Capitulo 20 Antojos

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-Pero dime algo ¿Por qué has venido? ¿Ocurrió algo en casa? - Darien frunce un poco el ceño.

-No, todo está bien - respondió Serena, el CEO afina un poco la mirada mientras qué la observa - Entiendo qué estés ocupado.

-No es nada por lo qué debés preocuparte, tú presencia me ha hecho bien - Darien planta un beso en sus labios qué la deja colgada - Por un beso cómo este a mí se me olvida todo.

Serena sonríe a medias luego de escucharlo, sentía qué sus mejillas se reburizaban al punto de sentirse avergonzada.

-¿Te quieres quedar conmigo aquí en la oficina? - preguntó Darien.

-¿Eso se puede? Sólo he venido de paso, no quiero entorpecer tu trabajo - dijo Serena.

-Soy el jefe, cómo se te ocurre qué no puede quedarse mí futura esposa en mí oficina - comentó Darien y la libera de sus brazos para llevarla al sofá.

-¿Qué te gustaría pedir para comer? ¿Algún antojo qué quieras cumplir? Desde qué nos conocemos, nunca te he oído querer algo especial, ¿No has tenido antojos? - comentó Darien.

-Ahora qué lo pienso....

Serena se le queda mirando a Darien fijamente repasando los hechos, el único antojo qué ha tenido últimamente era comérselo a besos y qué le hiciera el amor todas las veces posibles, justamente en ese momento estaba experimentando esa sensación, Serena aplana los labios mientras mantiene pensamientos poco razonable.

-¡Oh! Ya veo qué tipo de antojos has tenido - la respuesta de Darien la hizo entrar en razón.

-¿Qué? - Serena se sienta correctamente en el sofá, en ese momento Darien camina hacía Serena para sentarse a su lado con una sonrisa traviesa en sus labios.

-Tienes unos antojos bastante agradables - sugirió Darien.

-No ¿Qué? ¿Cuál antojos? - Serena preguntó con inocencia.

-Lo qué me acabas de decir con la mirada - respondió Darien.

Entre tanto el CEO habla va acercándose a sus labios, le sostiene la mirada percibiendo pasión en los ojos de Serena, al rozar los labios de Serena la puerta de su oficina se abre abruptamente interrumpiendo aquél beso, Darien mira hacía la entrada para fijar sus ojos en Heliot, la mano derecha de Darien al ver la situación en la qué estaba su jefe se paraliza.

-Heliot ¿Qué pasa? -  él era el único empleado qué le permitía ese tipo de ingreso en su oficina.

-Señor, hubo un problema con una exportación - explicó Heliot.

-¿Muy grave qué tengo qué reveló yo? - preguntó Darien.

-Es muy grave señor - el CEO frunce el ceño al mirar la seriedad en el rostro de su mano derecha.

-Esperame afuera - Darien regresa la vista hacía Serena - Debo atender esto - Darien le dice al mismo tiempo qué roza sus labios con el pulgar.

-Yo entiendo, regresaré a casa - dijo Serena.

-Lo siento mucho, prometo compensarte la visita - dice Darien apenado.

-No tienes por qué hacerlo - contestó Serena, Darien sonríe con un poco de malicia al ver tanta inocencia en Serena.

-Te recompensaré ese antojo tuyo - Darien susurra contra sus labios para luego plantar un beso húmedo en ellos - Yo no rompo mís promesas.

El corazón de Serena se le iba a salir del pecho en ese preciso instante ¿Cómo le decía una cosa cómo esa? Sólo incrementaba las ganas qué tenía de comérselo entero allí mismo en esa oficina, sín querer se muerde los labios, lo qué provoca qué Darien ensanche un poco más la sonrisa y su mirada se haga más intensa.

CAUTIVADO POR UNA EMBARAZADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora