5

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sofia.

Vi la preocupación en los ojos de esa mujer, era genuina y sabía que no solo estaba preocupada por el hombre loco en ese baño, también estaba preocupada por mi prima, por mi y por cada una de las personas en ese restaurante, era como si apreciara a cada ser vivo en este mundo, realmente me inspiró mucha confianza y logró que me calmara.

Tal vez estés pensando que soy demasiado manipulable, dada la situación, pero la verdad es que yo jamás me equivocaba al juzgar a una persona a primera vista, para mi era fácil saber el carácter de las personas y sus intenciones con solo escuchar un hola saliendo de ellos, mis amigas siempre me dicen que soy como una bruja o algo asi por que mi sexto sentido nunca se equivoca y en ese preciso instante, mi instinto me decía que la única forma de sacar a mi prima de ese baño era confiando en esa mujer.

estaba apunto de preguntar que si a que se refería con con que no era buena idea abrir la puerta, cuando llegó un hombre alto y corpulento, se veía aún más mayor que la mujer que tenía enfrente de mí, el hombre vio con preocupación a la mujer y posó su mano en la parte baja de su espalda.

– Tiene su enlace bloqueado. – dijo mientras veía a la mujer.

la mujer solo suspiro y le dijo algo al hombre en ruso, algo que a pesar de haber estudiado 1 año el idioma, no logre entender, el hombre solo asintió y se apresuró a hacia el baño donde estaban apunto de lograr abrir la puerta, vi como el hombre se acercaba al dueño del restaurante y pedían que no abrieran la puerta aun.

– Cariño, ¿cual es tu nombre?. – voltee hacia la mujer que acababa de hablarme y respondí.

– Sofia. ¿Cuál es el suyo? – le dije mientras la veía con cierta duda en mi rostro.

– Soy Diana. – me sonrió cordialmente y luego prosiguió. – bien, no queremos perder tiempo, así que necesito decirte algunas cosas ya que tu me ayudarás a sacar a tu prima de ese baño.

me pareció extraño todo el misterio que rodeaba a aquella mujer, pero estaba dispuesta a acceder a lo que ella sugiriera para lograr sacar a mi prima, no tenía ni idea de cuál era la situación, por lo que no sabia cual era la mejor forma de actuar y si esa mujer lo sabía, la escucharía.

– en este momento no hay tiempo para suavizar la información así que te lo diré directo y tú sabrás cómo procesarlo, solo recuerda que tienes que ayudar a salir de ahí a tu prima. – me miró directamente a los ojos como si estuviera intentando hacer entender a un niño pequeño las diferencias entre las sumas y las restas.

para ese momento mi temperamento estaba empezando a opacar mi pánico, empecé a procesar lo que pasaba y a ver realmente a las personas que me rodeaban, en cómo la mujer frente a mí, intentaba ayudar pero solo me estaba haciendo perder tiempo.

note cómo el miedo se había apoderado de mí y me hacía verme pequeña y temerosa. cuando fui consciente de mi estado cerré mis ojos y conté hasta cinco mental mente mientras tome una bocanada de aire y la solté lentamente sin importar las personas que se movían a mi alrededor, sentí como volvía a tener el control dentro de mi, enderece mi postura y sentí como volvía a ser yo.

– ¿Quién es ese hombre y por qué tomó a Dafne? – note como la mujer puso cara de confusión, parpadeo 3 veces, ladeo su cabeza y luego frunció su seño.

– Te aseguro que no la va a lastimar, no es el.. – eso ya lo dijo. pregunte otra cosa. – Una parte de mi se sintió un poco mal de ser tan dura con alguien que se veía que realmente quería ayudar, pero en ese momento no tenía tiempo para excusas o suposiciones.

– Lo siento mucho señora Diana, pero el que usted me diga que él no le hará daño, no me asegura nada, así que por favor apresúrese a decirme lo que quiera decirme antes de que yo misma tire esa puerta. – la señora diana se veía algo sorprendida por mi tono.

Por lo poco que había podido deducir de su carácter en esta pequeña interacción de palabras, me di cuenta de que ella era esa persona que siempre buscaba ayudar, estaba acostumbrada a que las personas acudieron a ella por protección, como si ella fuera el pilar en el que todos se podían sostener cuando las cosas iban mal, incluso yo lo había hecho inconscientemente hace un momento.

Por eso su sorpresa cuando cambie mi actitud, ella también lo sabia, me había sostenido de ella como si fuera mi pilar para sobrellevar esa situación, pero me había soltado repentinamente y sin aviso y ahora era yo la que tenía el control, ella no sabia como reaccionar ni qué hacer.

por primera vez me miro con detenimiento, como si en un instante me hubiera convertido en la persona más interesante en ese lugar, luego me sonrió y vi como su postura se ajustó repentinamente, como si se hubiera dado cuenta del cambio de roles que habíamos tenido e imitó mi postura pero sin que se sintiera como una lucha de poder, dejó que yo me convirtiera en la persona que llevaba el mando en la situación lo que consiguió que me relajara un poco.

– tenía mis dudas sobre contarte toda la verdad, pero te acabas de encargar de disiparlas. – su sonrisa se volvió aún más amable y continuo.

– Mi esposo acaba de dar la orden de que no abran esa puerta. – en el instante que escuche eso sentí como la ira recorría mi cuerpo, estuve a punto de girarme para ir directo a esa puerta y tirarla yo misma cuando la señora continuó hablando.

– La orden exacta fue que esa puerta no sería abierta hasta que tú dieras la orden. – por un instante la duda cruzó mi rostro. ¿Será que esa mujer en lugar de ayudar solo estaba intentando jugar conmigo?, ¿ sería un plan elaborado de esas personas para hacerle daño a la primera persona que se había cruzado en su camino?.

–¿Qué quiere decir?. –le dije mirándola directo a los ojos buscando cualquier rastro de diversión o burla, en cambio solo veía genuino interés en ayudarme y solo basto un segundo más para darme cuenta de algo más, la estaba intimidando, ella intentaba ignorarlo pero muy en el fondo se sentía un poco intimidada.

– Bien, te contaré quienes somos y después tú tomarás la decisión de que haremos...

¿Luna en una manada?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora